Esta chica se implanta un chip de su coche Tesla en su propio brazo
¿Para qué? Para poder desbloquear el vehículo sólo con poner el brazo encima, sin tener que enseñar la tarjeta.
En 1972, el aclamado escritor Michael Crichton (Parque Jurásico) imaginó en su novela El Hombre Terminal lo mismo que el mangaka Shirow Masamune en 1989 para su Ghost in the Shell; lo mismo que Eidos en su juego Deus Ex: Human Revolution; lo mismo que en 2017 Regina Dugan, jefa de uno de los grupos de investigación de Facebook, dejó caer durante el evento F8 del 2017: chips y electrodos implantados directamente en el cerebro y otras partes del cuerpo. ¿El motivo? Para acceder a una condición meta-humana, para acelerar la evolución e implantar esa tecnología que usamos a diario directamente dentro de nosotros. Para evolucionar física y tecnológicamente.
Implantarse un chip de un Tesla
Para quien lo desconozca, los vehículos Tesla no vienen con la clásica llave de coche, sino que pueden desbloquearse y arrancarse con un móvil, un llavero en forma de coche o una tarjeta electrónica. Simplemente con pasarlos por una zona de la puerta, el coche se desbloquea.
Conozcamos a Amie DD, una YouTuber, Instagrammer, cosplayer, ingeniera de software y “fabricante de cosas” como ella misma se describe que también es fan de la idea de las prótesis a lo Deus Ex, a lo Ghost in the Shell. Tanto que decidió probar a implantarse hace unos años un chip en su cuerpo para poder abrir la puerta de su casa sin llaves, simplemente pasando el brazo -además de enviar la dirección de su web al navegador de un móvil. Esto la ha animado a hacer el ‘más difícil todavía’: implantarse el chip RFID de su tarjeta Tesla para hacer lo mismo con su coche y desbloquearlo con sólo pasar el brazo.
Encapsulado en un biopolímero
Un proceso documentado a lo largo de un año, Amie empezó intentando ‘hackear’ el chip que ya tenía implantado y pasar los datos de la Keycard Tesla al chip. Pero al no conseguirlo, optó por lo más difícil: sacar el chip de la tarjeta Tesla. Dado su montaje, no podía simplemente cortar el recubrimiento, sino que la tuvo que meter en acetona para disolver la tarjeta y quedarse con el chip RFID -es hipnótico ver el proceso, por cierto. Luego, en otro vídeo no recomendado para sensibles, vemos cómo en un estudio de modificación corporal le insertan el chip encapsulado en un bio-polímero del tamaño de una figurita LEGO dentro de su brazo.
Lo que no vemos es si el proceso dio resultado. Según Amie contó a The Verge, la cosa sí funciona y espera demostrar cómo abre el coche con pasar el brazo, aunque dado que ahora mismo “el brazo se me inflamó enseguida tras insertar el chip“, tiene que ponerlo muy cerca de su Tesla Model 3, a 25 milímetros, para abrir el coche. Según ella espera que la distancia efectiva aumente cuando le baje la hinchazón.
En Tesla, por cierto, aún no se han pronunciado. Pero eso de ver cómo se puede extraer el chip de una tarjeta Tesla simplemente con acetona puede que no les haya gustado. Aunque el vídeo de Amie no ha sido retirado.