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Age of Empires II: Definitive Edition

Age of Empires II: Definitive Edition

¡Wololo!

Age of Empires II: Definitive Edition, análisis

La Edad Media avanza a nuestra época contemporánea con una remasterización digna de reyes.

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Durante finales de los 90 y la primera mitad de los 2000, Ensemble Studios asentó su imperio en el género de la estrategia en tiempo real con Age of Empires. Esta saga se convirtió en todo un referente por un sistema que mantenía un justo equilibrio entre el aprendizaje accesible, la profundidad de juego y el desafío. Asimismo, expandir y mantener nuestro dominio requería una actividad constante, sostenida entre el cuidado y defensa de nuestro asentamiento y la conquista de nuevas tierras. Las partidas se prolongaban como una era histórica, donde se mezclaba la tensión de la guerra con la satisfacción de edificar una nueva ciudad.

En los últimos años, Age of Empires ha renacido en la nueva generación con una remasterización de sus primeros títulos. El pasado 2018, Age of Empires: Definitive Edition ofrecía una mejora audiovisual excelente que no paliaba las carencias de su inteligencia artificial. Por otro lado, Age of Empires IV anuncia a promesa de proseguir con una nueva entrega llenas de batallas épicas en asombrosa calidad. Mientras esperamos su lanzamiento, podemos disfrutar en PC Windows de Age of Empires II: Definitive Edition, de cuya beta os trajimos nuestras impresiones. Mejoras y añadidos se suman a lo que hemos jugado, si bien hemos echado en falta que se pulieran ciertos aspectos.

Una carta de amor a la Edad Media

Desarrollada por Forgotten Empire, Age of Empires II: Definitive Edition es la versión remasterizada de Age of Kings, situada en el inicio de la Edad Media tras la caída del Imperio Romano. En ella veremos todo el cariño que esta saga ha profesado por la historia, con necesarias licencias en favor de la narrativa y que glorifican el período de guerras de dicha época. Dicha carta de amor, además, no es fiel a una única cultura: se incluyen 35 civilizaciones iniciales, a las que se suman los lituanos, búlgaros, cumanos y tártaros. Todas ellas se describen en el apartado Historia, que contiene un interesante y componente educativo para los más profanos en la materia. Y, si bien Age of Empires no pretende aleccionarnos en Historia, sí aporta nociones interesantes que despiertan el interés en profundizar por nuestra cuenta.

En las campañas, disponemos de un generoso surtido de personalidades históricas y sus momentos bélicos más relevantes: Juana de Arco, Atila el Huno… a las que se añaden las de las expansiones como The Forgotten, donde conocimos a Vlad Tepes, y una novedad: The Last Khans, que incluye tres campañas totalmente nuevas. Es de agradecer un contenido tan generoso para el modo solitario, que llenará de horas de diversión incluso a los conquistadores que no gusten del modo online. Destacamos también la narrativa de cada arco y su correspondiente componente educativo. Las gestas de cada personaje histórico nos atraparán, y su diseño variado de misiones nos aportarán una experiencia fresca que se traducirá en muchas horas de juego. Asimismo, no es la única variedad: disponemos también de las Batallas Históricas, que consisten en desafíos bélicos basados en capítulos relevantes de la historia bélica en la Edad Media y, como podemos deducir de su nombre, centrados únicamente en la rama militar del juego. Por otro lado, tenemos El Arte de la Guerra, basado en la obra de Sun Tzu, que consiste en una serie de desafíos basado en el cumplimiento de objetivos en tiempo récord y premiados con medallas. Dicho modo está pensado pensado para los jugadores más experimentados en la saga, pero los primerizos podrán disfrutar de la campaña de William Wallace para aprender las mecánicas más básicas del juego.

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Avance a una nueva edad

El modo multijugador también ha recibido especial cuidado, con servidores dedicados, una conexión decente, crossplay entre Xbox Live y Steam) y un buen abanico de personalización: tanto si deseamos enfrentarnos por equipos, como competir todos contra todos, o aliarnos con otro jugador en contra de la IA, siempre tendremos una partida para nosotros. Asimismo, podemos entrar como espectadores y conectarnos directamente con Mixer, lo cual facilita muchas herramientas al mundo de la competición y el streaming. Con el editor de mapas, además, podemos planear nuevos retos a los demás conquistadores y dar rienda suelta a nuestra creatividad.

