La gran oportunidad de One Piece: World Seeker en 2019
Bandai Namco sabe que One Piece busca su gran saga, su gran videojuego, y han decidido hacernos esperar. El deseo es que esa demora valga la pena.
A diferencia de Naruto o Dragon Ball, que son seguramente las franquicias manganime más afortunadas en la industria del videojuego tanto antes como en la época actual, One Piece no ha encontrado todavía ese título que nos venga a la cabeza inmediatamente por ser sobresaliente en todos o en la mayoría de sus apartados; no hay una saga fetiche como pueden serlo Ultimate Ninja, Budokai o Tenkaichi en las citadas obras de Kishimoto y Toriyama. ¿Lo será One Piece: World Seeker? Es temprano para decirlo, pero desde luego su retraso a 2019 nos invita a ser optimistas y pensar que eso se traducirá en un mejor producto.
Un desafío para Ganbarion
Porque es casi chocante que el manga más vendido de toda la historia y el que apunta a ser uno de los más longevos de la veterana revista Weekly Shonen Jump todavía espere despuntar después de tantos intentos y estudios encargados de trasladar sus sagas y peleas a la pequeña pantalla.
Se ha intentado de mil maneras. Bandai Namco ha probado con Koei Tecmo para hacer una notable trilogía de musou (One Piece: Pirate Warriors), con Ganbarion en múltiples proyectos, incluso Dimps, que ha trabajado con otras tantas franquicias de la animación nipona. En el caso que nos concierne es de nuevo Ganbarion quien asume el cargo pero con nuevas directrices; ya no vale hacer un juego modesto, cerrado e indudablemente limitado.
El universo de One Piece, un verdadero rompecabezas capaz de sorprender a propios y extraños, no deja de sorprendernos por su amplitud y variedad; un mundo ficticio complejo pero muy variado en detalles, en fauna, con un estilo muy particular que en ocasiones roza lo extravagante. Es así como lo quiere Eiichiro Oda, y es quizá por ello que estará supervisando One Piece: World Seeker para que los fans tengan la garantía de que se va a respetar al aficionado más acérrimo, ese que no perdona según qué cosas.
One Piece busca su propia identidad en el videojuego
Ganbarion tiene un gran reto por delante con este título, que como decíamos estaba inicialmente planeado para 2018 en Xbox One, PS4 y PC. Ahora se traslada a 2019, pero sin una ventana concreta. En los foros las reacciones fueron muy diversas, pero no son pocos los que comparten nuestra sensación de que bien sea tarde… pero que se haga bien. De esa amplitud vista en los primeros tráileres y pruebas jugables se respiraba ambición, no solo un mundo abierto; también se respira algo de preocupación, porque hacer un mundo tan grande en muchas ocasiones se traduce en vacío, en sensación de soledad. A estas alturas de la generación esa historia ya no vale porque ya la conocemos.
Si retrasar a 2019 el título va a servir para construir una buena historia original que se vea apoyada por un modo melee clásico con personajes de todas las sagas, desde Arabasta pasando por Water Seven, Thriller Bark, Marineford y todo lo que viene tras el time skip, incluyendo lo que ha pasado en Zou y Whole Cake Island, creemos con sinceridad que ningún fan se acordará de estos meses de espera.
Evaluando el producto con lo que conocemos de él, nuestro compañero Nacho Requena pudo probar el título en Gamescom 2018 y las conclusiones fueron claras: es el videojuego más ambicioso de la franquicia. Cuidado, porque eso es peligroso, pero si sale bien puede ser algo histórico. Un mundo abierto como mesa de operaciones y una sensación de libertad inusitada en la que no falta acción, no faltará combate y múltiples enemigos en corta y larga distancia gracias a la potencia del hardware actual. Ya hemos visto combates contra personajes como Sakazuki, donde si bien a nivel jugable nos gustó lo que vimos, tenemos todavía alguna duda con la cámara. Lo positivo es que Luffy se sentía cien por cien como ese líder decidido de los piratas del Sombrero de Paja.
Dispondremos del haki, habilidades cuerpo a cuerpo ejecutadas con agilidad (no tan erráticas como en obras como Unlimited World Red) e incluso sigilo. También será un título muy vertical, apostando por el desplazamiento con un estilo similar a lo que hemos visto recientemente en Marvel’s Spider-Man, salvando muchísimo las distancias.
La otra gran baza de One Piece: World Seeker es el apartado técnico, realmente sorprendente. La iluminación es de sobras una de las mejores que hemos visto en un videojuego de manganime de lo que llevamos de generación, dejando atrás el cel shading para centrarse en algo más realista, con tonalidades algo saturadas para asemejarse lo máximo posible al anime. Quedan cosas por saber, no obstante, en aspectos como el audio. Será complicado que la versión occidental incluya la banda sonora original de la serie, aunque lo que sí puede que suceda es que Bandai Namco logre la licencia de los actores de voz originales en Japón, al menos en el caso de los más conocidos.
En definitiva, una obra muy prometedora de la cual esperamos nada se tuerza, porque este barco no puede permitirse naufragar. No ahora. One Piece se merece un gran videojuego tridimensional, tanto por el momento que vive la serie a nivel internacional como por lo visto estos últimos años en sus competidores. Les tomamos la palabra: esperamos a 2019.
One Piece: World Seeker, desarrollado por Ganbarion y editado por Bandai Namco para PC, PlayStation 4 y Xbox One, es una aventura de acción de mundo abierto en la que podremos vivir las aventuras de Monkey D. Luffy y su tripulación con total libertad.
