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Bendy and the Ink Machine

Bendy and the Ink Machine

Terror en tinta negra

Bendy And The Ink Machine, análisis

¿Es posible sentir terror en un estudio de animación de los años 30? Bendy And The Ink Machine nos demuestra cómo.

Bendy And The Ink Machine, de Joey Drew Studios, es una aventura de exploración, puzles y terror. A simple vista, es natural preguntarse cómo es posible pasar miedo con un videojuego en tonos sepia y cuyos personajes están inspirados en el cine de animación de los años 30. Cuphead (Studio MDHR) ya nos demostró con su animación vintage que es posible otorgarnos un universo retorcido. En el caso de Bendy And The Ink Machine no viviremos un terror espeluznante como el de otros videojuegos, pero sí nos mantendrá tensos en un estudio donde la soledad resulta inquietante y donde cada misión nos expondrá a un peligro misterioso. Mike Mood, uno de sus creadores, relató a GamesReactor en una entrevista el pasado diciembre que BioShock, el shooter de terror submarino, fue una gran inspiración para Bendy And The Ink Machine, en el que hallaremos muchas referencias a la pesadilla de Rapture.

A modo de meta-juego, Bendy And The Ink Machine se muestra como una creación de Joey Drew Studios, la misma empresa de animación en la que se ambienta la aventura. Joey Drew es el otro seudónimo de theMeatly, diseñador de videojuegos que expresa sus sentimientos y su día a día en la industria a través de otras creaciones, como su webcómic (ilustrado y guionizado por él mismo), su guiñol y su música. Su inquietud por el desarrollo le llevó a crear MeatlyMakes (2016), un simulador sobre la misma profesión de desarrollador, con todos las alegrías y sinsabores que proporciona el proceso creativo de un juego.

Bendy And The Ink Machine, creación conjunta de theMeatlyMike Mood, llegó en 2017 para PC (Windows, MAC y Linux) a través de un formato episódico que permitió que el propio juego creciera a través de las impresiones que despertaba en los jugadores. El pasado octubre llegó el último capítulo y la versión completa del juego. Rooster Teeth editó el título para PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch. El pasado diciembre, el diablillo Bendy llegó a móviles.

El estudio condenado al éxito

Joey Drew es un estudio de animación clásica que se consagró como referente gracias a Bendy, un travieso diablillo protagonista de sus cintas y de material adicional gracias al cual se construyó todo un emporio: peluches, una marca de sopa e incluso parque de atracciones. Henry Stein, antiguo socio de Joey Drew y animador de la empresa, recibe una invitación por parte de su compañero para que visite el estudio y así enseñarle algo asombroso. Sin embargo, la excursión de Henry poco tendrá que ver con un reencuentro entrañable.

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Bendy And The Ink Machine nos pone en la piel de Henry Stein, con cuya perspectiva en primera persona exploraremos el estudio Joey Drew para descubrir la sorpresa que nos tiene preparada nuestro amigo y creador. Sin embargo, nuestro antiguo hogar profesional se convertirá en un infierno de tinta del que desearemos huir al poco de empezar la partida. Nadie del equipo está allí para recibirnos, la soledad se convierte en la advertencia de un desastre que ha engullido al estudio y que está a punto de cobrarse nuestra vida. Entonces los sucesos paranormales empiezan a tener lugar: cartones de Bendy que nos sorprenden tras las esquinas, crujidos extraños, una figura misteriosa que nos acecha… ¿Qué ha sucedido en Joey Drew Studios?

El suspense de la historia se mantiene capítulo tras capítulo mientras vamos descubriendo varias pistas que nos sitúan en camino. Poco a poco, y sin perder el interés, desvelaremos la tragedia del estudio Joey Drew a través de los acontecimientos del propio juego y los personajes que conoceremos en nuestra desventura, ya sean los precarios supervivientes o los testimonios recopilados en casetes disperdigados por la oficina. Cuando encajemos todas las piezas del rompecabezas, nos encontraremos ante una dolorosa alegoría sobre la mala gestión del éxito, la adicción al trabajo y la ambición tóxica desenfrenada. 

