The Division 2 vs. Anthem vs. Destiny 2: la lucha por el tiempo del jugador
Comparamos el contenido endgame de los looter shooter de Ubisoft, Bioware y Bungie que compiten por el tiempo de los jugadores de PS4, PC y Xbox One.
En las últimas semanas hemos acudido al lanzamiento de dos juegos de un género relativamente nuevo, pero arduamente competido (con el permiso del battle royale). Cuando Bungie publicó Destiny en 2014, pocos esperaban que su fórmula, aunque criticada por muchos en el momento, fuera a inspirar títulos de otros grandes estudios. Y cuando apenas han pasado tres meses de 2019, aquí estamos, con la última temporada de Destiny 2 recién publicada, con la mayoría de los jugadores aun descubriendo los primeros rincones del Washington postapocalíptico de The Division 2, y con la comunidad de Anthem arañando el contenido endgame del looter shooter de Bioware.
Los juegos del género shooter looter no compiten solo por ser el título que el jugador escoja de la estantería de la tienda; como ocurre en los battle royale, los MMO y casi cualquier género online, estos títulos compiten por el limitado tiempo del jugador. Jugar a ellos es hacer una inversión de tiempo repitiendo actividades de todo tipo para conseguir el mejor equipo posible, y así, acceder al contenido endgame. Pero ese contenido de fin de juego debe ser lo suficientemente amplio y profundo como para captar la atención del jugador; nadie va a perseguir la zanahoria si esta está podrida, sobre todo cuando hay tantas zanahorias en el mercado.
Con este artículo queremos ofrecer una comparativa de cuál es el contenido endgame de las tres propuestas comerciales que compiten entre ellas: The Division 2, Anthem y Destiny 2; cuál es el camino que proponen para llegar a la meta de conseguir el mejor (o todo) el equipo disponible. Eso sí, dejamos de lado títulos gratuitos como Warframe y propuestas looter que no abarcan el shooter, como el Diablo del que nacen todos estos juegos.
The Division 2: ¿el mejor contenido endgame de un shooter looter en su lanzamiento?
Massive Entertainment y Ubisoft han escuchado las críticas que recibió el primer The Division en los meses tras su lanzamiento. Es complicado saber cómo de amplio y profundo es el contenido de fin de nivel en su primera semana de lanzamiento: actividades que parecen variadas pueden volverse monótonas, y viceversa. Así, conforme la comunidad fue jugando a la Zona Oscura de aquella Nueva York tan nevada como militarizada, se vio que faltaba contenido final de juego.
En The Division 2, una vez los jugadores vean los títulos de crédito al completar las misiones principales de la historia, se abrirá una nueva campaña de nivel 30. Los Colmillos Negro, una facción más poderosa y con mejores artilugios con los que matar al jugador, ocuparán el mapa de Washington D.C. Todas las misiones de la historia se podrán volver a jugar enfrentándose a estos nuevos enemigos más difíciles que obligarán a usar diferentes estrategias, cambiando radicalmente la experiencia y haciendo que estemos ante una experiencia nueva. Por suerte, una vez se alcanza el nivel 30, los jugadores desbloquean tres especializaciones con las que orientar a su personaje: francotirador, superviviente o demolición; cada una con sus propias habilidades y con sinergias entre sí.
La Zona Oscura vuelve de la primera entrega, pero esta vez en plural. En lugar de un gran escenario, hay tres de ellas, y se puede acceder progresivamente (la primera de ellas se desbloquea antes de llegar a nivel 10). Cada semana, los Colmillos Negro ocuparán una de estas ZO, haciendo el reto más difícil a cambio de la posibilidad de obtener mejor equipo. De este modo, la ZO endgame variará cada semana. Para quien no haya jugado al primer Division, en las Zonas Oscuras los jugadores exploran el escenario en busca de equipo contaminado, enfrentándose a personajes controlados por la IA. Para poder usar ese equipo deben llamar a un helicóptero para extraerlo. Lo interesante es que cualquier jugador puede matar a otro y robarle el loot, incluso cuando este ya está colgado en la cuerda de extracción.
