Travis Strikes Again: No More Heroes
- PlataformaPCNSW8PS4
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorGrasshopper Manufacture
- Lanzamiento18/01/2019 (NSW)17/10/2019 (PC, PS4)
- TextoEspañol
- EditorGrasshopper Manufacture
Travis Strikes Again: No More Heroes, Análisis - Delirante regreso del asesino otaku
Analizamos Travis Strikes Again: No More Heroes, título exclusivo de Nintendo Switch y dirigido por Suda51. Travis Touchdown vuelve por todo lo alto.
Tras un lapso de prácticamente una década —No More Heroes 2: Desperate Struggle fue lanzado en 2010—, Travis Touchdown, el maestro asesino, gamer, y otaku empedernido, vuelve a las andadas. No solo eso, sino que regresa, en exclusiva, a una consola de Nintendo. Le vimos nacer en 2007 en No More Heroes, título en su momento exclusivo de Wii. En 2019, Travis regresa con Travis Strikes Back: No More Heroes, videojuego exclusivo de Nintendo Switch. Goichi Suda y Grasshopper Manufacture lo vuelven a hacer. Estamos ante la enésima locura de Suda51.
Death Drive MK-II, la consola fantasma
Siete años han pasado tras los acontecimientos de Desperate Struggle. Travis Touchdown, cansado de los combates de clasificación de la UAA, vive completamente aislado y jugando videojuegos a su aire en una caravana en mitad del bosque al sur de los Estados Unidos. Bad Man, padre de Charlotte, más conocida como Bad Girl —una de las antagonistas de No More Heroes— busca a Travis con tal de vengar a su difunta hija.
En plena pelea, ambos son absorbidos por la Death Drive MK-II, una misteriosa consola que no llegó a ver la luz. Dentro de este sistema de juego, Travis y Bad Man pelean entre sí por pasarse todos los juegos de este sistema, ya que se dice que quien lo consiga podrá pedir un deseo. Bad Man desea resucitar a su hija, mientras que Travis... bueno. ¿Quién sabe?
Travis Strikes Again: todo un viaje lisérgico
Tal y como ya os informó nuestro compañero Sergio C. González con sus impresiones de Travis Strikes Again, no estamos ante un título con un gran presupuesto, lo cual se traduce en que no esperéis un apartado gráfico puntero, una gran cantidad de escenas cinematográficas, y demás parafernalia comúnmente asociada a las grandes producciones.
No obstante, no hablamos en ningún momento de que a nivel gráfico Travis Strikes Again sea malo. Teniendo en cuenta sus limitaciones, es bastante decente. Teniendo en cuenta lo experimental que es, se trata de un título a valorar más por su apartado artístico que por el puramente técnico.
Los diseños de los escenarios —los diferentes «juegos» de la Death Drive MK-II— pueden pecar de reiterativos y poco imaginativos, aunque la gracia principal de Travis Strikes Again: No More Heroes a nivel visual reside principalmente en el hecho de que mezcla sin ton ni son distintas estéticas, y todas casan a la perfección con el espíritu del juego. Por ejemplo, la escena introductoria está hecha en cel-shading. Por otro lado, una sección de uno de los juegos que visitamos está recreada con gráficos vectoriales. Y, por poner otro ejemplo más, Travis Strikes Back —no, no nos hemos equivocado, es el nombre que recibe el «modo historia»— se nos presenta como una novela visual, con su interfaz dedicada y todo.
Los diseños de los enemigos, que son bugs que están puestos a conciencia en los juegos con tal de que no los completemos, son bastante llamativos. Su aspecto y presentación —pausa breve con cortinilla con su nombre incluida— recuerdan a los de los Heaven Smiles de Killer7, un título anterior de Suda51. Esto podría ser perfectamente una referencia al videojuego de 2005.
Ciñéndonos a aspectos más técnicos del juego, sabed que rinde bien en todo momento. TSA utiliza Unreal Engine 4. La interfaz es simple y clara —y con un gran estilo personal, además—, y no hemos encontrado problemas independientemente del número de enemigos en pantalla, de si jugábamos en cooperativo o en solitario, o de si jugamos en modo dock o en modo portátil. Travis Strikes Again es, efectivamente, apuesta segura tanto si queremos jugarlo solos como con un amigo, tanto en casa como en cualquier otro lugar.