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Cómo sobrevivir a un infierno de tinta

Bendy And The Ink Machine es una experiencia que se mantiene fresca en cada capítulo gracias a los elementos que va incorporando a una jugabilidad muy sencilla. En Moving Pictures, nos centramos en la exploración y resolución de puzles muy fáciles, consistentes en recopilar una serie de objetos. En The Old Song tendremos los primeros combates, los cuales representan el punto más flojo del juego a causa de su artificialidad: los movimientos del propio Henry a la hora de atacar son lentos y limitados, mientras nuestros enemigos son mucho más rápidos. Las amenazas consisten en humanoides hechos de tinta y cuyo origen desvelaremos a medida que resolvamos el misterio del estudio. En Rise And Fall nos cruzaremos con el Demonio de Tinta, una grotesca criatura diabólica, cuya presencia se anuncia con manchas que inundan el escenario de quien sólo podemos escondernos en cabinas marcadas con una aureola angelical; asimismo se sumarán nuevos enemigos. Colossal Wonders nos llevará a la decadencia de BendyLand, el esqueleto de un parque de atracciones que se convertirá en un pasaje del terror para Henry, y donde conoceremos a los primeros jefes finales. En The Last Reel obtendremos un espejo que nos revelerá pistas ocultas en las paredes, y nos prepararemos para el combate final.

Cada episodio dura una hora aproximadamente y es de agradecer que la experiencia se vaya renovando a medida que avanzamos, logrando así que el jugador se sorprenda y se mantenga tenso ante la incertidumbre de no saber qué ocurrirá a continuación. Algunos sucesos se anticipan, como las propias cabinas que descubriremos y en las que podemos meternos antes de que el Demonio de Tinta haga su primera aparición, preparándonos así para uno de los momentos más sobrecogedores del juego.

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Bendy And The Ink Machine demuestra que es posible crear una ambientación de terror psicológica, en la que la estrella no es la violencia explícita o la creatividad sanguinaria, sino la propia atmósfera del juego. Los escenarios están llenos de esquinas que ocultarán posibles peligros, el silencio queda roto por crujidos extraños o rugidos de máquinas. No faltarán los sustos repentinos que romperán con la extraña tranquilidad y, sobre todo, se nos cortará el aliento ante ciertos descubrimientos y criaturas. Por supuesto, el miedo que pasaremos dista mucho de títulos de perturbadora imaginería, como Silent Hill o Amnesia, pero sí sabrá mantener un clima perturbador que despojará de toda la inocencia el concepto que tenemos sobre la animación infantil.

A nivel de dificultad, Bendy And The Ink Machine resultará bastante asequible en la resolución de puzles, puesto que éstos consisten en explorar y hallar objetos. Los enemigos no serán difíciles en exceso, lo cual compensa un sistema de combate pobre, si bien cierta prolongada secuencia de lucha en el capítulo quinto se hará un tanto tediosa. Por su lado, los jefes añadirán un plus de desafío que superaremos al memorizar su patrón de ataque y crear una estrategia acorde. En cuanto a las armas, éstas variarán en función del momento del juego, y resultarán rudimentarias como se estila en una aventura de terror y supervivencia: hachas, tuberías, desatascadores...

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Las mecánicas de escondite resultarán mucho más simples que en otros títulos del género, lo cual se hace muy asequible para los jugadores menos veteranos, si bien los más experimentados pueden echar en falta un mayor desafío. En algunas secuencias, deberemos refugiarnos en cabinas del Demonio de Tinta, el Proyeccionista o la Banda Carnicera. No obstante, la inteligencia artificial no posee la complejidad de perseguirnos incluso cuando nos creemos a salvo; no memorizarán nuestros rincones ni nos sacarán a rastras de nuestra guarida. Podemos escondernos incluso a punto de caer en sus garras, y su solución será desistir y marcharse. 

Cuando suframos daño, churretes cubrirán la pantalla y sólo podremos curarnos si permanecemos unos segundos intactos, con lo cual recuperamos la nitidez de nuestra visón. Al morir, despertaremos en un túnel oscuro empapado en tinta, que deberemos recorrer hasta la luz, representada en un celuloide quemado. Cuando salgamos a la superficie (recuperando el aliento), será al lado de una estatua Bendy, erigido como el dios al que adora Joey Drew. Por otro lado, guardaremos la partida fichando en máquinas, lo cual forma parte de la alegoría sobre el culto al trabajo que representa Bendy And The Ink Machine.

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Exploración en soledad interrumpida

En Bendy And The Ink Machine la exploración se dará sin mapa, lo cual potenciará la sensación de desprotección del jugador. Nuestra única guía será la misión que nos asigne, con un pequeño consejo sobre cómo llevarla a cabo. En nuestra investigación del estudio, hallaremos objetos con los que podremos interactuar sin que éstos afecten de ningún modo a la partida, pero sí contribuirán al afán de coleccionismo y los trofeos: instrumentos musicales, juguetes con sonido y, sobre todo, latas de sopa de bacon de la casa que podremos sumar a nuestro inventario sin fondo.

Además de los testimonios en las cintas de casete, nos encontraremos con otros personajes que romperán nuestra soledad, si bien no todos serán nuestros aliados: Sammy Lawrence, Boris El Lobo, Alice Angel, etc. Conoceremos las conmovedoras historias tras cada uno de ellos, así como el papel que jugaron en la catástrofe de Joey Studios, e incluso los más antagónicos despertarán nuestro cariño y comprensión.