También hay tres mazmorras de alto nivel que repetir una y otra vez para conseguir el mejor equipo, y tampoco podemos olvidarnos de la vertiente PVP juego con dos modos: Escaramuza y Dominación.
A ello hay que sumar la llegada a The Division de las raids, cuyo concepto es similar al de Destiny y juegos MMO. Todos los jugadores podrán acceder a este contenido cooperativo para ocho jugadores, aunque Ubisoft no ha dado detalles de cuándo saldrá. Lo que sí se sabe es que será bien difícil. En una entrevista con los desarrolladores realizada por el youtuber Arekkz, se explicaba que estas incursiones obligarán a los jugadores a hablar durante el transcurso de la raid, a dividirse en grupos, a y coordinarse para enfrentarse a los jefes finales.
Como es habitual, todo este contenido se repetirá hasta la saciedad por los jugadores más comprometidos por el título para conseguir no solo las mejores armas, sino aquellas con los perks que prefieran; además de la búsqueda de materiales para craftear equipo y mejoras para el mismo.
Asimismo, Ubisoft ha presentado su hoja de ruta para el primer año de The Division 2, donde se incluyen especializaciones adicionales, misiones gratuitas y de pago y más contenidos.
Anthem: un endgame cataclísmico
Una vez se ha terminado la historia de Anthem (aproximadamente 20 horas), la meta del jugador es conseguir el mejor equipo posible. ¿Para qué? En el juego de Bioware, el endgame está planteado de manera similar a Diablo 3 en sus primeros meses de vida: la repetición de las mismas actividades una y otra vez con un nivel de dificultad mayor, a cambio de conseguir mejor equipo. Así, una vez alcanzado el nivel 30, los jugadores pueden acceder a las dificultades Gran Maestro 1, Gran Maestro 2 y Gran Maestro 3, que pueden aplicarse a cualquiera de los contenidos del juego.
Los jugadores que terminen la campaña tienen varias opciones para conseguir el perseguido equipo de nivel Magistral y Leyenda. El principal son los Baluartes, mazmorras que se tarda en completar entre 30 y 40 minutos y que no implica mecánicas demasiado complicadas: acabar con enemigos, recoger orbes o componentes de una reliquia, hacer frente a hordas defendiendo un punto y combatir contra un gran jefe final (habitualmente acompañado de muchos enemigos más). A fecha de marzo de 2019, hay tres Baluartes disponibles, aunque uno de ellos es una adaptación de la misión final del juego.
También se pueden repetir las misiones de la campaña en las dificultades mencionadas, pero no se puede elegir cuál de ellas se quiere hacer. Los jugadores tendrán que entrar a una lista con matchmaking de Partida rápida en la dificultad que elija, y entrará en una misión que puede estar empezada. Junto a las misiones están los Contratos, de dificultad estándar o épica, que sirven para subir el nivel de afinidad con las facciones del juego (libranceros, arcanistas y centinelas), y por supuesto, para conseguir recompensas en forma de equipo.
A todo ello hay que sumar el Juego libre, o lo que es lo mismo, la exploración del mundo con otros jugadores. Aquí el objetivo será recolectar recursos de distinto tipo para fabricar armas, equipo y consumibles (potenciadores de un solo uso) y hacer eventos públicos con los que conseguir loot, que también soltarán algunas grandes criaturas del mundo como los titanes de ceniza o los ursix, aunque en este último caso la recompensa no está asegurada.
Sin embargo, en estos momentos no hay un contenido, más allá de los niveles de dificultad, que incite a los jugadores a conseguir mejor equipo para experimentar algo nuevo. Ese nuevo equipo se usará para hacer lo mismo, pero más difícil.
