Análisis Playstation Classic: un legado desaprovechado
Probamos a fondo la nueva consola mini de Sony, que llega con 20 juegos, dos mandos y algunas decisiones discutibles. Sale este 3 de diciembre por 99 euros.
La fiebre de las consolas Mini ha llegado para quedarse. Al menos durante un tiempo que no parece corto teniendo en cuenta el cóctel explosivo que, sobre el papel, suponen: diseños compactos y atractivos, una selección de juegos que evoca a grandes clásicos de la historia del videojuego y mucha, mucha nostalgia. Pero si alguno de los factores de la ecuación falla, el montaje se viene abajo. La próxima en llegar es Playstation Classic, que lo tenía todo para convertirse en una plataforma Mini simplemente inigualable. Pero Sony no ha conseguido trasladar el verdadero legado de una histórica plataforma. Hoy sale a la venta.
Lo primero que destaca es el envoltorio. Una caja elegante que trae consigo la consola en un primer plano. El montaje es tremendamente sencillo de realizar: Playstation Mini llega con un cable HDMI, un cable mini USB (que se puede conectar directamente a una entrada del televisor) y dos mandos que, a diferencia de lo que vimos con Nintendo, no tendrían la categoría de Mini. Eso sí, como ya sabíamos, llegan sin los sticks analógicos con todo lo que ello supone. La longitud de los cables, en todo caso, podría ser algo mayor teniendo en cuenta que muchos jugamos con televisores de gran tamaño y no es agradable estar pegados a ellos.
A nivel estético, pocos reproches se le pueden hacer a la plataforma. Pequeña, preciosa y con todas las líneas que hicieron famosa a la consola de Sony. Pero como se dice habitualmente, lo importante está en el interior. Y es ahí donde Playstation Classic parece perder la gran ocasión que tenía entre manos. 20 son los juegos seleccionados: Battle Arena Toshiden, Cool Boarders 2, Destruction Derby, Final Fantasy VII, Grand Theft Auto, Intelligent Qube, Jumping Flash, Metal Gear Solid, Mr Driller, Oddworld: Abe’s Oddysee, Revelations: Persona, Rayman, Resident Evil Director’s Cut, Ridge Racer Type 4, Super Puzzle Fighter II Turbo, Syphon Filter, Tekken 3, Rainbow Six, Twisted Metal y Wild Arms.
El menú, algo pobre y simplón, nos permite movernos entre cada uno de los juegos. Las opciones son las de poder guardar partidas, suspender cuando queramos una de ellas y cambiar de manera virtual de disco si alguno de los juegos lo precisa. A medida que vamos probando los juegos nos damos cuenta de algo que ya sabíamos en las impresiones. No llegan en castellano. Escuchar a Snake en inglés cuando abre el códec por primera vez no deja de doler. Y no porque el doblaje inglés no sea bueno, que lo es, sino porque Metal Gear Solid en España no se entiende sin Alfonso Vallés maravillando nuestros oídos.
No es el único caso. Tampoco tendremos la traducción de otros juegos, como es el caso de Final Fantasy VII, que no tenía la mejor localización del mundo (¡Allévoy!) pero no dejaba de ser nuestra localización. La decisión de no incorporar los doblajes/subtítulos en juegos que sí que lo llevaban consigo es altamente discutible, sobre todo si tenemos en cuenta que sí se han metido versiones PAL en la consola. Juegos como Tekken 3, Toshiden, Ridge Racer 4 o Jumping Flash se notan más lentos, ya no solo por estar limitados a 50hz sino también porque ahora los televisores ya no son pantallas de 50hz y la fluidez se acaba resintiendo. Versiones PAL para un rendimiento peor sí, pero para contar con las ventajas que tuvimos –como las mencionadas a nivel de doblaje, no.
La primera generación 3D, más de 20 años después
Algo que no es culpa de Playstation Classic pero que le acabará afectando, de la misma manera que sucederá con una futura Nintendo 64 Mini si es que llega, es que la primera generación 3D, más de 20 años después, ha envejecido mal. El paso del tiempo pesa y mucho en los 32/64 bits, como es lógico, y no tiene la persistencia ante el tiempo que hemos podido ver en juegos y experiencias 2D, como SNES mini o Neo Geo Mini. Tampoco ayuda que las texturas y resoluciones eran las que eran y su salto a las HD hace que las costuras luzcan todavía más. En todo caso, es algo que se sabe de antemano y con lo que uno debe estar predispuesto a lidiar, porque hay grandes nombres que nos esperan.
Sí, la selección es mejorable, pero no significa que los 20 títulos presentes sean malos, ni mucho menos. De hecho, hay obras imprescindibles para entender el éxito de Playstation, empezando por Final Fantasy VII, siguiendo por Metal Gear Solid y acabando con Resident Evil y Tekken 3. Es el póquer de ases que, con todo, se pueden jugar perfectamente y mantienen sus virtudes intactas en términos generales. A ellos se añaden juegos destacados como Abe’s Oddysee, Wild Arms y Toshiden , mientras que otros menos conocidos seguro que consiguen sorprender porque, como decíamos, mediocres no eran.
Otro de los puntos positivos de la selección es la capacidad de conocer en profundidad entregas que a lo mejor pasaron desapercibidas. Grand Theft Auto, tras jugarlo un buen rato, no es el más accesible del mundo en pleno 2018, pero no deja de tener un peso importante por ser el inicio de la saga que todos conocemos y por sus particularidades para la época. La joya de la corona en este capítulo, en todo caso, va para Revelations: Persona, la primera entrega Persona de Atlus que no llegó nunca a Europa, está a precios prohibitivos en su versión original y nos permite descubrir el inicio de todos (spoiler: el arranque ya vale mucho la pena).
En todo caso, algo que ya hemos comentado y que nos sorprende es la ausencia de grandes nombres que marcaron la plataforma nacida en 1994. Tomb Raider, Crash Bandicoot, Vagrant Story, Gran Turismo, Wipeout, Symphony of the Night, Final Fantasy IX, Street Fighter Alpha, Silent Hill, Resident Evil 2, Parappa the Rapper, Soul Reaver… Son nombres –y nos dejamos muchos otros- demasiado importantes.
Conclusión del análisis de Playstation Classic
Playstation Classic es una oportunidad perdida de ofrecer una consola Mini con una selección inigualable de juegos y un impulso de nostalgia único. Las ausencias son demasiado grandes como para omitirlas, y acaban pesando en un producto atractivo a nivel estético, que llega con dos mandos y sencillez para conectarse. Además, también es cierto que en su selección de juegos hay algunos de los mejores títulos de la plataforma sin discusión y algunas sorpresas agradables, como el primer Persona. Por desgracia, la emulación de los títulos, así como la interfaz, no está a la altura de lo que podíamos esperar. Juegos PAL a 50hz con problemas de de rendimiento, pero a su vez otros que nos llegaron doblados y traducidos (como Metal Gear Solid), totalmente en inglés. En definitiva, una consola mini con atractivos, pero que no responde al legado ni al acabado que debería esperarse ante un homenaje a la primera Playstation.