De Raiders a Spacelords, una evolución creciente
Spacelords, la guerra espacial pulp sigue
Spacelords ha evolucionado mucho desde la primera edición de Raiders of the Broken Planet. ¿Merece la pena volver al Planeta Roto?
Spacelords no es un nuevo videojuego de Mercury Steam, sino el renacimiento del anterior Raiders of the Broken Planet. El estudio español que nos traía Samus Returns y Castlevania: Lords of Shadow, regreso de dos hitos de la acción, lanzó en noviembre de 2017 un título propio y ambicioso. Raiders of the Broken Planet, shooter multijugador de temática pulp, ponía el mismo acento en los disparos que en el combate cuerpo a cuerpo y ofrecía un diseño de niveles en el que cada misión era única, en lugar de limitarse a la aniquilación de enemigos. Sin embargo, el modelo de negocio no terminó de calar entre el público: campañas fasciculares por 10€ cada una y micropagos dentro del juego para poder acceder a nuevos personajes, mejoras, e incluso el propio lore.
Por ello, Mercury Steam decidió cambiar de rumbo y convertir Raiders of the Broken Planet en Spacelords, que adoptaba el modelo free-to-play tan en auge en el juego online. El cambio no sólo consiste en la disponibilidad gratuita de todas las campañas, sino en el resideño de un menú más intuitivo y un sistema de progresión cimentado en la dedicación al juego, con la posibilidad de acelerarse con dinero real.
Spacelords mantiene sus clásicas de juego: nos enfrentamos a una misión, en la que el equipo debe coordinarse para cumplirla mientras lidia con las oleadas de enemigos. Disponemos de varios mercenarios con sus respectivas habilidades propias, ventajas y desventajas, y el carisma de cada personaje se rige por un aspecto imponente, amén de una personalidad excéntrica. El combate cuerpo a cuerpo es el único medio para obtener munición y aleph, la fuente de energía que rige el universo de Spacelords y un requisito vital para completar algunas misiones.
El matchmaking en Spacelords es la mejora más agradecida, puesto que el mayor defecto de Raiders of the Broken Planet residía en las largas colas de espera. La optimización ha sido posible gracias a dos factores: la prorización del multijugador por encima del modo solitario — relegado a un modo entrenamiento, muy aconsejable para aprender a dominar personajes y mapas— , y la búsqueda simultánea de partida entre todas o varias misiones disponibles, en las que podemos participar como Raider o Antagonista. Asimismo, es posible que varios jugadores de nivel diverso se den cita en una misma partida. La desigualdad de categoría queda planteada con que el jugador más experto hace el rol de Mentor, que guía a sus compañeros a cómo llevar a cabo con éxito una misión en Spacelords y se lleva puntos de experiencia extras por ello.
En cuanto a las campañas de Spacelords, tendremos disponible la primera misión, y deberemos acumular experiencia para desbloquear las siguientes. Esto resulta un arma de doble filo, puesto que, si bien se incentiva la participación en el juego, es posible que para algunos jugadores se haga repetitivo revisitar las misiones desbloqueadas con tal de llegar al nivel deseado y así acceder al contenido nuevo.
Los clanes son un nuevo añadido que ha enriquecido la experiencia online de Spacelords. Es posible crear y unirse a uno de los múltiples grupos de amos del espacio para organizar partidas juntas, amén de socializar con otros amantes del juego.
El sistema de recompensas en Spacelords ha sido adaptado a un enfoque más meritocrático. Antes, todo el equipo debía repartirse el botín, al margen de la calidad de su aportación a la partida. Ahora, la puntuación obtenida se convertirá en la probabilidad de hacernos con el tesoro deseado. Así, si se nos puntúa con un 8, tendremos un 80% de posibilidades de obtener ese esquema de arma deseado.
En cuanto a la dificultad de Spacelords, ésta resultará exigente para los jugadores nuevos, pero resulta satisfactoria una vez dominemos a varios personajes y nos familiaricemos con el sistema de juego y sus campañas. Cada misión contiene buenas dosis de adrenalina y tensión, brindada por los múltiples enemigos que se interpondrán en nuestras tareas. Es necesario mantener la guardia alta y no confiarse, puesto que a las hordas se pueden sumar una amenaza superior e indómita. La coordinación de equipo y la comunicación directa son claves para triunfar, y los comandos del juego facilitan la transmisión rápida de mensajes, como el solicitar el reagrupamiento. Si el Antagonista entra en juego, la partida resultará mucho más emocionante, en especial si nuestro rival es un jugador experimentado. Por otro lado, jugar como Antagonista resulta un desafío casi superior al de Raider; es necesario conocer muy bien cada mapa y adaptarse a nuestros enemigos humanos para poder sorprenderles y sabotear su misión.