Durante los próximos meses el juego irá recibiendo nuevos eventos para el Juego Libre, Baluartes adicionales, un sistema de tablas de puntuación y retos para estos Baluartes, misiones adicionales y los cataclismos, el que promete ser el contenido endgame diferenciador de Anthem: se trata de eventos que provocarán cambios en el mapa durante tiempo limitado, introduciendo nuevos tipos de enemigos y condiciones meteorológicas extremas.
Destiny 2: una larga lista de deberes
En el caso de Destiny 2, al ser un juego que se lanzó en septiembre de 2017 y que ha visto hasta la fecha dos contenidos adicionales, una expansión y dos temporadas con nuevos modos de juego, hay que preguntarse qué entendemos como endgame. ¿Se trata de todo el contenido disponible al completar la campaña principal o el contenido disponible al pasarse todas las campañas? ¿Hablamos del contenido que se debe hacer para poder hacer el contenido de mayor nivel del juego o todas aquellas propuestas jugables que dan acceso a más armas y equipo?
Pongámonos en el caso de un jugador que llega de nuevas a Destiny 2 en marzo de 2019 y que ha comprado todo su contenido; al contrario que en los dos juegos anteriores, en el que el contenido adicional es gratuito al menos durante el primer año, en el looter shooter de Bungie hay que comprar el juego base, los DLCs La maldición de Osiris y El estratega, la expansión Los renegados y el Pase Anual que da acceso a tres temporadas de contenido adicional: en total, 100 euros con la Colección completa del juego.
Así, se tendrá acceso a la campaña del juego base de unas 12 horas, las campañas del DLC de Osiris (en Mercurio) y el estratega (Marte) que suman cinco horas y la campaña de Los renegados (que dura algo más de siete horas). Pero el jugador también puede subir directamente su personaje a nivel 30 y acceder directamente a la campaña de Los renegados (dejándose para más tarde, o para otro PJ, el otro contenido). De hecho, puede incluso ponerse a nivel de equipo 640 y acceder al contenido más actual gracias a cuatro contratos (unas dos horas de juego) que otorgan equipo a ese nivel por hacer actividades como Asaltos, patrullas, partidas del Crisol…
En el caso de que se elija esta última opción, el jugador podrá entrar directamente al bucle del endgame actual: Gambito Supremo y La decisión. En Gambito Supremo se mezclan el PvE con el PvP. Un equipo de cuatro jugadores se enfrenta a hordas de enemigos que sueltan motas. Estas motas deben ingresarse en la banca. Al ingresarse 100 motas, se invoca a un gran jefe final invulnerable que solo se puede atacar cuando se derrota a otros tres enemigos poderosos. Otro equipo de cuatro jugadores está intentando hacer exactamente lo mismo en un mapa paralelo, y gana el equipo que antes consiga vencer a ese jefe final. Además, cada cierto hito (al ingresar tal cantidad de motas, al bajarle la vida al jefe cierto porcentaje) se activa un portal para invadir al equipo contrario y matar a sus jugadores, y así, conseguir que pierdan motas o que su boss recupere vida con sus muertes.
Para este modo hay equipamiento en forma de piezas de armadura que designan cuatro roles distintos orientados a la invasión del otro equipo, a matar monstruos, a ingresar motas o a la protección de la banca (porque cuando el equipo contrario ingresa cinco, diez o quince motas, invocan un gran enemigo en la banca del adversario). En Gambito Supremo los jugadores reciben un componente que no sirve para nada hasta que se ingresa en la banca de La decisión, una arena cooperativa para cuatro jugadores donde hay que enfrentarse a hordas de enemigos antes de que se acabe el tiempo. Al conseguirlo, aparecerá un componente de armadura aleatorio dependiendo del componente de Gambito que hayamos apostado (por ejemplo, si era verde, darán equipo de destructor, y si es amarillo, de protector). Hay tres niveles de La decisión, cada uno de ellos con un desarrollo distinto, con dificultad creciente y con unas exigencias de poder (el nivel del equipo) más altas: 650, 670 y 690. Y esto es lo que nos lleva al contenido anterior.
