Las claves de Baldur's Gate: ¿por qué es especial?
Recordamos las virtudes que hicieron de Baldur's Gate una de las marcas del rol más populares de siempre, y de Bioware un estudio de referencia.
Lamentablemente hoy no podemos decirlo, pero hubo un tiempo en que Bioware estaba instalada en la más absoluta élite del rol, y por no pocos motivos. Neverwinter Nights, Jade Empire o Star Wars: Caballeros de la Antigua República son algunos de esos motivos en forma de nombres propios, pero entre todos ellos sobresale uno en concreto: Baldur's Gate, el debut del estudio canadiense en el RPG.
La evolución del género ha dejado atrás a la franquicia, pero no tanto como cabía esperar, y si es así, no es sino por la enorme calidad que atesoraba. De hecho, lejos de quedar permanentemente en el olvido, vio lanzarse su Enhanced Edition hace 7 años, mientras que dentro de unos pocos meses tendremos otra oportunidad de disfrutarlo en consolas junto con otros grandes juegos de rol clásicos, en formato digital y en físico gracias a Meridiem Games, y cuya tercera entrega podría llegar a cargo de Larian Studios. Ahora bien, ¿por qué la popularidad de Baldur's Gate?
La obra magna de Bioware
Baldur's Gate se ambienta, al igual que otros grandes RPG como Icewind Dale (Black Isle Studios) o el mencionado anteriormente Neverwinter Nights en el universo de los Reinos Olvidados, una campaña de Dungeons & Dragons, creado por el también canadiense Ed Greenwood. Los más veteranos recordarán sus novelas y juegos de lápiz y papel, pero también más antiguos títulos como Eye of the Beholder o Pool of Radiance por un lado, y Dungeons & Dragons: Shadow over Mystara o Dungeons & Dragons: Tower of Doom, tomando estos la forma de un beat em up clásico. El estudio canadiense llevaría las mecánicas roleras a un universo con tan tremendo potencial, y lo haría con un éxito completamente merecido.
El juego nos pone en la piel de un huérfano -completamente personalizable- criado por el mago Gorion en la Costa de la Espada, la cual da nombre también a Sword Coast Legends, un RPG reciente que pasó realmente desapercibido y desarrollado por Digital Extremes (Warframe). La escasez de hierro y la presencia de mercenarios en el pueblo natal de nuestro protagonista lo lleva al exilio junto al mago, el cual termina falleciendo en un desafortunado encuentro, dando así comienzo a la aventura, aunque ni mucho menos sería en solitario.... El personaje creado será, al igual que en muchos otros juegos de rol muy importante para el devenir de los acontecimientos, aunque evidentemente este no tiene ni idea, mucho menos de los motivos.
Uno de los aspectos más sorprendentes por lo bien implementado de Baldur's Gate -visto en juegos más vetustos como Wasteland (1988), y que añadió una gran capa de profundidad, fue la presencia no ya de NPC, sino de la posibilidad de reclutar a algunos de ellos para reunir un grupo de cinco personajes, cada uno con sus diferentes habilidades. Esto, que en principio podría llevar a pensar en un somero toque estratégico, termina siendo una mecánica mucho más profunda al influenciar otros aspectos como la moral de nuestros compañeros o sus reacciones ante nuestro comportamiento. Es más, cabe la posibilidad e que alguno de ellos nos traicionara si estaba extremadamente en desacuerdo con nosotros, había algunas monedas de oro por medio, o, sorprendentemente, porque simplemente dos de ellos no se aguantan. Es esta profundidad la que por un lado es una de las grandes virtudes de Baldur's Gate, al mismo tiempo que no deja de ser una barrera de entrada importante para el público de masas.
Como es de intuir, estamos hablando de un juego donde el combate toma una forma eminentemente estratégica, existiendo la posibilidad de la pausa táctica, tal y como hemos visto recientemente en Pillars of Eternity o Dragon Age: Inquisition, por ejemplo. En este sentido, obviamente era imprescindible reunir un grupo de clases equilibrado, pero también de tomar buenas decisiones en el momento oportuno, ya que Baldur's Gate está muy lejos de ser un ARPG. Qué duda cabe que será todo un reto para Beamdog, el estudio a cargo de su conversión para consolas, adaptar estas mecánicas al mando de PS4, Xbox One y Nintendo Switch.
A pesar del paso de los años -nada menos que 21-, hay aspectos de Baldur's Gate que sorprenderán sobremanera, más si se sitúa en el contexto del tiempo. La complejidad de su mundo es uno de esos aspectos, tanto si hablamos de lo detallado de sus escenarios como de su tamaño, el cual conviene explorar porque no hablamos de un juego parco en sorpresas, misiones secundarias incluidas. También la sensación de libertad es muy destacable, aunque sea precísamente más en cuanto a la exploración que a la manera de actuar de nuestro protagonista, ya que el juego premia, sobre todo, el buen comportamiento, no habiendo apenas alicientes para jugarlo siendo un mal tipo. Pero sí, cabe esa posibilidad.
Seguramente haya muchos fans del rol moderno que se pregunten qué clasicos hay que jugar para descubrir los orígenes del género, o al menos, de su popularidad. Si hubiera que jugar tan solo tres, seguramente uno de ellos debería ser Baldur's Gate.
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