Ritmo mortal
Con respecto al apartado sonoro, seguimos haciendo hincapié en el hecho de que estamos ante un título que, teniendo en cuenta su presupuesto reducido, utiliza todos los recursos que puede y los aprovecha al máximo. Esto es, no hay un gran número de escenas cinematográficas —con su correspondiente doblaje—, aunque las que hay tienen uno más que potable. Salvando esto, la mayor parte de los diálogos que escucharemos será dentro de las propias partidas; improperios y vaciles varios tanto de Bad Man como de Travis mientras liquidan huestes de bugs a diestro y siniestro. Las voces del juego están en inglés, y los textos en castellano. La localización ha sido realmente buena, introduciendo bastantes localismos e improperios —principalmente en Travis Strikes Again, la novela visual— que hacen que el resultado final sea digno de elogio.
La música, por otro lado, puede pecar de ser algo machacona y repetitiva, aunque va muy en la línea de lo que cabría esperar de un título en el que Suda51 ha tenido algo que ver. Las composiciones son variadas y se adaptan al género que cabría esperar teniendo en cuenta en qué videojuego nos encontramos en cada momento
Mención especial y aparte merecen los efectos sonoros, que dotan de gran personalidad a Travis Strikes Back. Hay muchas voces digitalizadas y efectos de sonido que emulan el aspecto más virtual y electrónico de los videojuegos, metiéndonos en materia todo lo posible.
Travis contra Bad Man
Aunque la premisa del juego enfrenta a Travis contra Bad Man, a nivel jugable podemos enfrentarnos a los peligros que nos lanza la Death Drive MK-II en solitario o junto a un amigo. La excusa que se nos da es que los bugs de los juegos consideran que ambos asesinos son intrusos, por lo que estos deben colaborar entre sí con tal de completar los videojuegos.
El combate de Travis Strikes Again es muy simple, aunque entretenido. Estamos ante un título que es una mezcla de juego de rol de acción, y hack 'n slash. Desde una perspectiva cambiante en función del juego, aunque mayoritariamente cenital o pseudocenital, debemos ir liquidando a los enemigos que nos van saliendo al paso. Para ello, tenemos ataques básicos y comunes a ambos personajes —no habría estado de más una diferenciación clara entre ambos avatares aquí—, y una serie de habilidades con tiempo de refresco que son variadas y que ganamos mediante chips. Los chips los obtendremos como recompensa por derrotar a jefes finales, y hay otros ocultos en los escenarios, por lo que es una buena idea explorar todo lo posible ya que esto nos permite incrementar nuestra efectividad en combate.
Tened en cuenta que los chips están en un inventario único y compartido por ambos personajes. Esto es, un chip —y su habilidad correspondiente— equipado por Travis no podrá ser utilizado por Bad Man, y viceversa. Esto dota de algo más de complejidad a las peleas, y en cierto modo nos fuerza tanto a explorar como a utilizar diferentes combinaciones de habilidades, y ver cuál de ellas es la más efectiva en función de lo que el juego nos eche por delante. Como nota de humor, sabed que nuestros personajes no pueden pegar infinitamente, ya que se cansan. La energía viene representada con el icono de una pila, y, para recargarla, debemos realizar el clásico movimiento masturbatorio con los Joy-Con.
La dinámica de la inmensa mayoría de los niveles consiste en superar pequeñas peleas forzadas cada poco tiempo; no podremos avanzar hasta que no derrotemos a todos los enemigos en el área. A este respecto habría sido más original e incluso fiel con la premisa inicial que cada título ficticio de Travis Strikes Again adaptase a conciencia su jugabilidad. Cierto es que juegos como Life is Destroy o Golden Dragon GP tienen sus mecánicas adicionales —puzles de mover el escenario y carreras, respectivamente—, aunque no están muy elaborados. En este sentido, TSA nos recuerda a Eat Lead: The Return of Matt Hazard; era un videojuego cuyo protagonista también viajaba por los mundos de otros títulos ficticios, pero en todo momento sus mecánicas eran las de juego de disparos en tercera persona, no añadiendo grandes cambios o novedades a nivel jugable en cada mundo que visitaba.
