Cómo es volver a World of Warcraft varios años después
Con Battle for Azeroth, la expansión más exitosa de WoW, quizá te hayas planteado volver al MMO de Blizzard. ¿Cómo se siente volver a explorar Azeroth?
Si estás leyendo estas líneas, probablemente seas uno de esos jugadores de World of Warcraft que dejó el MMORPG de Blizzard hace unos años, quizá por la época de transición entre Wrath of the Lich King (una de las mejores expansiones para muchos jugadores) y Cataclysm (para otros tantos jugadores, el comienzo del declive del título). Pero ahora, con el lanzamiento de Battle for Azeroth, muchos jugadores han vuelto – ha sido el lanzamiento de una expansión de WoW más exitoso. Quizá incluso algunos de tus amigos hayan vuelto a recorrer el mundo de Azeroth, y te estés planteando entrar de nuevo en este pozo de horas. Además, los buenos comentarios sobre la anterior ampliación, Legion, ayudan a tener las expectativas altas. Así que, ¿cómo es volver a uno de las grandes obras del videojuego varios años después?
Vamos a comenzar hablando de sensaciones generales. El retorno a Azeroth, para alguien que dejó de jugar asiduamente desde Cataclysm, está envuelto de un aura de familiaridad. Es como volver a la habitación de casa de tus padres: todo está en su sitio, colocado más o menos como lo dejaste en la última visita. En WoW eso se traduce en que la mayor parte del tiempo te la pasas matando criaturas para recolectar ciertos objetos, viajando de un lado para otro para entregar o conseguir un nuevo grupo de misiones, y haciendo decenas de veces las mismas mazmorras para conseguir el equipo que necesitas para ir a la raid.
Pero a la vez hay novedades, muchas, que transmiten frescura, que pintan el color de la habitación, aunque parezca la misma. Y ese nuevo color, la verdad, la hace mucho más acogedora.
El primer paso
Al comprar la nueva expansión de World of Warcraft puedes elegir entre muchos de esos personajes que tenías creados (y cuyo nombre probablemente no recuerdes) y continuar la historia en el punto en que la dejaste. Pero eso supone tener que pasar por el contenido de varias expansiones para subir al nivel necesario para jugar con tus amigos.
Por suerte, y siendo totalmente opcional, Battle for Azeroth incluye la subida al nivel 110 automática para un personaje ya creado, o uno totalmente nuevo. La novedad aquí está en los tutoriales.
Probablemente a tu goblin brujo le hayan cambiado tanto las habilidades que no sepas cómo jugarlo. O quizá te apetece volver usando una clase que no probaste anteriormente. Ahora WoW te permite probar cualquier clase a nivel 110, guiándote en el uso de sus habilidades principales y llevándote de la mano en las primeras misiones. Una vez has avanzado hasta cierto punto, el juego te pregunta si quieres gastar la subida de nivel al 110 con ese PJ o probar otros, permitiendo hacer el tutorial de todas las clases en las que estés interesado.
Un aumento notable en los valores de producción
En World of Warcraft, casi toda la historia, y por supuesto la descripción de las misiones, se comprendía leyendo interminables textos. Y se sigue haciendo así, pero solo en parte. WoW ha aumentado notablemente sus valores de producción y se parece menos a un juego de 2004 y más a uno de 2018 – aunque tampoco del todo. Muchas misiones van precedidas o sucedidas de largas cinemáticas con el buen hacer en la materia al que nos tiene acostumbrados Blizzard. En muchas de ellas, los personajes con los que colaboras no paran de darte información a viva voz, y en otras tantas, la misma descripción de la misión está doblada, o se entiende el objetivo a través de las conversaciones de unos personajes con otros.
Sin embargo, esto queda extraño conforme vas avanzando por Battle for Azeroth, pues se nota a las claras las misiones en las que se ha puesto mimo detrás (las que cuentan con cinemáticas y/o están dobladas) y las misiones menores, en las que todo cuanto sabes del objetivo de la tarea lo conoces leyendo el texto de la misma o los bocadillos que proceden de las cabezas de los personajes.
La historia, la azerita y el Modo Guerra
No es difícil entrar en la historia de Battle for Azeroth. La azerita, una energía procedente del núcleo de Azeroth, está saliendo a la superficie. La Horda y la Alianza, tras años colaborando en ciertas ocasiones especiales, recrudecen su guerra interminable por conseguir esta importante materia. Una contienda que se extiende más allá de sus tierras, sino también en los nuevos mundos que descubren.
Por ello tiene sentido la implementación del Modo Guerra. Ahora los servidores ya no se separan entre PvE, PvP y Juego de rol (de hecho, estos últimos han desaparecido). Todos los servidores son iguales en este sentido, pero activar el modo guerra (similar a activar el jugador contra jugador en los reinos PvE) da beneficios de experiencia, recursos y azerita conseguida.