Al iniciar sesión en Destiny 2 aparece el mapa con todos los planetas y modos de juego disponibles, y al lado de ellos, los iconos que avisan de que no se ha completado la actividad semanal disponible. Esas actividades semanales otorgan equipamiento destructivo, o lo que es lo mismo, equipamiento que aumentará el nivel del jugador, al menos, unos puntos; y si ya está al nivel máximo, la posibilidad de que caiga equipo que ya tiene, pero con perks mejores. En definitiva, el grindeo.
Estas actividades son los asaltos (mazmorras de tres jugadores), el Ocaso (asaltos de dificultad personalizable activando y desactivando potenciadores y limitaciones), misiones de historia heroicas, gambito supremo, gambito estándar, la decisión, El Crisol (el PVP de Destiny, con diversas submodalidades y modo competitivo), y las Incursiones o raids (hay tres distintas, y dos cubiles o añadidos a una de ellas), contenido para seis que no se puede hacer por matchmaking y que requiere coordinación y conversación.
A ello hay que sumar el sistema de contratos de la Armería Negra, que piden hacer actividades diversas a modo de grindeo para obtener un molde arma que hay que forjar en una fragua. Las fraguas son modos de juego donde hay que acabar con oleadas de enemigos; algunos de ellos otorgan unos orbes que hay que lanzar hacia la fragua. Tras dos oleadas, aparece un jefe final. En total, hay cuatro fraguas distintas, aunque el modo de juego es el mismo.
Asimismo, los contratos o búsquedas (misiones que se guardan en el inventario) necesarios para desbloquear armas exclusivas exóticas o épicas obligan al jugador a revisitar una y otra vez contenido anterior: ir a tal planeta a matar a equis enemigos, completar tal número de rondas en el Pozo Ciego o en el Protocolo de Aumento (otras variantes del modo Horda), acabar Sectores Perdidos (mazmorras brevísimas accesibles desde el mundo abierto de cada planeta), etc.
Además, durante las próximas nueve semanas se añadirá una nueva misión cada fin de semana, en estos momentos está disponible un contrato para conseguir un arma del primer Destiny (El Espino), y continuamente se celebran eventos PvP llamados El estandarte de hierro.
De los tres juegos se han obviado ciertas actividades orientadas a los jugadores más comprometidos, como el desbloqueo de triunfos o desafíos, la recolección de coleccionables por el mundo y otros contenidos que si bien suponen más horas de juego tras terminar el título, no entran dentro del loop de la jugabilidad de un looter shooter.
En definitiva, los tres juegos tienen el material suficiente para jugar decenas de horas a cada uno de ellos, y en el caso de Destiny 2 y The Division 2, incluso cientos de ellas sin contar lo que está por venir en forma de contenido adicional o de pago, con el añadido que el juego de Ubisoft no lleva ni una semana a la venta. Sin embargo, en un looter shooter tan importante es la cantidad de contenido disponible en el endgame como la cantidad de amigos que se tenga en cada uno de ellos, pues al final, de nada sirve poder jugar mil horas sin tener amigos con las que acompañarlas.
- Acción
The Division 2 es la secuela del exitoso título de acción táctica y disparos de Massive Entertainment y Ubisoft para PC, PlayStation 4, Xbox One y Stadia, donde los jugadores deberán cooperar para salir airosos de nuevos y peligrosos retos. Dirige un equipo de agentes de élite en lo que queda de Washington D.C. tras el paso de una pandemia para restablecer el orden e impedir el colapso de la ciudad. Juega con tus amigos en cooperativo y PvP, consigue potentes armas y equipo y conviértete en uno de los elegidos para proteger el Capitolio en pleno estado de emergencia. La misión no termina con la campaña. Más allá del nivel 30, a los agentes de la División les esperan nuevas especializaciones, modos de juego, incursiones y mucho más.