Hemos probado Travis Strikes Again tanto en solitario como en cooperativo, y parece ser que los enemigos no se adaptan al número de jugadores, ya sea en fuerza o en número. En otras palabras: jugarlo solo es más difícil, y viceversa. Tened esto en cuenta. Y tened en cuenta también que no hay pantalla partida; ambos jugadores la comparten, por lo que es un cooperativo un poco a lo Sonic the Hedgehog 2. Ambos avatares deben permanecer más o menos cerca y dentro del encuadre de la pantalla si no quieren ser teletransportados constantemente a la vera del jugador 1.
Podemos subir de nivel con la experiencia que obtenemos tanto a Travis como a Bad Man para aumentar sus atributos base, aunque aquí lo de «juego de rol» ha sido reducido al su definición más básica: solo tenemos dos atributos, que son la salud, y el daño que hacemos. Siempre podemos volver a zonas que ya hayamos visitado, por lo que en teoría podemos subir de nivel de forma indefinida para hacer que zonas más complicadas sean un paseo.
Los combates contra los enemigos siguen un buen ritmo, y su posicionamiento y orden de aparición es inteligente. Cada tipo de enemigo ataca de una forma, y las peleas se basan en las mezclas de enemigos, y en cómo tenemos que adaptarnos a ellos en todo momento. Mención especial aparte merecen también las luchas contra los jefes finales de cada videojuego, con sus barritas de vida y sus múltiples fases. Bastante épicas, y bien resueltas.
Universo Grasshopper
Hemos tardado alrededor de trece horas en completar Travis Strikes Again. Teniendo en cuenta que hemos repetido nivel un par de veces para probar el cooperativo, para recoger objetos coleccionables, y que hemos jugado en solitario la mayor parte del juego, diríamos que su duración real es de alrededor de diez horas jugando en la dificultad estándar.
Los alicientes para la rejugabilidad son escasos, tema coleccionables aparte. Que, hablando de estos objetos, sirven principalmente para desbloquear nuevas camisetas —con logotipos de juegos indie reales— con las que equipar a Travis y Bad Man. No obstante, tened en cuenta que la versión física de Travis Strikes Back incluye el pase de temporada, que añadirá nuevos personajes controlables y escenarios en forma de nuevos juegos para la Death Drive MK-II. Otro factor a tener en cuenta es el hecho de que el juego sale a precio reducido. 40€ en lugar de los 60 habituales de las novedades en Switch.
Uno de los principales motivos de compra de Travis Strikes Back: No More Heroes es el hecho de que se trata de un título muy autorreferencial para con las obras anteriores de Suda51, construyendo lo que es, efectivamente, un universo compartido entre muchos de sus títulos. No os queremos reventar todas las sorpresas, pero, sabed que nos toparemos con personajes de The Silver Case o Diabolical Pitch, y veremos conexiones con Let It Die, por poner varios ejemplos. Las comparaciones de Goichi Suda con Tarantino, como veis, están más que justificadas, ya que ambos autores son bastante irreverentes y sus obras forman parte de un mismo universo.
Conclusión
No More Heroes: Travis Strikes Again es un título de acción y rol y hack 'n slash que hace bien prácticamente todo lo que se propone. Sus principales pegas son el hecho de que se nota su presupuesto limitado teniendo en cuenta la repetición de ciertas situaciones, y que algunos puzles resultan algo obtusos y rompen el ritmo del juego. Por lo demás estamos ante un título de notable alto; compra obligada para los fans de Suda51. Tened en cuenta, eso sí, que esto no es No More Heroes 3, sino que es un spin-off, con todo lo que ello supone.
Lo mejor
- Tremendamente divertido, sobre todo en cooperativo
- Sistema de combate accesible para todo tipo de jugadores
- El concepto es original, y la construcción de su universo es sublime
- La traducción y localización
- La versión en formato físico incluye el pase de temporada
Lo peor
- Es un juego de presupuesto limitado y experimental, y algunas limitaciones son evidentes
- Algunas situaciones y combates pueden hacerse repetitivas
- El surrealismo marca de la casa de Suda51 no es apto para todo tipo de jugadores
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.