Durante nuestras impresiones de la beta, ya comentamos la excelente mejora gráfica que hace brillar a simple vista a Age of Empires II: Definitive Edition: una lujosa variedad de detalles y texturas en entornos muy elaborados y hermosos, acompañado de animaciones mucho más fluidas que en su versión de 1999. El sonido también se ha optimizado y se han pulidos los fallos técnicos que detectamos durante la beta. Se mantiene esa música ambiental y épica que aportaba una gran emoción a unas batallas donde nunca estaremos ociosos, puesto que, al igual que en el juego original, siempre tendremos una tarea entre manos, ya sea exploración, lucha o mantenimiento de nuestro imperio.

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En cuanto a la legibilidad de los textos, observamos una significativa mejora para en el tamaño de las fuentes, accesibles a casi todas las vistas y sin resultar invasivas en la interfaz. No obstante, el tipo de letra durante las secuencias narrativas nos parece muy poco integrada en la ambientación medievalista del juego. La traducción de los textos es otro aspecto bien conseguido, puesto que diferencia entre el registro de las instrucciones de juego y las partes narrativas. En cuanto al audio, éste sólo está localizado al español latino.

La jugabilidad en Age of Empires II: Definitive Edition ha sido muy mejorada en esta nueva versión. Como ya comentamos, se mantiene un equilibrio acertado entre el margen para crear y mejorar nuestro asentamiento y los momentos de acción. La IA se comporta de forma lógica y correcta, aunque el desplazamiento de las tropas puede ser mejorable: en esta última partida hemos tenido más momentos en los que nuestras tropas se atascaban durante el camino, sin saber recuperar la senda a pesar de habérselo marcado con otras rutas. En alguna ocasión, hemos perdido a un soldado por estar en un terreno sin salida.

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La gestión de nuestra población y tropas resulta mucho más cómoda gracias a un menú intuitivo y a la agilización de algunos comandos. Podemos determinar el comportamiento por defecto del ejército y la exploración, con lo que el desplazamiento por el mapa resulta bastante ágil. También encadenar tareas y creaciones sucesivas resulta bastante más cómodo y directo. Asimismo, contamos con un botón de acceso directo a los ciudadanos inactivos y a los dedicados a una tarea específica, lo cual facilita mucho la administración de nuestras bases.

Con todo, Age of Empires II: Definitive Edition resulta una reedición casi perfecta, cargada de contenido y que no deja de lado a ningún tipo de jugador: los novicios tendrán margen para aprender a crear un imperio y hacerlo prosperar, los veteranos podrán ponerse a prueba con las nuevas misiones y desafíos, además de visitar las campañas ya conocidas. Al mismo tiempo, el modo solitario y multijugador reciben la misma atención, lo cual es un ejemplo para todos los títulos que incorporen ambas modalidades. Y, por supuesto, sus partidas se nos harán tan adictivas como recordamos de nuestras primeras conquistas, cuando Internet nos hizo avanzar a la siguiente edad.

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Conclusión

Age of Empires II: Definitive Edition ha dado un satisfactorio salto a la Edad Contemporánea. Con un contenido muy generoso para jugar en solitario, que incluye varias modalidades; y un online muy bien cuidado en cuanto a conexión, mantiene un rango de dificultad que abarca a todo tipo de jugadores. Las mejoras audiovisuales hacen lucir al juego como nunca, y su jugabilidad se ha visto agradablemente agilizada. No obstante, aunque la IA se comporta de forma lógica, el desplazamientos de las tropas puede ser frustrante, puesto que éstos se siguen atascando en algunos puntos. Con todo, sigue siendo un juego muy adictivo y con un sistema dinámico y complejo que nos proporcionará muchas horas de partidas emocionantes.

Lo mejor

  • Un contenido abundante para jugar en solitario.
  • Un componente educativo muy bien integrado.
  • Una mejora audiovisual excelente.
  • Adictivo como siempre, gracias al equilibrio de sus partidas.
  • Gran libertad para el jugador.

Lo peor

  • La fuente de letra difiere mucho con el estilo de juego.
  • El desplazamiento de las tropas muestra algunos atascos.
  • Una IA a veces imperfecta.
8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.