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Al finalizar el quinto episodio de Bendy And The Ink Machine, se desbloqueará un sexto, que consistirá en un museo en el que profundizaremos en el proceso creativo del juego y anécdotas. Asimismo, podremos iniciar una nueva partida, en la que contaremos con el espejo mágico desde el principio, lo cual añadirá un valor añadido a una rejugabilidad que nos permitirá descubrir más secretos del estudio de Joey Drew. También cabe mencionar las dos rutas excluyentes (Ángel y Demonio) que podemos tomar en el capítulo Rise And Fall, lo cual nos anima a probar un camino diferente en una segunda partida. 

Pesadilla de cartoon vintage

Bendy And The Ink Machine es un perfecto homenaje a la animación clásica de los años 30, de la que Walt Disney creó escuela. Los escenarios se muestran en sobrios tonos sepia en los que se mezcla la jugabilidad en 3D con elementos gráficos en 2D, lo cual logra un efecto muy acertado en el que se mezcla la realidad física con los dibujos animados. En algunas pantallas veremos fragmentos de las aventuras del propio Bendy, en los que se recrea a la perfección el cine animado de la época. El estudio solitario muestra 

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Los propios personajes del mundo animado nos evocarán a iconos de la época: Bendy es un cruce entre Mickey Mouse y Félix El Gato; Alice Angel es una Betty Boop convertida en una dulce diablesa; Boris es un homenaje a los cánidos emblemáticos como Pluto y Goofy

La tinta es el líquido vital en Bendy And The Ink Machine, y su rol equivale al que la sangre juega en otros títulos del género. Los charcos y regueros espesos y negros nos advertirán del peligro y la muerte. Nuestros enemigos, empapados y chorreantes, evocarán a la imagen del asesino en el cine de terror bañado en vísceras. Las pintadas siniestras en las paredes mancillan un estudio que era el templo de Bendy, decorado con sus pósters promocionales, figuras de cartón, relojes de pared y muñecos. 

La ambientación vintage y terrorífica de Bendy And The Ink Machine cuenta con una banda sonora en la que todo detalle está cuidado. El silencio será la música principal que nos acompañe, para lo cual los ruidos ocasionales nos podrán en alerta. Nuestros enemigos emitirán sonidos guturales desagradables, y en las cintas oiremos las voces del personal de Joey Drew Studios, con una interpretación muy acertada (y a la que se suma un cameo de Jacksepticeye) a la que se añaden efectos de ruido estático. Cabe destacar el latido de corazón que suena con cada aparición del Demonio de Tinta y que es un claro reflejo de cómo se siente Henry durante la secuencia. Ocasionalmente, oiremos temas jazz que romperán con el silencio opresivo, sin traernos ningún tipo de paz.

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En contra de Bendy And The Ink Machine juega una localización imperfecta: sólo están traducidos los subtítulos y algunos carteles dentro del estudio, lo cual crea un efecto incoherente. Asimismo, los textos muestran muchos calcos del inglés, y una fuente de letra un tanto pequeña para las transcripciones de las cintas de casete.

No obstante, las virtudes de Henry And The Ink Machine compensa a sus escasos defectos. Esta aventura de terror vintage animado contiene todo el amor por la animación clásica y la retuerce para concedernos una historia de terror en el que la sangre de convierte en tinta.

Este juego ha sido analizado en su versión para PS4.

Conclusión

Henry And The Ink Machine es una aventura de exploración y puzles que retuerce nuestra nostalgia por el cine de animación clásico para encerrarnos en un estudio pesadillesco que hace un uso inteligente de la ambientación. Cada ruido y esquina que doblar nos pondrá tensos y la intriga se mantendrá a lo largo de una partida a la que se van sumando más mecánicas propias del sigilo y el escondite. Tras Bendy, nos conmoveremos con una alegoría en la que se critica la adicción al trabajo y la ambición tóxica. Cada capítulo añade nuevas mecánicas a una aventura que sorprende al jugador continuamente, mientras mantiene su interés y aumenta su tensión. Lo único que juega en su contra en un sistema de combate ortopédico y un sistema de sigilo un tanto simple.

Lo mejor

  • Excelente combinación del 3D y 2D
  • Precioso homenaje al cine de animación clásico
  • El carisma de Bendy y sus compañeros
  • Conmovedora alegoría sobre la adicción al trabajo
  • Buen añadido a la rejugabilidad

Lo peor

  • Sistema de combate ortopédico
  • Mecánicas de escondite demasiado simples
  • Localización pobre
8.5

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.