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E-COMMERCE

Ford crea robots para el reparto a domicilio, pero ¿es seguro o arriesgado?

Dejar datos como direcciones y nombres a un robot que puede ser hackeado genera dudas sobre la seguridad.

Ford crea robots para el reparto a domicilio, pero ¿es seguro o arriesgado?

Al principio algo accesorio, curioso y nada práctico, el comercio online era visto muy inseguro por eso de dar tus datos por Internet, que tampoco era el eje central de nuestras vidas, sino un elemento colateral de ellas. Pero en poco más de dos décadas, el E-Commerce supera al comercio tradicional. La venta online es constante, diaria y se ha convertido en algo que nos encanta, porque a diferencia de antaño ya no hay que esperar semanas o incluso 1 mes a que llegue algo. Ahora llega todo de un día para otro, o incluso en el mismo día.

Repartidores robot

Por descontado, todo esto se traduce en un auténtico mar de sobres y paquetes que repartir a diario. El reparto a domicilio ha crecido exponencialmente junto al e-commerce. Y hoy día las agencias están saturadas y buscando nuevas maneras de cumplir con una cuota cada vez mayor de repartos diarios de manera eficiente. Amazon lleva unos años probando a usar drones, y otra opción es automatizar ese reparto usando robots en sitios como áreas residenciales. Pero, ¿sería seguro que un robot supiese nuestra dirección?

Si bien cuando compramos en Amazon, en AliExpress o en Wallapop, o cuando encargamos comida a domicilio debemos dar una dirección y un nombre para el reparto, estas forman parte de las bases de datos protegidas de estas empresas y plataformas.

Pero para que un robot repartiese a domicilio, tendría que tener la dirección y nombre del cliente en su base de datos propia, junto con mapas de la zona en la que repartiría para saber moverse. Y en plena época actual, eso podría ser peligroso, porque hackear a un robot repartidor podría ser tan exitoso como lograr robar datos de las bases de Amazon. Aquí es donde entran el prestigioso Instituto MIT y la fabricante de coches Ford.

Un robot que se mueve por pistas

La idea del MIT y de la Ford Motor Company es un robot repartidor que sea desplegado por la zona y sepa moverse sin seguir los datos de un mapa, sino las pistas del entorno. Por ello, los ingenieros de MIT y Ford han creado una técnica que permite a robots navegar interpretando el entorno en el que están. Se trata de entrenar a los repartidores robóticos para que aprendan que por ejemplo a reconocer que al lado de la carretera en la que están hay aceras, y que esas aceras llevan a un camino hacia la puerta principal, o a un garaje y justo al lado una puerta.

“Incluso si un robot está entregando un paquete en un entorno que no conoce, podría haber pistas similares a las que hay en otros sitios que sí conoce. Puede que la zona estuviese configurada de forma distinta, aunque probablemente habrá elementos en común”, señalan desde el MIT.

Para ello, la técnica creada utiliza algoritmos pre-creados que examinan datos visuales y crean etiquetas semánticas como ‘acera’ o ‘puerta principal’. Con estos datos crean un mapa básico, sin nombres pero con lo usual que veríamos en una calle, área residencial, etc. La clave es que la tecnología deja que sea el robot el que tome las decisiones, interprete el entorno y decida la ruta más eficiente a su destino. Desde luego la técnica parece efectiva, aunque ¿cuántos años van a pasar hasta que veamos repartidores robóticos trayéndonos el paquete de Amazon?