Pero si bien la historia a partir de este punto es fácil de comprender, lo que no es tan fácil es entender por qué hay un espadón gigante clavado en Silithus. En las primeras misiones puedes ver una cinemática que, aunque espectacular, te deja como si hubieras visto Matrix Revolutions sin ver las cintas anteriores.
Las misiones de mundo
Una vez alcanzas el nivel máximo de Battle for Azeroth (120), el juego se transforma en Destiny. Más o menos. En todas las zonas actuales del mapa aparecen misiones temporales aleatorias: matar a un enemigo concreto, matar a varios enemigos, recoger materiales... Algunas te piden acabar con un enemigo poderoso, por lo que deberás juntarte con más personas para vencerlo. Otras son más originales, como montarte en una tortuga gigante para lanzar bombas a unos goblins que están haciendo fracking, o resolver puzles (donde siempre hay implicadas, de un modo u otro, tortugas).
El objetivo de estas misiones es aumentar la reputación con las diversas facciones para poder continuar haciendo la cadena de misiones de ellas, o para conseguir objetos que no puedes obtener hasta que dichas facciones no te tienen en alta estima.
Pero lo importante de las misiones de mundo es la consecuencia que tienen: Azeroth, al menos en las zonas de la actual expansión, se sienten vivo. Siempre hay jugadores de un lado para otro para completar estas misiones, o gente pidiendo ayuda por el chat para hacer frente a un enemigo elite.
Además, gran parte de estas misiones de mundo tienen lugar en Kul’ Tiras, si eres de la Horda, o en Zandalar, si eres de la Alianza. Esto supone introducirte en un territorio hostil repleto de enemigos que te obliga a pasar por poblados y ciudades repletos de miembros de la facción contraria. Es una sensación de inseguridad constante, y a la vez, agradable. Por no hablar de los enfrentamientos constantes entre la Horda y la Alianza que se producen si tienes activado el Modo Guerra.
Misiones más variadas
Es innegable que la gran mayoría de misiones de World of Warcraft siguen siendo tal y como las recuerdas: matar, recolectar o matar y recolectar. Pero hay muchas misiones que proponen cosas distintas. Hemos hecho una persecución montados en un dinosaurio mientras nos perseguía un T-Rex al que distraíamos tirándole peluches. Hemos resuelto acertijos como si de una aventura gráfica se tratara, leyendo varios documentos y respondiendo las preguntas de un dios de la naturaleza.
En definitiva, el proceso de subir de nivel a un personaje para irte a hacer mazmorras y raids deja de ser un “proceso” o una barrera, sino que ahora es mucho más entretenido y divertido – en parte, también, porque el guion de la historia que te cuentan ha ganado enteros en épica, giros argumentales y momentos cómicos a partes iguales.
Más accesible, quizá más fácil
No queremos afirmar que World of Warcraft sea más fácil ahora que hace unos años, porque la dificultad del juego siempre ha estado en el contenido de alto nivel (las bandas) y el Jugador contra Jugador.
Pero sí que hay nuevas funciones que mejorarán la vida para aquellos que consideraban ciertos aspectos del juego un tedio. Por ejemplo, ahora disponemos de un silbato que podremos usar en cualquier momento (siempre que no estemos en combate) y que nos llevará inmediatamente al maestro de vuelo más cercano.
Otra nueva función es la búsqueda de grupo para élites. Ahora, al igual que con las mazmorras en nivel normal y heroico, podemos buscar grupo automáticamente para hacer frente a un enemigo élite del mundo. Asimismo, la herramienta de búsqueda ha mejorado, permitiendo que se unan personajes de otros reinos (servidores), incluso si no son españoles, haciendo la espera más corta.
El argumento en contra de aquellos que piensen que WoW es ahora más fácil que antes son las mazmorras Míticas, una nueva modalidad aún más difíciles que las heroicas (incluso añadiendo mecánicas a bosses) cuyo equipo es necesario conseguir antes de ir a las raids actuales – la primera de Battle for Azeroth, por cierto, llega el 4 de septiembre.
Además de estos, hay infinitud de pequeños detalles aquí y allá que han transformado el mundo de Azeroth, y la forma en la que nos movemos, nos desarrollamos y nos divertimos en él; quizá incluso haya grandes cambios que quien escribe estas líneas aún no ha percibido. Pero volver a esta casi segunda vida repleta de épica, objetos morados, números y gente haciendo chistes malos por un chat es tan agradable como la primera vez que pisamos Durotar.
World of Warcraft: Battle for Azeroth
- RPG
World of Warcraft: Battle for Azeroth es una nueva expansión para World of Warcraft, el popular MMORPG de Blizzard para PC, en la que asistiremos de nuevo al milenario enfrentamiento entre las facciones de la Alianza y la Horda, con batallas cooperativas para hasta 20 jugadores y la posibilidad de subir hasta el nivel 120.