PUBG en Xbox One: Impresiones
Battlegrounds llega a Xbox
El fenómeno de PlayerUnknown’s Battlegrounds
Con 20 millones de unidades vendidas en ordenador, PlayerUnknown’s Battlegrounds (PUBG a partir de aquí) aterriza en consola con versión Game Preview para Xbox One. Un acceso anticipado que se puede cifrar entre uno de los lanzamientos más importantes en la consola de Microsoft a lo largo de 2017: 1 millón de copias vendidas en 48 horas avalan la magnitud del estreno. La atención que los de Redmond han mantenido con el juego de PUBG Corporation se extiende desde el E3, pasando por Gamescom 2017, donde sin duda fue protagonista; incluso Paris Games Week, y ahora un lanzamiento a lo grande. Un lanzamiento también paradójico, ya que sale en versión 0.5, adherido al programa Game Preview, y con un larguísimo recorrido en consola antes de llegar a la versión 1.0, que ahora aterriza en ordenador.
A golpe de precedente, PUBG concluye 2017 como el fenómeno de moda: lo más jugado en Steam, lo más vendido, lo más seguido, y lo más consumido en streaming. Todo para un título que parte de un estudio relativamente pequeño, en base a una producción muy modesta, y que ha superado cualquier expectativa que en algún momento Brendan Greene, director, pudiese tener con su obra. El esquema del videojuego, de hecho, resulta realmente sencillo. PUBG enarbola el battle royale en videojuegos: siguiendo la estela de las historias de Kōshun Takami, donde un puñado de estudiantes eran condenados a combate a muerte en una isla, o lo que Los Juegos del Hambre luego occidentaliza con las novelas juveniles de Suzanne Collins y las películas de Jennifer Lawrence. Exactamente ahí radica la premisa de PUBG: 100 jugadores en una isla enorme con el objetivo de ser el último superviviente.
Comienza la partida
La hélice de un avión militar petardea en el aire para que solo, en dúo o con tu escuadra, saltes en paracaídas en el rincón que gustes o gustéis de un enorme mapeado. Todos los jugadores llegan a tierra en vaqueros y camiseta, con lo que la supervivencia en PUBG se combina entre la capacidad de equiparse correctamente, acabar con los enemigos, y, principalmente, lograr manejar el terreno de una manera estratégica para concluir con un balance positivo en la cuenta de riesgos beneficios que rige el progreso de cada partida.
Comenzar el primer enfrentamiento en PUBG resulta indiscutiblemente desconcertante. Ninguna explicación, ninguna norma, el juego simplemente ordena los jugadores reagrupándolos en zonas de juego. Pudiendo saltar del avión sobre cualquier esquina del mapa, a los pocos minutos un sistema de círculos concéntricos reagrupa a los supervivientes en zonas del escenario cada vez más pequeñas. De esta forma, las partidas tienden a durar una media hora si llegas al final y se trata de focalizar a los jugadores en núcleos donde haya acción. Esta ausencia de guion y normas da lugar al libre albedrío, e implica que PUBG ofrezca un marco, un contexto, en el que cada encuentro sea diferente al anterior. Resulta difícil de imaginar que alguien que haya jugado un par de días no sea capaz de narrar un par de anécdotas divertidas, épicas o humillantes.
Con estas herramientas el juego ha arrasado en ordenador. Posiblemente porque es divertido al jugar, y también divertido de ver. La concatenación entre ventas y streaming en este caso mantiene por necesidad una relación lineal, convirtiendo en éxito arrollador un juego sin apenas campaña publicitaria. Pero, PUBG cuenta con un hándicap en su apartado técnico del que es difícil escapar. Si bien el juego en PC ya está listo para la versión 1.0, no brilla en Steam por ser el mejor optimizado del catálogo de ordenador, ni mucho menos. Con el salto a consola nos enfrentamos a un Game Preview, versión 0.5.25 en estos momentos, y el acabado técnico palidece en todos y cada uno de sus aspectos.
La versión de Xbox One necesita mejoras
PUBG en Xbox da lugar al debate necesario: ¿cuáles son los mínimos para que un juego sea lanzado en Game Preview? Entre los problemas más destacados de la versión de consola hay que hablar de retraso en la carga de texturas, sumados a una inestabilidad de framerate perpetua. Cabe mencionar que hay un salto importante, en este caso, entre la versión de Xbox One y Xbox One S, respecto a lo que se puede jugar en Xbox One X. Si bien ambas versiones necesitan mucho recorrido en lo técnico, la experiencia de juego hoy es mucho más solvente en Xbox One X. El principal problema a nivel visual en Xbox One y Xbox One S, un problema que afecta en términos jugables, arremete con una carga de escenario tan abrupta que casas enteras pueden dibujarse ante tus ojos a pocos metros de distancia.
