Cyberpunk 2077, impresiones. El 'hype' se queda corto

Todo el hype que pueda rodear a Cyberpunk 2077 no sólo está justificado, sino que puede quedarse corto. Lo que CD Projekt Red tiene entre manos es grande. Muy grande. Excesivamente grande, para ser exactos. Las expectativas que giran alrededor de esta producción durante este último lustro por fin ha roto su sello y en poco más de dos meses hemos podido ver dos demos a puerta cerrada. En otras palabras, el estudio ya está dispuesto a enseñar su obra, y eso significa que el desarrollo avanza por buen puerto.

En esta ocasión, CD Projekt Red nos mostró una demo muy similar a la vista durante el pasado E3, pero la diferencia radicaba en que las decisiones tomadas no eran las mismas. Aquí aparece el primer punto a destacar por el equipo: se hace ver que estamos ante un RPG en todos los sentidos, que las decisiones tomadas influyen en el devenir de la aventura y que el jugador es el que construye su propia historia.

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El mejor ejemplo de ello lo tuvimos durante el último curso de la demo. Tras entrar en una fábrica controlada por unos traficantes de armas e implantes cibernéticos, el jugador elige cómo se quiere llegar a la misma. Podemos entrar como Rambo y acabar con todos o simplemente podemos tomar la vía diplomática. Ambas son posibles, pero la particularidad es que incluso una vez seleccionada una se puede dar la vuelta con una facilidad pasmosa. Todo ello, para colmo, con líneas y líneas de diálogo que circulan en torno a nuestras decisiones. Narrativa basada en acciones.

Esto también se ve con el personaje principal. Hombre y mujer están disponibles al comienzo de la aventura. En el E3 se eligió uno y ahora otro. La clave, cómo no, es que cada personaje tiene su propia idiosincrasia. Eso sí, se respeta el universo que se quiere contar: representar una irreal opulencia entre la decadencia más cierta. El implante cibernético como la excusa para salir de lo anodino.

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Cyperbunk 2077 tiene desnudos, desmembramientos, escenas de corte muy violento y sexuales. Se habla sin tapujo sobre la droga y las adicciones, sobre la corrupción, sobre política, sobre racismo, sobre cómo los implantes han modificado las vidas de las personas de esta ficticia California. En CD Projekt Red no se han cortado a la hora de viajar al futuro y vislumbrar el mismo. Temas del presente llevados hacia delante con toda la controversia que puede suscitar. Van a correr ríos de tinta en foros, redes sociales y prensa sobre las temáticas que trata.

Y todo esto es hablar de Cyberpunk y de, cómo no, su mundo. El excesivo nivel de detalle que presenta la producción llega a ser demencial. Y para muestra otro ejemplo: se puede interaccionar incluso con las marquesinas de la ciudad. Cada punto, cada persona, cada tienda tiene vida. Es un RPG ambientado en un entorno ciberfuturista, así que para recrear ese mundo se ha cuidado hasta el más mínimo objeto.

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CD Projekt Red sabe bien tras The Witcher 3 Wild Hunt que la creación de determinados universos pasa por hacer sentir al jugador que se está en él. Y esto no se consigue mediante más líneas de guión en las ramificaciones principales de la historia, sino a través de lo que está fuera. Que ese señor de una tienda aleatoria tenga una vida que contar.

Por otro lado, si el caballo hacía de elemento cohesionador entre los poblados y ciudades en The Witcher, ahora tenemos el coche para movernos. Cada zona de la ciudad o cada rincón respira Cyberpunk 2077. Ahí está la clave. Además, la cámara se puede cambiar a tercera persona en este punto, algo que agradecerán los usuarios. Y hablando de ello, es importante traerlo de nuevo.

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El miedo que puede suscitar que Cyberpunk 2077 sea en primera persona queda difuminado después de una hora de demo. El mundo RPG se adapta con soltura a esta cámara. Además, entra el elemento puramente shooter. Cyberpunk coge lo mejor de Deus Ex, de Borderlands, de Metro, de todos los títulos que ponen un arma en sus manos, y lo amoldan a su propia creación.

La vasta cantidad de opciones de personalización a nivel armamentístico no va a dejar indiferente a nadie, desde fusiles con balas dirigidas por seguimiento hasta escopetas de cañón pasando por katanas. De hecho, cada ítem se puede combinar: se pueden cortar las piernas a un enemigo con la katana y posteriormente asestarle un disparo en la sien. Y esto es literal.

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Todo esto se potencia, a su vez, con los potenciadores –valga la redundancia-. En forma de inhaladores, estos productos dan habilidades exclusivas a nuestro personaje. Con ellos mejoramos nuestras estadísticas durante un segmento de tiempo. Hay desde la congelación del tiempo hasta estados de frenesís. Si recuerda a Mad Max no es casualidad: en Cyberpunk han tomado lo mejor de cada género y lo han adaptado a sus necesidades.

Esta recreación del mundo de Cyberpunk a través de los ojos de nuestro protagonista va en consonancia con un apartado gráfico muy superior a lo visto en The Witcher 3 –y recalcamos el muy-. Y lo mejor: todo corre en tiempo real y sin pantallas de carga, al menos en lo mostrado en esta demo.

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La pregunta que queda es cuándo saldrá Cyberpunk 2077. Como es obvio, se la hicimos al equipo de desarrollo, y la respuesta fue que han aprendido de lo sucedido en The Witcher 3. En el estudio no van a lanzar un juego que requiera multitud de parches en el primer mes. Se quiere que cuando llegue a las tiendas esté todo tan cuidado y pulido que no haya posibles dudas de cara al usuario.

Cyberpunk 2077 era humo y ahora es hype. Expectación porque ya sabemos cómo se mueve, cómo respira. A poco que sepan conjuntar todas las piezas con el esmero que ya tuvieron en The Witcher 3, esta generación de consolas tendrá el cierre más digno que se puede soñar.