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Guía para comprar los mejores juegos de PS4 en 2018
Repasamos 12 juegos de PS4 para comprar en Navidad que no puedes perderte si tienes esta consola. Imprescindibles en un año plagado de títulos de calidad.
Como todos los años, en MeriStation repasamos todo lo que ha dado de sí el año y os ofrecemos una guía muy navideña para que no tengas dudas para comprar los juegos de PS4 más interesantes de 2018. Seleccionamos los doce títulos que no pueden faltar en ninguna estantería. Variedad y calidad para todos los gustos. Y si buscas de Nintendo Switch, echa un vistazo a este artículo.
Detroit: Become Human
En su tercera obra en 11 años, David Cage y su Quantic Dream siguen dividiendo opiniones y creando debates sobre su manera tan particular de enfocar un videojuego. Pero a estas alturas ya deberíamos tener más que superado eso, una tara que impide disfrutar este estilo reconvertido en género propio. Este año, y tras un lustro de espera, al fin nos llegó Detroit: Become Human, una obra 100% Quantic Dream profunda, adulta, ambiciosa, emocional, emotiva, y a la postre el mejor juego del estudio en cuanto a cohesión de elementos. Las historias de Kara, Connor y Markus constituyen un tapiz jugable y narrativo que en mayor o menor grado logra crear esa respuesta emocional profunda que Cage y su equipo buscan. No es disparar mejor que otros, ni tener mejores reflejos, es enfrentarse a decisiones morales y hacerle cuestionar al usuario su forma de ser, decidir, sentir y razonar durante las 9-10 horas que Detroit dura en su primera vuelta. Quizás a nivel de notas no sobresale como uno de los Top 3 imprescindibles de 2018, pero sin duda Become Human es uno de los títulos más atractivos del catálogo 2018 de PlayStation 4, con una de las narrativas más poderosas del año -el interrogatorio de Connors, el resurgir de Markus-, gráficamente brillante y jugablemente desafiante. Para quien busque algo diferente.
Red Dead Redemption 2
Como siempre, en una época en que algunos calendarizan secuelas de forma anual, otros deciden -si las hacen- tomarse su tiempo para reinventarlas, agrandarlas manteniendo su esencia. Han pasado 8 años, OCHO desde que vivimos uno de los finales más épicos de la historia del videojuego con el primer Red Dead Redemption, que se atrevía a contar casi el final del Viejo Oeste americano ya en el siglo 20. Rockstar hizo una obra maestra, un juego que pesa en el recuerdo de muchos/as gamers. Y tras una espera eterna llena de dudas, años de rumores, hace unas pocas semanas hemos podido volver a ese universo de cowboys, cuatreros y tipos de mala catadura pero valores de hierro, en un Red Dead Redemption 2 que mira justo al siglo de oro del Far West, a un 1899 de transición.
¿Qué decir del juego que será GotY en muchísimas publicaciones (excepto en los Game Awards, victoria de Kratos) este año? Obra maestra épica, enorme, gargantuesca, con una narrativa de personajes e historias que le pondría la sonrisa torcida al Clint Eastwood de Sin Perdón. Un juego en el que simplemente hacerse su modo historia rápido es un insulto, en el que perderse cabalgando y descubrir los miles de detalles a nivel enfermizo implementados por la gente de Rockstar. Un juego que si bien no viene a reinventar la rueda -ni tampoco hacía falta que lo hiciera-, todo lo que hace lo hace rallando la perfección. ¿El GotY del año? Quien sabe. ¿Una obra maestra? Sin dudarlo.
Marvel's Spider-Man
¿Un Spider-Man de Insomniac? Ya el anuncio fue un ‘What the Fuck?’ en toda regla. No es que dudáramos de Insomniac, un estudio que desde la época de PlayStation 1 nos ha dado sagas y muestras para que no dudemos de lo bien que hacen las cosas, sino que era una propuesta que nadie habría pensado antes. Tras una serie de juegos -vamos a decirlo sin tapujos- DE MIERDA basados en el nuevo universo fílmico de los Vengadores -hablamos de los Iron Man 1 y 2, Thor y Captain America de SEGA-, y de una Warner que nos vino con los Batman Arkham, la pobre Insomniac estaba en el punto de mira. Y el resultado ha sido más, mucho más de lo que esperábamos.
