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Primeras impresiones

Journey to the Savage Planet, impresiones tras jugarlo

Jugamos una media hora a la aventura de acción en el espacio, Journey to the Savage Planet, a cargo de Typhoon y 505 Games, para PC, PS4 y Xbox One.

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Journey to the Savage Planet, impresiones tras jugarlo

Los juegos que tienen lugar en el espacio están de moda. Ejemplos recientes como No Man’s Sky, The Outer Worlds e incluso Star Wars Jedi: Fallen Order indican que los humanos seguimos teniendo curiosidad por aquello que está más allá de los confines de nuestro propio planeta. Un nuevo título que llegará el 28 de enero de 2020 y que nos propone una nueva aventura en diversos planetas del universo es Journey to the Savage Planet. Gracias a 505 Games hemos podido probarlo y hablar con Reid Schneider, productor ejecutivo y co-fundador de Typhoon, un estudio repleto de desarrolladores que han trabajado en grandes juegos.

El primer juego de un equipo con talento

Tal y como nos explica Reid en la presentación antes de pasarnos el mando, Typhoon  es un estudio de compuesto por desarrolladores que provienen de grandes empresas como lo son Ubisoft y WB Games, entre otras. Journey to the Savage Planet es su primer proyecto y tal y como nos asegura el productor, han tenido una mayor libertad de creación debido al hecho de ser un equipo pequeño de 17 personas, donde todas las ideas se tienen en cuenta y cualquiera puede aportar en el proceso creativo.

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En cuanto al espíritu del juego, Reid nos cuenta como pretenden que sea “divertido y extraño”, además de disponer de un humor negro como el que encontramos en series del estilo de Futurama. Esto es algo que podemos comprobar tan solo al arrancar el juego y ver la primera cinemática, la cual nos detalla que “Kindred Aerospace” (la compañía espacial cuyos servicios hemos contratado para llegar al espacio) está muy orgullosa de ser la cuarta empresa en el ránking.

Por otro lado, al seleccionar el que será nuestro personaje (no hay editor, ya que se trata de un título en primera persona y el protagonista llevará casco en todo momento) podemos escoger a divertidas versiones de los desarrolladores del equipo e incluso a un perro. Tal y como nos cuenta Reid, en un principio lo añadieron a modo de broma, pero finalmente les costó bastante trabajo implementarlo debido a tener que sumar diversos sonidos de perro al realizar acciones como caídas, ataques y demás en los que se escapan expresiones sonoras. En este punto nos confirman que el protagonista no tiene voz propia, tan solo estos sonidos en ocasiones específicas.

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Exploración por varios planetas, dónde destaca el movimiento

Lo primero que conoceremos en el universo de Journey to the Savage Planet es nuestra nave espacial. Se trata de nuestra base de operaciones en la que podremos descansar, almacenar coleccionables, escoger el punto en el que queremos descender en los diversos planetas y más. Para ayudarnos a gestionar cada aspecto de la aventura tenemos a E.K.O., una IA a bordo que nos permitirá decidir el grado de conversación que nos proporcione entre: muy habladora, lo justo para darnos indicaciones y callada. Este es otro punto más que demuestra el humor que presenta el título.

Antes de bajar a tierra firme, investigamos un poco más nuestras estancias en la nave para descubrir el ordenador a bordo. Se trata de un PC de aspecto antiguo en el que podemos leer mensajes, ver vídeos, descubrir nuestras estadísticas, observar los coleccionables y leer las fichas de cada uno de los alienígenas que descubramos. Para cumplir esta función contamos con un escáner, que podemos usar tanto para averiguar las características de los seres que moran los diversos biomas que visitemos como para escanear puertas cerradas, monumentos y demás.

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Otra de las funciones que podemos realizar a bordo es convocar a un compañero para formar equipo cooperativo. Para lograrlo, el otro jugador debe disponer del juego con tal de unirse a nuestra partida o nosotros a la suya. Una vez juntos, podemos realizar diversas misiones y explorar los mundos en compañía. El punto a favor en este sistema cooperativo es que no debemos ir juntos en todo momento, sino que cada uno puede ir por su cuenta.

Cuando descendamos al primer planeta nuestra IA nos recordará la misión que debemos realizar. No hay NPC, por lo que el único contacto que tendremos con otros personajes es con la mencionada E.K.O. y con algunas grabaciones de un científico loco que podremos observar a bordo, además de otros jugadores humanos que puedan acudir a nuestra aventura.

