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Análisis del nuevo eswap Pro Controller, el mando a piezas de Thrustmaster

Un mando que permite personalizar la experiencia cambiando sus elementos de posición. Para PS4 y PC.

Análisis del nuevo eswap Pro Controller, el mando a piezas de Thrustmaster

Thrustmaster es una marca más que reconocida en el mundo de los videojuegos por, entre muchas otras cosas, sus periféricos y controles específicos, como pueden ser los joysticks para juegos de simulación aérea o, sobre todo, los volantes. La compañía ahora quiere dar un salto y adentrarse en el mundo de los mandos premium, donde hay competidores de primera línea que van desde las propias creadoras de hardware, como Xbox One y su Elite 1 y 2, hasta marcas que han ido sacando propuestas variadas: Razer, Nacon o Scuf por citar algunas. En esta ocasión analizamos el eswap pro controller para PC y PS4, que destaca por su gran elemento diferencial: un mando a piezas que puede intercambiar posiciones de distintas maneras.

Lo primero y más evidente que ofrece el controlador es la posibilidad de mover la posición de los sticks analógicos y la cruceta. La eterna discusión entre los jugadores ya acostumbrados al DualShock 4 y a los mandos de posición asimétrica aquí no es un problema, ya que podemos colocar las piezas a un lado u a otro. Es la característica estrella para un mando que viene adaptado perfectamente a lo que ofrece el de PS4 con los botones option, share y panel táctil, aunque por ejemplo le faltan funciones como poder encender la consola desde el PS Button.

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Como mando competitivo que pretende ser, trae consigo varios extras imprescindibles. El primero es la posibilidad de asignar cuatro botones posteriores para algunas tareas. Los botones se pueden pulsar con facilidad y en este sentido nos parecen mejores que los botones del último Nacon Ulnlimited, aunque seguimos prefiriendo las palas que tienen algunos mandos como los Elite. en todo caso, su pulsación es eficiente y uno se adapta rápido. Además, también podemos cambiar los gatillos por algunos más grandes si no nos convencen los que vienen de serie. También tenemos un botón para activar o silenciar micrófono. Viene con cable USB-C, y de momento no hay opción inalámbrica

Los botones son de corte mecánico y responden a la perfección y con inmediatez cuando pulsamos, y tenemos varios elementos personalizables desde la aplicación a la que podemos acceder en un ordenador. Además de asignar los botones que queremos para hasta dos perfiles a la vez, nos permite personalizar el recorrido de los gatillos para que sea más o menos inmediato -según si queremos algo progresivo para un juego de carreras o algo ipso facto para los shooters-, así como toquetear la sensibilidad y recorrido de los sticks analógicos.

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El mando es algo más grande de lo que estamos acostumbrados en Playstation 4 si lo comparamos directamente, y si tenéis las manos pequeñas seguramente lo notaréis durante las primeras sesiones. Se asemeja más al estándar de Xbox, un pelín más grande, pero el hecho de no tener palancas y sí botones hace que el recorrido de los dedos posteriores sea algo mayor. En todo caso, no es para nada incómodo y tras varias sesiones -nosotros llevamos ya varias semanas- te acostumbras sin ningún problema.

Packs de accesorios: probando el de lucha

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La propuesta de Thurstmaster se completa con la posibilidad de añadir accesorios que pueden cambiar todavía más la experiencia. Desde los grips laterales para hacerlo más adaptable hasta piezas por colores para darle un toque personal. De entre los accesorios nos interesaba probar sobre todo el de lucha, ya que trae consigo dos elementos diferenciales. El primero de ellos, una cruceta redondeada que a priori debería ser mejor para poder marcar diagonales y movimientos clásicos. Y lo segundo y más potente: una pieza que se coloca donde normalmente va el stick derecho y que nos permite tener seis botones alineados, ideal para juegos como Street Fighter 4 y 5.

El resultado de nuestras pruebas en este sentido han dejado cosas buenas y otras que no tanto. Por un lado, la cruceta del pack fighting no nos convence para juegos como Dragon Ball FighterZ y otros que precisen de tipos de instant air-dash, lo que sería saltos hacia delante o hacia atrás a gran velocidad. De hecho, en este punto la cruceta que viene de serie funciona mejor para estos comandos, aunque nos seguimos quedando con la cruceta del DualShock 4 en este sentido. las pruebas con Street Fighter V son más satisfactorias. Primero, el tener los seis botones en línea es un punto a favor para los juegos de seis botones. Además, la cruceta redonda cumple su función para todos los movimientos típicos de shotos y los saltos y diagonales, sin la exigencia de otros juegos como DBFZ o KOF, no se resiente.

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Conclusión

Eswap Pro Controller marca la diferencia con la opción de cambiar de posición sus piezas, aunque es cierto que una vez tenemos nuestra configuración, no es algo que vayamos a hacer demasiadas veces. La respuesta de los botones es excelente, y tiene muchos elementos de personalización en recorrido de sticks, gatillos, vibración y botones posteriores que lo hacen muy completo. Además, algunos accesorios como el de lucha permiten ajustar el mando a una experiencia óptima, aunque no en todos los juegos. En este caso, de hecho, la cruceta extra no mejora la que viene de serie. Hay que acostumbrarse a su tamaño, algo mayor al de otros y que se nota más todavía por lo pequeño de los botones posteriores, pero se postula como una gran opción para PS4, aunque seguramente no tanto en PC donde tiene la competencia de los Elite. Su principal contratiempo es que no mejora en todo a las opciones normales y que su precio elevado (170 euros) se dispara si queremos algún pack extra como es el caso de los accesorios para juegos de lucha.