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El Battle Royale original

PLAYERUNKNOWN'S BATTLEGROUNDS: Impresiones PS4

Te contamos nuestras impresiones tras jugar a PUBG en PS4 durante unos días. ¿Llegará esta versión a alcanzar la calidad necesaria?

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PLAYERUNKNOWN'S BATTLEGROUNDS: Impresiones PS4

A lo largo de la historia reciente de los videojuegos se ha repetido un patrón en el que un juego trae una idea novedosa casi perfectamente ejecutada que poco más tarde es perfeccionada, refinada y presentada a las masas por otra compañía, momento en el que la idea entra por fin en la conciencia popular y se populariza. Everquest dio paso a World of Warcraft y el MMO se popularizó, Dota dio paso a League of Legends y el MOBA rompió todos los esquemas de popularidad hasta el momento y hace poco más de un año PUBG (como se conoce hoy a Battlegrounds) dio paso a Fortnite y el Battle Royale se convirtió en la gigantesca presencia en nuestra industria que es hoy en día.

Esta sucesión de popularidad no siempre es tan clara como puede parecer. Everquest sobrevivió durante años tras el lanzamiento de WoW, Dota 2 sigue vivito y coleando a pesar de la espectacularidad popular de League of Legends y en el caso del título que nos ocupa sus números nunca han llegado a decaer de forma significativa y su versión móvil recientemente confirmó tener más usuarios que Fortnite en su totalidad de plataformas. PUBG sigue vivo y el equipo de Bluehole ha estado haciendo tremendos esfuerzos durante los últimos meses para mejorar la experiencia y hacer que llegue lo más cerca posible de alcanzar su potencial. Al mismo tiempo sigue intentando expandir su presencia y alcance, propuesto con el cual llega a PS4 con una versión que funciona sorprendentemente bien pero nos deja algo fríos en varios aspectos.

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Ausencias notables

Los veteranos de la versión de ordenador notarán la mayoría de carencias de esta versión desde el menú principal. Un aviso nos provoca anunciando la disponibilidad de Vikendi, el nuevo mapa hibernal al que solo tienen acceso los jugadores de computadora hasta el mes que viene. Tampoco podremos comprar el pase de batalla de esta temporada, por lo menos de momento, pero es algo que los aficionados a los cosméticos deben tener en cuenta. Pero lo más importante y el mayor fallo de esta versión del juego a día de hoy es la ausencia total de un modo en primera persona o la posibilidad de seleccionar un mapa. Si bien es cierto que ya sabemos que el día 27 seremos capaces de jugar en primera persona a uno de los tres modos disponibles (solos, dúos o escuadrones) se trata de una forma incomoda de introducir esta opción.

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El problema con esta carencia es que gran parte de la comunidad prefiere el modo en primera persona. Se argumenta que en esta modalidad de juego es más difícil tender emboscadas, pues en ningún momento somos capaces de tener visión de nuestro enemigos sin exponer por lo menos nuestra cabeza. La perspectiva de tercera persona, por su naturaleza, ofrece una experiencia de juego distinta que en nuestra opinión encaja peor con la jugabilidad de PUBG, que se beneficia enormemente de la dificultad y tensión añadida en el modo de primera persona. Lo cierto es que este es un juego donde gran parte de la tensión viene de la carencia de información absoluta, de no saber donde están nuestros enemigos o cuantos son hasta que llega el momento del enfrentamiento. Esto disminuye parcialmente cuando la perspectiva ofrece una ventaja explotable y en nuestra opinión es un error haber lanzado el juego sin un modo de primera persona.

No poder escoger mapa también debería ser preocupante para los usuarios de PS4. Esto es principalmente porque a día de hoy es el propio juego quien determinará al azar cual de los tres mapas disponibles jugaremos y no son todos de la misma calidad, ni mucho menos. Erangel fue mapa con el que empezó todo, una enorme isla conectada a otra más pequeña gracias a un infame puente, un mapa de tamaño mediano repleto de ciudades, pueblos y puntos de interés pero con amplios espacios entre ellos. Sanhok es algo más pequeño y por tanto más frenético, con elevadas cantidades de “loot” para recoger y partidas más cortas e intensas. En la actualidad este último es el preferido de la mayoría de jugadores, con tiempos de búsqueda de unos diez segundos frente a los treinta de Erangel. El tercer mapa, Miramar, es el más problemático en este caso. Se trata de un mapa desértico y, debido a su diseño, ofrece las partidas de PUBG más aburridas con diferencia. Aun si caemos en uno de los lugares más poblados, el resto de la partida será un insoportable viaje a través de tierras inhabitadas con la ocasional escaramuza a largas distancias. Habrá quien lo aprecié, pero sus diez minutos de tiempo de búsqueda en ordenador sugieren que son bastante pocos. El hecho de que una de cada tres partidas nos veamos obligados a jugar en este mapa y que las otras dos no podamos escoger entre el tempo tradicional de Erangel o la experiencia más movidita de Sanhok hace que la falta de selección de mapas sea una lacra total para la versión de PS4.