La exploración y el movimiento son las claves principales del título. Disponemos de una herramienta con la que engancharnos a determinadas superficies y avanzar por las diversas plataformas, por lo que se añade un punto determinante de plataformeo a la mezcla que presenta el título. También disponemos de una granada especial que hace crecer plantas en las que nos podemos enganchar en diversas superficies, con lo que nos permitirán construir nuestro propio camino para avanzar y trepar hasta el lugar señalado.

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El control resulta bastante preciso, algo de agradecer en el desplazamiento por el mapa. Además, en nuestra sesión de juego nos encontramos con algunos puzles ambientales sencillos como el tener que abrir una puerta para la cual es necesario hallar y activar unos cristales mágicos. También tuvimos que sobrevivir a algunas trampas tales como rayos láser giratorios y, en general, a diversos aliens cuyo propósito principal era el de atacarnos.

Armas originales y enemigos variados

Para defendernos de estos aliens disponemos de un amplio arsenal entre el que escoger. En el apartado de armas no pudimos probar más que una pistola sencilla, pero la originalidad y variedad venían en las múltiples granadas que tuvimos a nuestra disposición. Probamos diversas y algunas producían daño eléctrico, de fuego o corrosivo y otras hacían crecer flores en las que nos podíamos enganchar para trepar, entre otros efectos.

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En cuanto a la variedad de enemigos, pudimos ver hasta a 4 especies diferentes (un número que será bastante mayor en el juego). Después de examinarlas para descubrir sus puntos débiles, lo que toca es establecer una estrategia para acabar con ellos. Por ejemplo, nos topamos con una especie de pollos con los ojos saltones cuyo punto débil es una esfera que les sale de la cabeza cuando le golpeamos con daño eléctrico. Por ello, antes de disparar debemos activar unas flores eléctricas para darles una descarga y sacar a la luz la esfera. Por supuesto, hay más formas de acabar con ellos tales como lanzar una granada de pringue al suelo para que se queden atascados o apuntar a la bola en estado de reposo (algo más complicado pero no imposible).

Otros ejemplos de aliens son una especie de grandes enemigos eléctricos con los que no podemos acabar hasta que contemos con la mejora adecuada del traje o del arma, la que nos permita superar la barrera de daño que producen. Según pudimos ver, no disponemos de habilidades propias (por lo que no se añade una dimensión RPG al juego), pero sí de mejoras de armadura y armamento. Este es otro de los indicios que demuestra la sencillez del título.

Un título sencillo, con diversas carencias

Tras algo más de media hora a los mandos de Journey to the Savage Planet, salimos con una sensación agridulce. El sabor dulce del juego proviene principalmente por su variedad de granadas y su sistema de movimiento y desplazamiento por los mapas, mientras que el agrio nos queda tras descubrir que el título es demasiado sencillo y podría dar más de sí. La ausencia de NPC y una historia sin demasiada sustancia, además de contar tan solo con 4 biomas distintos, hacen que la duración total del título se estime en las 10h – 12h.

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Esto último no tiene porqué ser un punto negativo, ya que debido a la gran longitud que presentan muchos de los juegos de hoy en día, se agradece disponer de vez en cuando de uno algo más breve con tal de darnos un respiro. Aun así, sentimos que Journey to the Savage Planet no pone nada revolucionario sobre la mesa y la mayor parte de los elementos que contiene ya los hemos jugado en otros títulos.

Sin embargo, deberemos explorar el juego en su totalidad con tal de salir de dudas y confirmar o bien descartar estas sospechas. Podremos hacerlo a partir del 28 de enero de 2020 en PC, PS4 y Xbox One, plataformas en las que el título de Typhoon aterrizará para tratar de convencernos de disfrutar de una nueva aventura espacial.

Journey to the Savage Planet

  • NSW
  • PC
  • PS5
  • XBS
  • STD
  • PS4
  • XBO
  • Acción
  • Aventura

Journey to the Savage Planet, desarrollado por Typhoon Studios y editado por 505 Games para PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch, Stadia, PlayStation 5 y Xbox Series, es una aventura de acción y exploración en primera persona en la que debemos explorar un planeta alienígena en nombre de la humanidad. En este juego de aventuras en primera persona, optimista y colorido, juegas como el nuevo recluta de Kindred Aerospace. Enviado a un planeta inexplorado con poco equipo y sin un plan real, debes explorar, catalogar y determinar si este planeta es apto para que los humanos puedan habitarlo.

Carátula de Journey to the Savage Planet
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