Cogiendo de base el sistema de Sunset Overdrive -divertido y reivindicable- y adaptándolo al universo del Trepamuros, el resultado es un Spider-Man con una ciudad viva, un personaje que se mueve como jamás se ha movido el lanzaredes, con una curva de aprendizaje que al principio te hace sentir como un novato por más que hayas jugado todos los títulos de Spider-Man de los últimos 15 años. La dinámica del balanceo en telaraña, la cinética de los movimientos, unidos a una Campaña intensa y un acabado profesional de Insomniac en todos los apartados convierten a su Spider-Man en un imprescindible de PS4. ¿Hay cosas que mejorar? Sí, el margen de mejora está ahí sin duda, como lo que vimos de Arkham Asylum a Arkham City, pero en sí, este Spider-Man de Insomniac es uno de esos juegos que consigue algo que pocos logran actualmente de esa manera: divertir como pocos, y hacer que el jugador/a se lo pase bien. Eso, ya de por sí, es un ‘Insta-buy’ sin duda.
Tetris Effect
¿Qué convierte a un videojuego en un icono? ¿Quizás que 30 años después de su estreno aún sigan saliendo entregas de este? Quien nos iba a decir que en pleno 2018 aún veríamos el concepto del viejo Tetris protagonizar títulos más allá de los usuales recopilatorios nostálgicos, y más aun: verlo convertido en una obra de arte modernista. Y es que la fusión de los tetróminos rusos de Alekséi Pázhitnov con la visión de artista digital de Tetsuya Mizuguchi, el hombre que nos regaló incunables como Rez o Lumines, logra elevar al Tetris a la categoría de montaje audiovisual del MoMA neoyorquino. Es el concepto jugable del viejo Tetris, las piezas cayendo en un rectángulo abierto de lado, pero revestido del concepto visual made in Mizuguchi. La fusión, Tetris Effect, es una joya, uno de los sleepers de 2018, aunque mejor en modo normal que en la PS VR, la verdad. Un espectáculo visual hipnótico.
Dead Cells
La acción en dos dimensiones vive una nueva etapa dorada -y van...-, y por ello es cada vez más difícil destacar. El pequeño estudio Motion Twin lo consigue con Dead Cells gracias a unas pocas virtudes, pero que alcanzan un nivel de práctica excelencia, comenzando por un diseño de niveles fantástico que da pie a que el jugador quiera inspeccionar hasta el último de los rincones de cada escenario con tal de encontrar ese objeto oculto que le ayude a poder superar los cada vez más desafiantes obstáculos que el juego propone. Y es que como es habitual en el subgénero del roguelite, Dead Cells no es en absoluto un juego sencillo, todo lo contrario: morir es una constante, pero una de la que se aprende y que deja la sensación constante de querer lograr dar un paso más en la aventura. Con un sistema de combate equilibrado y multitud de opciones y builds, y uno de progresión con mejoras permanentes gracias al cual siempre sentimos que hemos mejorado, Dead Cells se consagra sin lugar a dudas entre los mejores indies del año.
