Cinco años siendo Arthur Morgan: los recuerdos de Roger Clark

En su carrera como actor, Roger Clark no había trabajado nunca en videojuegos hasta Red Dead Redemption 2; un cometido que ha cambiado su vida, según reconoce él mismo, a todos los niveles. Durante su visita a Bilbao con motivo del festival Fun and Serious 2019, el actor estadounidense, ganador del premio a Mejor interpretación por los The Game Awards 2018 como Arthur Morgan, nos cuenta las diferencias entre trabajar para la industria del cine y el sector del videojuego.

De ser un desconocido al estrellato: el efecto Red Dead Redemption 2

“Cuando comencé a trabajar con Rockstar Games era un actor muy poco conocido; casi toda mi experiencia era en el mundo del cine y prestando mi voz en otros trabajos. Pero la diferencia aquí es enorme: la captura de movimientos, cómo se explora todo… La mayoría de puestas en escena en el mundo del videojuego suelen ser en un escenario cerrado, con micrófonos, un guion… Aunque algunas de esas cosas se están incorporando al cine también, pero de maneras distintas”, comienza diciendo.

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“La captura de movimientos permite explorar de formas novedosas los avances de la tecnología; para mí fue todo un privilegio poder trabajar en Red Dead Redemption 2 y haber podido tener tanta libertad para trabajar, lo que favoreció a que el resultado fuese tan realista y natural”, continúa Clark. Para él, por momentos las distancias desaparecen por la gran cantidad de escenas cinemáticas de obras como la de Rockstar, que en ocasiones le hacían recordar a los estudios de grabación cinematográficos. “En el sector del videojuego hay escenas que tienden a ser cada vez más parecidas al cine, con las posiciones de cámara, por ejemplo”.

Los comportamientos de los personajes, antaño, eran más exagerados. Para Clark ahora se actúa de manera más natural porque no es necesario hacer tanto énfasis en el movimiento físico para que el jugador identifique quién habla en pantalla. “Recuerdo juegos como Final Fantasy VII, con personajes que movían mucho los brazos cuando hablaban. Ahora, la tecnología permite que la física sea muy parecida a como es en el cine”.

Otro tema son las caras. “Todo excepto los rostros. Tienes una cámara que está filmando directamente a tu cara, tienes que gestualizar todo mucho más en aquellos momentos donde tienes la cámara justo delante de ti”.

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Para Clark, es vital que en tu interpretación sea fácil empatizar porque el jugador tiene el mando entre manos, te controla, debe sentir en cierto modo que él está también interpretando a ese protagonista. “Si haces un buen trabajo, la gente va a identificarse con tu personaje mucho más, y mejor; más rápido que en la televisión y en el cine, porque ellos, en cierto modo, son tú. Y eso no es así en el resto de medios”.

Concluye asegurando que, tanto el tiempo que dura un videojuego como la actividad que existe en la acción de cada medio trazan una línea gruesa entre el ocio interactivo y el llamado séptimo arte. “El cine es un entretenimiento pasivo. En el videojuego, tu interpretación no solo se ve, también se juega. El usuario no es un mero espectador. Aquí no te sientas y ves cómo van pasando las cosas”.

Arthur Morgan, ¿qué le hace tan especial?

Aunque cree que él no es quien debe valorar la trascendencia de su personaje, considerado uno de los perfiles más recordables de la actual generación de consolas, sí es consciente de que, en la medida en que va pasando el tiempo, el poso que ha dejado Arthur Morgan es muy elevado por lo que pasa en la historia del título de Rockstar y por cómo cambia, por cómo evoluciona, ese forajido.

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“Es algo difícil de medir, pero creo que el guion tiene mucho que ver. Dan Houser y el equipo narrativo hicieron un gran trabajo tanto en este como en el primer Red Dead Redemption. Han hecho algo inolvidable a la hora de integrar la redención en una historia. Otro aspecto que influye en la impermeabilidad del personaje de Arthur Morgan es que el medio es cada vez más maduro. Los jugadores van cumpliendo años, viven cosas que les hacen ser más maduros y adultos, por eso se pueden contar historias más adultas e idiosincrásicas”, asume, porque Clark reconoce ser jugador de videojuegos desde que era pequeño. Él ha vivido, como espectador, la evolución del sector, y ahora que ha tenido la oportunidad de ser partícipe en la actividad de interpretar a un personaje protagonista quería plasmar su madurez en un personaje en el que reconoce sentirse identificado de muchas maneras.

Un trabajo equivalente a cinco o seis temporadas de una serie de televisión

“Rockstar lo ha diseñado [Red Dead Redemption 2] de una forma muy respetuosa con el cine del Oeste, tanto en los planos como en los ritmos. Es una continuación de aquel género pero en otro medio. Lo han hecho de una forma increíble sin perder el espíritu”.

La primera vez que jugó Red Dead Redemption 2, Roger Clark quiso centrarse en las escenas cinemáticas para poder disfrutar en casa de todos esos años de trabajo, un trabajo en el que trabajaron “miles de personas”. Ahora lo está jugando por segunda vez, pero mucho más despacio, quiere perderse y explorar todo lo posible. Según cuenta: “Mi primer día en Rockstar fue en agosto de 2013… y mi último día fue en agosto de 2018. Rockstar me dijo que fui el empleado al que más veces sometieron a sesiones de captura de movimiento”, comentaba entre risas. “Fueron más de 500 días de trabajo en el estudio. Es mucho tiempo. Es un equivalente a cinco o seis temporadas de trabajo en una serie de televisión. No puedo imaginar cuántas horas fueron en total”.

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Cómo definir las vulnerabilidades de un personaje

Arthur Morgan no es un personaje perfecto; tiene sus virtudes y defectos, sus filias y fobias. Un personaje complejo escrito de forma compleja. Para Clark esto fue un desafío inicialmente, pero terminó siendo un gusto con el paso de los meses al meterse en el papel de alguien definido de manera tan densa. “Una de las cosas por las que amo a Arthur es por sus vulnerabilidades. Es un tipo complicado, es ambiguo por dos motivos: primero, porque la gente es realmente complicada y ambigua; segundo, como yo no tengo el control de cómo va a manejar cada jugador a Arthur, tiene sentido hacer un personaje ambiguo porque cada cuál decidirá cómo quiere que sea su Arthur Morgan: honrado, deshonrado…”, comenta. Aunque, en los primeros años, no tenía claro que fuese a funcionar correctamente.

“Me repetía a mí mismo: la gente es compleja, ¿cómo puedo lidiar con esto? Bueno, la gente a veces se contradice a sí misma, yo quise ser honesto y genuino con Arthur. La excelencia en la escritura del personaje me puso las cosas mucho más fáciles”.

Red Dead Redemption 2 logró satisfacer a varios millones de jugadores, pero también no logró conectar con otros tantos, generando así un debate entre quienes lo aman y quienes lo detestan. El personaje de Arthur, sin embargo, no generó dudas, una caracterización reconocida en todo el mundo y que hacen que Clark, si tuviese que repetirlo todo de cero, no dudase en aceptarlo a pesar de todos los problemas y esfuerzo realizados.

Arthur Morgan no sería tal sin Clark, porque Morgan es, en cierto modo, Roger Clark.