La renovación de los juegos de superhéroes: de Batman Arkham a Spider-Man

Así como las películas de superhéroes hace quince años eran fuente de poca confianza en cuanto a su calidad, los videojuegos de personajes en mallas no solían arrojan grandes esperanzas. La fórmula parecía segura: juegos de acción en universos reconocibles, con millones de fans a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, cuando esta fórmula de aparente éxito se ponía en la práctica con personajes Marvel o DC el fiasco solía ser el resultado. Así, decepciones absolutas, como el juego de Hulk; títulos de Spider-Man mediocres producidos por Activision; los anodinos X-Men Legends; el prometedor, pero olvidable, Watchmen, por no hablar de desastres históricos como Superman 64. Sólo algunos ejemplos en un recorrido no sistemático sirven como muestra de la situación. Sin embargo, con Batman Arkham llegamos a un punto de inflexión.

La saga Batman en videojuegos pegó un salto de calidad completo al caer en manos de Rocksteady. El Caballero Oscuro logró iniciar un nuevo paradigma para los juegos protagonizados por superhéroes, igual que las películas de Nolan lo hicieron en cine. El motivo que impulsó ese interés renovado es el hecho, tanto en videojuegos como en cine, de aportar una mirada madura al superhéroe. Una mirada madura que, entre otras cosas, pasó por eliminar la etiqueta “género” asociada a los héroes.

Las películas de superhéroes en la actualidad, tanto las del universo Marvel como DC, no se encasillan en ningún género. Marvel ha propuesto, desde cintas de acción, como Vengadores; hasta comedias con Guardianes de la Galaxia, incluso thrillers de espías, como Soldado de Invierno. Asumir que el fan del superhéroe no es un homogéneo, ni en edad ni en intereses, ha permitido abrir el foco de directores y productores, para dar lugar a historias de cualquier tipo, permitiendo que, en el caso de Marvel, por ejemplo, haya un universo compuesto de decenas de películas y sin grandes síntomas de agotamiento.

Héroes en cine y también en videojuegos

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El otro gran rasgo del estallido moderno de los superhéroes se lo hay que deber directamente a Nolan, que, pese a ser un director de grandes aspiraciones, tuvo la honestidad de tratar a Batman sin rastro de frivolidad. Nolan se tomó en serio al Caballero Oscuro, dejó los clichés y chascarrillos a un lado, y supo ver el potencial de centrar su historia sobre el hombre tras el antifaz y no sobre sus capacidades sobrehumanas. Así, la trilogía del Caballero Oscuro, muy inspirada en el Año Uno de Miller, trata sobre el drama personal que Bruce Wayne arrastra desde su niñez.

En videojuegos, Batman Arkham recoge la visión de Nolan, y de nuevo nos encontramos con un título que no pone en el centro el hecho de ser protagonizado por un superhéroe, sino que pretende ser un juego de acción e investigación, primero, y un juego de Batman, después. De otro lado, sabedores del interés que tiene Batman para los jugadores, la personalidad del personaje se imprime de una manera coherente a lo largo y ancho de la aventura, dando, de nuevo, más interés al carácter de Batman a la hora de afrontar sus situaciones, que a los acontecimientos concretos que en cada videojuego se están narrando.

Los juegos de Batman

Sin embargo, en videojuegos ha habido una lección mucho más importante que aprender para lograr permitir el ansiado salto de calidad para la obra: desvincularse de la promoción de estrenos de cine. Los videojuegos de Marvel o DC habitualmente se vinculaban a estrenos cinematográficos, con lo que el resultado era vistoso y comercial, pero siempre poco pulidos y nada imaginativos. Rocksteady aprovechó un hilo argumental alejado de la gran pantalla para crear su propia historia independiente en cuanto a acontecimientos y también en cuanto a calendario.

La misma hoja de ruta la ha marcado con mucho acierto Sony con Insomniac Games para Spider-Man, alejado de los hechos que ahora está desarrollando el Parker de Holland. De igual modo, Peter Parker tiene carisma a raudales, con lo que una de las claves de éxito para el nuevo videojuego será aprovechar a profundizar en el personaje, y, desde sus ojos, el mundo en el que habita.

Sólo queda esperar que estos juegos no sean casos aislados, y la reflexión realizada por Rocksteady para el desarrollo de aventura de superhéroes se mantenga como piedra de base para el futuro. Una vez lanzado Spider-Man, el futuro de los superhéroes en videojuegos viene de la mano de Crystal Dynamics y sus Vengadores, con lo que de nuevo hay un síntoma de esperanza al disponer de uno de los grandes estudios del momento a cargo de un proyecto del universo Marvel.