A medida que juguemos, obtenemos experiencia, puntos de facción y dinero virtual, el cual podemos invertir en mejoras para armas y personajes, o en puntos de Mercury que, a su vez, se pueden comprar con moneda real. Asimismo, los textos de lore ya pueden desbloquearse con puntos de facción. Cabe hacer mención a los cómics, relatos y cortos disponibles de Spacelords, en los que conoceremos un poco mejor a los forajidos espaciales que buscan con hacerse del control de la galaxia. Las skins, cuyo diseño es único, elaborado y relacionado con la personalidad del mercenario en cuestión, sólo son accesibles mediante puntos de Mercury.
Continúa presente Aequilibrium, el sistema de progresión interno de Spacelords. Este medidor calcula nuestras partidas como Raider y como Antagonista, infiltrado en una partida para sabotear la misión a sus contrincantes, de tal modo que accedemos a recompensas exclusivas según las partidas dedicadas al otro bando. Si el eje se mantiene en el centro, se nos premiará con recompensas más jugosas.
Apocalipsis en el Concilio es la última campaña disponible, lanzada junto con el Spacelords y su renovamiento, contiene cuatro misiones que consisten en combates con jefes finales. En cuanto a nuevos personajes, contamos con Valeria Robespierre, una joven adinerada y maliciosa, hija de uno de los patrocinadores de la expedición al Planeta Roto. Su afición es jugar a las muñecas con sus enemigos, en una perversa vertiente que consiste en intercambiar sus cabezas con las de sus robots. Su propio cuerpo está cubierto de una segunda piel diseñada por ella misma y que incluye unas cuchillas retráctiles en sus brazos. Su arma principal es un fusil, y su habilidad especial es abrir un puente de Einsten-Rosen con el que lanzar proyectiles cuánticos.
Aneska es la última incorporación que se une al elenco de Spacelords, y es una de las damas más esperadas. Según el propio estudio Mercury Steam en el vídeo de presentación, los propios jugadores la pedían como personaje jugable tras conocerla como jefa final en La Traición del Hades. El carisma de Aneska brillaba desde su primera aparición: una dama bella y temida, piloto de un mecha ajado pero aún funcional. Su propio diseño se diferencia del dúo fémina-robot gigante que tenemos asimilado en el imaginario popular. Aneska no posee una dulzura aniñada que contrasta con su fuerza de combate robótica; es una mujer adulta, distante y muy segura de sí. Su rostro es, tal vez, el más armónico y humanizado entre todas las amas del espacio —junto con Mikah y Ayana Kwena— , y su historia trágica se adivina en su ojo vendado —que nos recuerda a Rei Ayanami (Evangelion)— y en la cabeza del Krausher que lleva consigo. Al igual que el resto de Raiders, su apariencia se guía por una sensualidad agresiva que, en su caso, se define con curvas voluptuosas y músculos vigorosos. El blanco y rosa, tradicionalmente relacionados con la pureza y la feminidad, acentúan la belleza de una Aneska en la que la delicadeza no tiene cabida.
Aneska, que ha pasado de jefa final a compañera, tiene un estilo de combate muy estratégico y dinámico que hemos comprobado en MeriStation. Atlas G-620, su fusil de protones, es potente, de corto alcance y escasa cadencia de tiro, con lo que no debemos desestimar la cobertura durante los tiroteos. En el cuerpo a cuerpo, Aneska propina golpes contundentes, pero su esquiva es lenta. Por otro lado, la mayor ventaja de Aneska es su leal mecha, cuyo diseño evoca a los kaiju de Pacifim Rim. El robot gigante, que sólo podrá desplegarse en espacios grandes, atacará a enemigos con su espada láser. Aneska podrá sanarle disparándole directamente, y una vez fuera de combate, podrá reestablecer su energía con las baterías que dejen los enemigos al morir.
Tras Apocalipsis en el Concilio, Spacelords promete mantener vivo el interés de una comunidad leal, enamorada por un universo lleno de referencias a obras de la ciencia ficción como 2001: Odisea en el espacio o Cowboy Bebop. Mercury Steam asegura que hay “mucho por venir”. Por lo pronto, sabemos que Sööma, interpretada por Stefanie Joosten, será una próxima incorporación a un elenco de mercenarios irreverentes que burlan la muerte en su guerra por ser los amos del espacio.
- Acción
- Aventura
Raiders of the Broken Planet es el nuevo proyecto de los españoles Mercury Steam para PC, PlayStation 4 y Xbox One, una épica aventura de acción futurista centrada en el modo multijugador y en el que varias facciones se enfrentan en espectaculares combates asimétricos.