Su quinta entrega ya está aquí
Cuando Resident Evil se convirtió en Devil May Cry
Recordamos la curiosa y casual historia del origen de la saga Devil May Cry, la cual surgió a raíz del desarrollo de lo que pretendía ser Resident Evil 4.
Hoy lo consideramos como uno de los principales referentes del subgénero de la acción conocido como hack & slash, y la franquicia ha llegado hasta su ya quinta entrega, reboot mediante, pero el camino, y sobre todo el origen, hasta llegar al excelente Devil May Cry 5, ha estado marcado por la casualidad. Devil May Cry ha pasado por muchas manos, incluso por las de los británicos Ninja Theory, pero la historia de su creación es una de esas que dejan claro que el azar tiene una influencia en ocasiones inevitable, y en este caso muy positiva. Es vox populi que la primera entrega, lanzada en 2001 para PlayStation 2, surgió del desarrollo del que iba a ser Resident Evil 4, como reconoció Hideki Kamiya en una entrevista con 1Up, pero… ¿cómo llegó Capcom a concluir que la mejor decisión era directamente la creación de una IP completamente nueva?
El origen de un mito de la acción
Tras el lanzamiento de Resident Evil 3: Nemesis, Capcom -Shinji Mikami en concreto- encargó el desarrollo de la cuarta entrega a un equipo dentro de la compañía nipona conocido como Team Little Devils, con Kamiya a la cabeza. El peculiar creativo que más tarde fundaría Platinum Games a partir de las cenizas de Clover Studios, tenía experiencia al haber trabajado en las dos primeras entregas, pero la idea que tenía Kamiya para Resident Evil 4 era muy diferente de lo visto hasta entonces. Si ahora lo recordamos como un punto de inflexión en Resident Evil al haberle dado más importancia a la acción por encima de la exploración y los puzles, lo que Kamiya tenía en mente era realmente más radical, ya que quería de hecho una acción aún más frenética con gran protagonismo de las armas de fuego, e incluso la presencia de espadas. La intención de implementar armas blancas proviene de un bug de uno de los primeros grandes éxitos de PlayStation 2, también a cargo de Capcom, Onimusha Warlords, con el cual era posible asestar mandobles a los enemigos que se mantenían en el aire.
La premisa argumental de lo que más tarde se convertiría en Devil May Cry de hecho se mantiene ciertamente fiel a lo que representa Resident Evil, presentando a Tony Redgrave, un hombre ataviado en una gabardina roja con una especial habilidad no solo en combate, sino también con unas cualidades mentales por encima de la media. Al igual que en Resident Evil (1996), el principal escenario sería una mansión, aunque en esta ocasión tendría un evidente aire gótico, para el que curiosamente el equipo a cargo había viajado hasta nuestro país para inspirarse, y en la cual Redgrave creía que se hallaba el secreto de sus múltiples habilidades. Finalmente así sería, y terminaría descubriendo que estas eran fruto de un experimento de Umbrella Corp. Como es fácil imaginar, tras el nombre de Tony Redgrave -cuyo aspecto original podemos ver en la imagen de debajo- no se esconde otro sino Dante.
El viaje a Europa del equipo había dado resultado, pudiendo obtener material gráfico suficiente para poder crear unos escenarios lejos de las cámaras fijas de Resident Evil, pudiendo seguir mejor la acción, pero a pesar de que el aspecto del juego era cada vez mejor, había alguien muy preocupado por el cariz que estaba tomando: el mismísimo Shinji Mikami, la cabeza pensante del juego original. Mikami, que reconoció en una entrevista haber perdido personal durante el desarrollo de Devil May Cry, incapaces de adaptarse a las complejidades de PS2, se dio cuenta de que lo que estaban creando Team Little Devils distaba mucho de la esencia de Resident Evil, pero aún así, apuntaba a convertirse en un gran título. En resumen, no le veía futuro como Resident Evil, pero sí como una nueva licencia de éxito, algo que consultó a Yoshiki Okamoto, entonces mánager general de desarrollo de Capcom. La negativa de Okamoto fue inmediata.
Pero Mikami creía en aquel proyecto, y tras hablar largo y tendido con el equipo de desarrollo, logró convencer finalmente a Okamoto, y como consecuencia, Kamiya tuvo que reescribir completamente la historia. No más Tony Redgrave, no más Umbrella Corporation… Era la hora de Dante, que curiosamente no abandonaría su anterior nombre, utilizándolo en sus primeros años.
Aún habiendo completado su metamorfosis, se adivinaba mucho de Resident Evil en el ya definitivo Devil May Cry, como demuestran algunos artes conceptuales de personajes, enemigos y escenarios, pero Kamiya no eran tan optimista. Tras confesar que habían perdido un año de trabajo, no solo creyó que eso sería motivo de despido por parte de Capcom, sino que cree que es una de las principales razones por las que la compañía nipona lo apartó del desarrollo de Devil May Cry 2, que como sabemos, estuvo muy alejado del estándar de calidad del original. No fue ese el caso de Devil May Cry, que fue un éxito rotundo en 2001 alcanzando los 2’16 millones de copias vendidas, que aún no siendo ni mucho menos de los más vendidos de la saga -solo supera a la segunda entrega- sí está considerado como un antes y un después de un género que más tarde daría lugar a joyas del calibre de Bayonetta o Ninja Gaiden 2, por ejemplo.
La experiencia con el desarrollo de Devil May Cry hizo que Capcom decidiera que fuera el propio Mikami quien se encargara de liderar el trabajo en Resident Evil 4. A pesar de ello, Mikami sí introdujo numerosos cambios en la fórmula que hicieron que la franquicia ya no fuera lo mismo, dando pie a Resident Evil 5 y Resident Evil 6, donde el giro a la acción fue definitivo. Sin embargo, por supuesto, estaba lejos de lo que ofrecieron Kamiya y su equipo con Devil May Cry, una franquicia de la que esta semana celebramos el lanzamiento de su fantástica quinta iteración.
Devil May Cry 5, desarrollado y editado por Capcom para PC, PlayStation 4 y Xbox One, es la quinta entrega numérica de la saga de acción hack'n'slash, secuela de la cuarta entrega protagonizada principalmente por Nero junto a Dante, una nueva entrega de esta legendaria serie de acción que une su característica combinación de acción frenética y personajes de otro mundo con la última tecnología en videojuegos de Capcom para crear una obra maestra de la acción-aventura revolucionaria gráficamente.