Optimizado, pero no demasiado

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Afortunadamente, en todos los demás aspectos se trata de una versión relativamente competente del juego. Lejos queda aquel terrible lanzamiento en XBOX donde a los malos gráficos se sumaban innumerables errores y una terrible optimización independientemente del sistema. En este caso hemos jugado en nuestra PS4 Slim y en ningún momento hemos notado que la acción bajase de los treinta fotogramas por segundo, algo necesario en un juego como PUBG donde un solo segundo puede significar la diferencia entre conseguir el pollo para cenar o ser uno entre los noventa y ocho muertos de cada partida. Solo en el vestíbulo anterior a la partida hemos notado alguna ralentización seria, algo de esperar al poner a casi cien personas en un espacio tan pequeño.

El problema es que este “buen” rendimiento se consigue gracias a unos gráficos que, francamente, no son de recibo hoy en día. Las texturas son horrendas, todas ellas tremendamente pixeladas, las animaciones parecen de un título de bajo presupuesto y sombras o reflejos brillan por su ausencia. Podríamos aceptar estos compromisos si no fuera porque hace unos meses Black Ops 4 lanzaba su propio Battle Royale con Blackout que funciona a unos perfectos 60 fotogramas por segundos en la misma consola con una calidad visual muy superior. Sí, la experiencia que ofrece PUBG es muy distinta de la que ofrece Blackout, pero ello no implica que debamos lidiar con estos gráficos dignos de una versión móvil ejecutada en un Android barato. El hecho de que los gráficos no hayan mejorado en la versión de Xbox en el año que lleva en el mercado nos hace dudar de que la situación vaya a mejorar en el futuro, más teniendo en cuenta que los parches más recientes de la versión de Microsoft han hecho que el juego esté aun peor optimizado.

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Los controles son adecuados si bien no perfectos. Echamos de menos la opción de configurarlos a nuestro gusto, pero es cierto que tardamos poco en hacernos a los controles predeterminados. Cosas como tener que mantener el botón de recarga presionado para recargar en lugar de simplemente presionarlo son confusas, pues la memoria muscular de cientos de otros juegos cuesta borrar. Una vez nos acostumbremos a estas particularidades en los controles, necesarias dada la enorme cantidad de acciones posibles en este juego, nos sentiremos como en casa controlando este complejo shooter militar con el Dual Shock 4. Detalles como presionar los sticks analógicos para inclinarnos a uno u otro lado son ingeniosas soluciones al difícil problema de trasladar este sistema de control a la consola.

El apartado sonoro es todavía mejorable. A pesar de jugar con unos buenos cascos con soporte para audio posicional, los pasos en PUBG siguen siendo difíciles de posicionar solo con nuestros oídos. Asimismo, a veces escucharemos tiros venir de zonas donde claramente no hay nadie y en general el sonido de PUBG no llega a ser tan preciso como debería en un juego tan tremendamente dependiente de estar en todo momento pendiente de donde pueden estar nuestros enemigos. Esto sí que esperamos mejore en el futuro, aunque no hasta dentro de mucho tiempo será perfeccionado.

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PUBG en PS4 es una buena versión del juego, especialmente para aquellos que no tengan otra forma de jugar al mismo. Por supuesto palidece en comparación con la versión de ordenador, pero ello no significa que quienes no hayan probado nunca el juego no vayan a sacar cientos de horas de disfrute de la versión para la plataforma de Sony. Los controles son aceptables, el juego aunque feo funciona relativamente bien, hay una buena cantidad de contenido y la experiencia que ofrece no se puede encontrar en ningún otro lado. Sencillamente, PUBG es el Battle Royale más cercano a una verdadera experiencia de simulación militar y ello hace que tenga una inherente ventaja sobre la competencia, por lo menos hasta que aparezca un auténtico imitador. Desafortunadamente, la ausencia total de modos de primera persona por ahora o la posibilidad de seleccionar un mapa, así como la posibilidad de mejoras técnicas en el futuro hacen que nos cueste recomendar la compra de esta versión ahora mismo. En apenas un par de meses debería conseguirse alcanzar a la versión de ordenador en lo que respecta a contenido, lo que también significa la adición del nuevo mapa nevado y llegados a ese punto este juego será una ganga por los treinta euros que cuesta.

PlayerUnknown's Battlegrounds

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PlayerUnknown's Battlegrounds, desarrollado por PUBG Corporation y editado por Krafton Inc. para PCXbox One, PlayStation 4, Stadia y dispositivos iOS y Android, es un título de acción y supervivencia tipo shooter basado en el modo Battle Royale que está siendo desarrollado a través de la retroalimentación con la comunidad. Comenzando de la nada, los usuarios tienen que luchar uno contra el otro para localizar armas y suministros para ser el único.

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