Red Dead Redemption 2: Eagle Eye y el mundo animal, unidos para cazar

Cuando Rockstar se encontraba desarrollando Red Dead Redemption 2 y se pusieron sobre la mesa propuestas como una fauna que rozase los 180 animales, junto a la nueva mecánica del Eagle Eye, hubo alguien a quien se le ocurrió que ambos elementos debían confluir entre sí para dar lugar a un claro incentivo de coleccionismo, una forma de mantener distraído al jugador en solitario durante horas más allá de la historia principal.

Ya lo comentamos en nuestro análisis: uno de los grandes méritos de esta aventura protagonizada por Arthur Morgan es su capacidad de mantenernos atrapados a esa historia principal hasta el final, sin necesidad de desviarnos con otras de las muchas actividades salvo que lo hagamos por voluntad; siempre hay motivos para seguir avanzando gracias a la introducción milimetradamente calculada de nuevas mecánicas, hilos argumentales entrelazados y experiencias.

Historias sin guion prestablecido

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Es por ello que, al no ceder apenas espacio a la narrativa en lo que se aleja de la historia, cómo resolver este aspecto era harto complicado; pero evaluando el resultado de los vídeos más vistos en YouTube en esta primera semana así como los streamings, parece que la caza y el coleccionismo han hecho mella en el comprador de Red Dead Redemption 2.

Porque no solo tenemos 180 animales a los que poner el punto de mira, sino que debemos analizarlos, extraer de ellos todo el material posible y, como guinda, buscar el paradero de los 14 animales legendarios, que nos brindarán mejores suministros y materiales de cara a la fabricación de herramientas o ventas al por mayor. Cantidad no va regida con calidad, así que el equipo de Rockstar diseñó deliberadamente el Eagle Eye para condimentar ese segundo elemento de la ecuación. Si han acertado o no responde a cuestiones únicamente subjetivas; lo que es indudable es que ha funcionado.

Como si de un Dead Eye se tratase, a través de esta vista de águila podemos vislumbrar el rastro, los excrementos y otros restos de un animal concreto siempre que haya dejado algún indicio de su presencia. Esta pequeña forma de acercar el sigilo al título cuenta también con un ligero toque de exploración, puesto que en algunas ocasiones tendremos que dar muchas vueltas hasta que encontremos una especie animal concreta, más aún si se trata de uno legendario.

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Experiencias emergentes, desafíos constantes

Uno de los que recordamos especialmente es el caimán gigante legendario, en Bayou Nwam; o el jabalí legendario en el pantano de Bluewater, pequeñas misiones donde las situaciones inesperadas son una constante al entrar en juego otros animales que no teníamos previstos. Es posible que, mientras tratamos de dar caza a un oso pardo, aparezca de la nada una pantera justo cuando no teníamos energía para usar el Dead Eye. Muerte casi asegurada.

La diferencia entre la caza de otros mundos abiertos y el caso de Red Dead Redemption 2 es su carácter gamificado y enciclopédico al recompensar al jugador con información adicional y materiales de utilidad al cosechar estas capturas. No es solo cantidad de animales, es la forma que tiene de retarnos a hacernos con todos.