No obstante, más allá de lo visual, hay otros aspectos técnicos del juego que necesitan un giro de tuerca y afectan a todas las versiones por igual: el control y el inventario. El mapeado de control que PUBG Corporation ha diseñado para el mando de Xbox tiene la valentía de recoger todas las opciones de movimiento disponibles en la edición de PC, pero el lastre de generar una combinación de control verdaderamente desconcertante. Especialmente en el manejo de las armas: para la recarga, el uso de miras, el cambio entre accesos rápidos del inventario… Ejecuciones a las que los jugadores de videoconsolas estamos muy acostumbrados, y que en PUBG requieren un proceso de aprendizaje y adaptación. Respecto al control también requiere revisión el propio gunplay. Directamente adaptado del puntero del ratón, la sensibilidad y feedback a la hora de disparar necesita una mejora tan palpable, que sin duda PUBG Corporation ya habrá tomado nota. Por último, el inventario. Equiparse en PUBG supone una parte prioritaria en cada partida: ropa, accesorios, armas y perks para cada una de las armas. Para esto, en consola se dispone un sistema de columnas que se manejan con los botones RB y LB y a través de la cruceta del mando, y que también agradecería una revisión profunda. Un sistema de acceso rápido más rico, con un menú radial, por ejemplo, le vendría francamente bien. En general, el juego tiene mucho trabajo por delante en rendimiento y diseño para alcanzar los estándares que acostumbra el catálogo actual.
La explicación del éxito: ¿Por qué PUBG engancha?
Sin embargo, y pese a que esto son problemas muy importantes y muchos de ellos impactan directamente en la jugabilidad, lo cierto es que merece la pena probar PUBG incluso en consola. Sabedores de que nos vamos a introducir en un Game Preview, por encima de todos los inconvenientes que presenta, la versión de consola hoy resulta jugable. Muchos de sus problemas acarrean la necesidad de un proceso de adaptación más dilatado al que experimentamos en cualquier shooter, pero una vez asentados el juego es perfectamente disfrutable. Por otro lado, su cualidad de Game Preview impone que PUBG Corporation trabaje en actualizaciones de parches constantes, que se incentivarán, sin duda, a raíz del éxito en ventas con el que el juego ha arrancado. Una semana desde el lanzamiento ha bastado para que el primer parche de Xbox sea liberado. Un update de unos 5GB, casi tan pesado como el propio juego base, y que fundamentalmente se centra en mejoras de rendimiento en Xbox One y Xbox One S.
Pero, por encima de todo, PUBG merece nuestra atención. Reducir las impresiones de PUBG a lo técnico supone, en primer lugar, un ejercicio perecedero por su cualidad de Game Preview. Además, hay una pregunta en el fondo de este lanzamiento y es, ¿por qué a pesar de que a nivel técnico el juego no ofrezca nada a destacar ni en consola ni en PC acumula millones de jugadores alrededor del mundo? Esa es una cuestión de peso que se sitúa en un plano de mayor importancia al recuento de frames por segundo.
Lo cierto es que PUBG se descubre como un juego genuinamente inteligente en su constitución, ya que, resulta curioso ver cómo una propuesta de estructura tan sencilla, termina generando algo innovador. Justo por su estructura sencilla comenzar a jugar a PUBG y comenzar a disfrutar en él es algo prácticamente automático. Posiblemente, si ves a dos jugadores enzarzarse a puñetazos nada más aterrizar es que comienza su primera partida. Ninguno de los dos ha comprendido que primero necesita buscar equipo, pero de esa pelea a cara de perro emergen sus primeras historias en PUBG. Estas vivencias son el núcleo de un juego que maneja las narrativas emergentes con genialidad.
El otro elemento que atrapa de PUBG radica en la sensación de tensión a la que da lugar: morir tiene un precio muy alto, así que el balance fracaso - éxito se estudia con cautela al inicio de cada incursión o posibilidad de enfrentamiento. La tensión que envuelve cada encontronazo tiende a acercar a PUBG más al juego de infiltración que al shooter multijugador que acostumbramos.
El último secreto del éxito responde a jugar en compañía. Con la posibilidad de aterrizar en pareja o en escuadra de cuatro con amigos, en estas partidas el juego se viene arriba. Las historias más épicas, las estrategias que suelen terminar en fracaso rotundo, y de cuando en cuando la posibilidad de alcanzar los últimos puestos en la lista de supervivientes, dan lugar a un juego muy agradecido con amigos.
Así, y por ahora no podemos más que hablar en términos de impresiones, PUBG indudablemente es un juego interesante. Uno al que seguirle la pista, al menos. El lanzamiento en Xbox se ha realizado en un momento de desarrollo quizá demasiado preliminar, pero un apartado técnico que necesita muchísimo trabajo por delante no debe ocultar al completo una propuesta original y relevante.
- Acción
PlayerUnknown's Battlegrounds, desarrollado por PUBG Corporation y editado por Krafton Inc. para PC, Xbox One, PlayStation 4, Stadia y dispositivos iOS y Android, es un título de acción y supervivencia tipo shooter basado en el modo Battle Royale que está siendo desarrollado a través de la retroalimentación con la comunidad. Comenzando de la nada, los usuarios tienen que luchar uno contra el otro para localizar armas y suministros para ser el único.