Monster Hunter World
Capcom ha logrado superar todas sus marcas de ventas con la entrega más grande y más ambiciosa de una de sus franquicias estrella. Monster Hunter World supone además la puerta de entrada perfecta para los jugadores nuevos en la ya veterana saga, resultando muy convincente tanto como juego de acción como en sus elementos RPG, que no lo convierte en un juego de rol estrictamente hablando pero sí añaden más profundidad a una cantidad de capas tremenda. El mayor tamaño de los mapas se suma a un movimiento más ágil y con más posibilidades del personaje, aunque claro, siempre dependiendo de la cantidad y el peso del equipo que se elija llevar encima. Llegar a Astera solo es el primer paso de una aventura cuya magnitud no comenzamos a vislumbrar hasta que la abandonamos en busca del rastro de nuestras primeras presas, aunque visto el tamaño de muchas de ellas, la presa en muchas ocasiones es el propio jugador, abrumado no solo por dicho tamaño sino por el músculo técnico del que presume un juego sobresaliente en todos sus apartados. Solo o en compañía de otros tres jugadores, Monster Hunter World es una de las mayores aventuras del año.
Dragon Ball FighterZ
Si los fans de Dragon Ball esperaban el juego de lucha definitivo y largamente esperado, qué mejores manos que las de Arc System Works para llevarlo a cabo. El célebre estudio nipón, creadores de Guilty Gear y BlazBlue, no deja dudas acerca de su solvencia a la hora de plasmar mecánicas sencillas para los jugadores menos hábiles a los mandos, y es que en efecto, Dragon Ball FighterZ es un juego que les recibe con los brazos abiertos gracias a algunos aspectos como los autocombos, pero cuando se quiere profundizar… Es ahí cuando el juego de Arc System Works brilla con luz propia, cuando nos creemos capaces de encandear golpe tras golpe hasta lograr combos tremendos que deslumbran en pantalla gracias a un apartado visual y sonoro dignos de cualquier episodio del anime. Aunque nunca ha sido Arc System Works un estudio que sea proclive a ofrecer contenido a raudales para el jugador solitario, por mucho que cuente con un modo historia relativamente generoso en horas de juego, pero inesperadamente -o no-, Dragon Ball FighterZ ha arrasado en el terreno competitivo, superando a un otrora imbatible Street Fighter V. y como se preveía, ha llegado para quedarse por mucho tiempo.
God of War
No era tarea sencilla renovar una licencia cuyo futuro, a pesar del paso atrás que supuso God of War Ascension, nunca estuvo en entredicho, pero el talento de Cory Barlog y el resto del equipo de Santa Monica echó el resto para crear un nuevo y fabuloso nuevo comienzo para Kratos, y ahora también de Atreus. Con un toque más aventurero pero sin perder su esencia de hack & slash, God of War ofrece una aventura extensa en horas y contenido, e inolvidable, épica y emotiva a partes iguales en lo argumental, y que para colmo, aún deja cosas que hacer tras terminarla, como acabar con las poderosísimas valkyrias. Ese espíritu aventurero se deja ver en una mayor amplitud de escenarios, que obviamente otorga a su vez mayor libertad a la hora de llevar a cabo las tareas secundarias que, lejos de alargar su duración artifical y anodinamente, aportan más profundidad jugable, explotando mecánicas que de otra manera, tal vez ni siquiera sabríamos que están ahí. Quien jugara a la trilogía original, así como a los spin off en PSP o a GOW: Ascension tendrá dificultades para reconocer una franquicia que ha sabido reinventarse y a la que aún le queda mucho por decir, como ha demostrado este juego que ha conquistado totalmente a crítica, público, y que ha recibido apenas unos días el galardón de Juego del Año en The Game Awards 2018. La ausencia de más jefes finales o la sencillez de la mayoría de sus puzles no restan un ápice de calidad a un juego excelso que ya forma parte de la élite absoluta de PlayStation 4.
