Exempleados de Rockstar: horas sin pagar, presiones y cultura del miedo

Red Dead Redemption 2 está ya en las tiendas de todo el mundo; es un videojuego excelente, una obra maestra. Una realidad es esa, pero la otra realidad no es tan agradable de conocer y es también información. Antiguos empleados de Rockstar han contactado con GamesIndustry para contar lo bueno y lo malo de haber trabajado en las oficinas de la empresa durante un tiempo, sea el que sea, cuando se estaban desarrollando episodios de sagas como Grand Theft Auto y Red Dead Redemption.

“Me quemé, simple y llanamente. A pesar de que los periodos de trabajo prolongado fueron de solo uno meses para mí, arruinaron mi vida”, confiesa uno de ellos. “Quieres que esos juegos salgan a la venta en el mejor estado posible y quieres trabajar con tus amigos, pero al final casi todos terminan quemados. Decenas de personas serían diagnosticadas con depresión. Conozco a muchas personas cuyas relaciones se vieron afectadas; pasaron días sin ver a sus hijos”, indica este empleado, cuyo nombre no ha trascendido.

También cuentan que trabajar allí llegó a ser como “una fábrica de chucherías, no nos equivoquemos: aquí eres solo un número. Desechable, reemplazable. Y en verdad se trata de un ser humano digno de ser respetado”, continúan.

Hay más porciones de estos testimonios que no son muy agradables ni reflejan unas condiciones laborales deseables, especialmente para un proyecto con tal atención tras de sí, pues hablamos de uno de los videojuegos más influyentes y con mayor proyección de venta de la generación actual de consolas.

Alegan toxicidad y mal trato

“Perdí toda la pasión por los videojuegos, ya no quería ni siquiera jugarlos en mi tiempo libre. No puedo siquiera emocionarme por aquellos títulos que me encantaban. Decidí que esos horarios interminables, mal pagado, bullying, y la toxicidad general en el ambiente de trabajo que tuve que soportar no valían la pena como para seguir en la industria”, cuenta con desolación.

A esto tenemos que añadir el reporte publicado por Kotaku hace unos días. El medio americano también pudo contactar con otros empleados de Rockstar inmersos en los proyectos más recientes de la compañía liderada por Dan Houser. De dichos testimonios se amplían otras declaraciones que relatan la experiencia de trabajar a su lado con tanto crunch: “Me molestó especialmente ver a Dan considerar las horas extra como una mera cuestión de pasión”, comentan las fuentes de GamesIndustry. “Es basura, una parte obligatoria de la cultura para todos, tanto los de arriba como los de abajo”.

Crunch, horarios que no acababan, amenazas y presiones empresariales

Algunos indican que trabajaban desde las 10:30 AM hasta las 02:00 AM o 03:00 AM del día siguiente. “Era increíblemente insultante para Dan afirmar que nadie tenía que hacer ese tipo de horas extra cuando la mayoría de nosotros las hacíamos… y durante más de tres horas a la semana”.

Un trabajador de Rockstar Toronto dice que el estudio tuvo porciones del equipo trabajando un mínimo de 60 horas a la semana y que a veces esos empleados no eran informados de ellos hasta su primer día de trabajo, no antes de firmar el contrato. Se daba por hecho que esas situaciones llegarían tarde o temprano. “100% obligatorio”, comenta otro sobre el crunch tras trabajar en Max Payne 3 dentro de Rockstar NYC.

“Hubo mucha presión empresarial para trabajar durante todas esas horas extra”, continúa el empleado de Rockstar NYC. “Les encantaba ser ambiguos y no decir realmente el número de horas en un primer momento […] Solo dejar a la gente que las hiciesen por sí mismas”.

Finalmente, amenazas. “Tuvimos reuniones donde se dejaba caer que, si no llegábamos a tiempo, estaríamos en riesgo de perder nuestros trabajos”, comenta otro de Rockstar Lincoln. “Siempre estaba la sensación de que si no echabas todas esas horas, serías despedido tarde o temprano”. A pesar de que hay empleados que han salido a defender la compañía, todos aquellos continúan en Rockstar; la cara negativa la tildan aquellos que ya no están trabajando allí.

“Nos solían decir que nunca trabajaríamos tan duro nunca más”, que el crunch se iba a acabar. Sin embargo, confiesan que esa historia se repetía una y otra vez. “Si acaso, iba a peor cada vez”. El rencor no es tanto por sus coordinadores, sino por los que estaban encima de ellos “Quiero añadir que no culpo a mis coordinadores, culpo a aquellos a los que tenían que rendir cuentas; sé que solo hacían lo que les mandaban”.

GamesIndsutry ha contactado con Rockstar esperando una respuesta; todavía no la han recibido.