Assassin's Creed Odyssey
Como con muchos otros títulos de Ubisoft, supimos de él gracias a una filtración previa al E3. Un año después del lanzamiento de Origins, la compañía francesa decidió que era el momento de comercializar la nueva entrega, un nuevo capítulo que se apoya en la fórmula de Origins, pero que profundiza en las mecánicas RPG y consigue redondear la experiencia de juego gracias a un mundo más orgánico que nos permite tomar nuestras propias decisiones y moldear a nuestro protagonista, Kassandra o Alexios. En Assassin's Creed Odyssey, regresamos al mundo clásico, pero lo hacemos siglos antes de la fundación de la Orden de los Asesinos. Es el Siglo V a.c., una época en la que Grecia se desangra a merced de una guerra intestina entre atenienses y espartanos. En ese contexto histórico, Kassandra/Alexios se embarca en un viaje que le llevará a surcar los mares y a vivir grandes aventuras en las diferentes islas griegas. Su historia familiar se entreteje con un pasado mítico y con las fuerzas oscuras que quieren dominar el destino de la humanidad.
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Yakuza 6: The Song of Life
Sobre los hombros de Kazuma Kiryu reposan los años de violencia, su pasado como miembro de la mafia japonesa y sus intentos de dejar de una vez por todas la senda en la que ha transitado durante toda su vida. Porque en efecto, Kazuma no es un yakuza desde hace muchos años, pero nunca se ha librado de su influjo. Esta sexta entrega narra el final de la historia de Kiryu, el último capítulo de un personaje que ha protagonizado todas las entregas principales de la saga. En Yakuza 6, Kiryu despierta en un hospital, donde se recupera de las heridas infligidas durante su último gran combate. Mientras tanto, Haruka Sawamura, la niña—ya mujer—huérfana que acogió en su orfanato, se ha convertido en una idol, cantante y actriz de éxito. Sin embargo, Kazuma ha sido sentenciado y debe pasar 3 años entre rejas. Cuando sale, descubre con consternación que Haruka ha sufrido un accidente y que lucha por su vida en un hospital. ¿Pero realmente ha sido algo fortuito? Como siempre, el Dragón de Dojima tendrá qu ponerse el mono de trabajo, regresar a los bajos fondos y descubrir la verdad a puñetazo limpio.
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Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido
De la mano de Square Enix nos llega un título que mantiene los ecos del pasado. Mientras que Final Fantasy, su otrora saga rival, ha experimentado cambios profundos en su sistema jugable, Dragon Quest ha optado por conservar muchas de sus mecánicas clásicas. Puede que no sea tan difícil como anteriores entregas, pero Dragon Quest XI ha sabido construir una historia más adulta y fascinante, amén de un apartado audiovisual que embelesa. Como en otros títulos de la serie, manejamos a un protagonista muy joven. Con apenas 16 primaveras, el muchacho celebra la ceremonio por su mayoría de edad, pero pronto descubre su destino. Es la reencarnación de un antiguo héroe que salvó al mundo de la destrucción en el pasado. Ahora, esa misma misión recae sobre él y sus aliados. Los combates ya no son aleatorios, sino que vemos en todo momento a los enemigos en los escenarios. Además, es posible cambiar la formación durante las batallas. Otra de las novedades es el desarrollo de personajes, cuya progresión se gestiona a través de un sistema de tablero.
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Astro Bot: Rescue Mission
Muchos se preguntan si los cascos de realidad virtual merecen la pena, si hay juegos que realmente aprovechen la tecnología y ofrezcan una experiencia diferente. Cuando se cumple el segundo aniversario de PlayStation VR, ha salido al mercado un título que demuestra que hay producciones por las que vale la pena explorar la realidad virtual. Astro Bot es un divertidísimo plataformas en el que visitaremos cinco planetas con sus distintos niveles y sus jefes finales de rigor. Pese a que esta descripción pueda sonar como la de otros tantos otros juegos del género, lo interesante de este título es que el propio jugador es un elemento más a tener en cuenta: hay dos protagonistas, Astro Bot y nosotros mismos. De este modo, tenemos la posibilidad de interactuar con los escenarios, abrir nuevos caminos e incluyo intervenir en los combates. El videojuego no solo aprovecha la tecnología de la realidad virtual per se, sino que también hace uso de todos los elementos del Dual Shock: el touchpad, el micrófono y los altavoces. La obra de SIE Japan Studios ha sido sin duda una de las sorpresas del año.