The Last Night, Avance E3

Casi dos horas de conferencia dedicó Microsoft a su nueva consola Xbox One X y a su catálogo de juegos venideros que destacaba por tener una amplia diversidad de géneros. Entre la buena suma de títulos presentados queremos destacar y dedicar unas líneas a uno de ellos, The Last Night, una apuesta inicialmente diseñada para una Game Jam centrada en la temática cyberpunk de los años ochenta y que destacó entre los más de 250 proyectos que se presentaron al susodicho concurso en 2014. Al timón de esta empresa creada en pixel art de inicialmente tan solo unos cinco minutos, Tim y Adrien Soret, dos jóvenes parisinos afincados en Londres que demostraron al mundo lo que podían hacer en tan solo seis días, los mismos que duró el desarrollo de The Last Night. La gran aceptación del pequeño juego hizo que los hermanos reflexionaran sobre su futuro y a crear su propio estudio de videojuegos, Odd Tales, para así seguir expandiendo el concepto de The Last Night. “Recibimos una impresionante atención por parte de la prensa, fans del juego y desarrolladoras”, comentaba Tim Soret en una entrevista a un medio americano.
 
 “Como artistas, nuestras vidas comenzaron a tener sentido, sentíamos que habíamos dado en el clavo”, explicaba Tim. No nos extraña, porque ya en su fase inicial The Last Night despuntaba calidad de cada píxel que aparecía en pantalla pero también de su increíble banda sonora electropunk a cargo del compositor suizo Laurent Lozano apoyada por un tema musical del dúo francés Scratch Massive. Cada uno de los cinco escenarios del juego estaba enfermizamente plagado de detalles y de efectos casi imposibles de recrear en unos cuantos días, algo que sin duda le valió para conseguir la primera posición en la categoría de estética. Ahora y gracias a la ayuda de la editora Raw Fury Games, especialistas en títulos indies, darán el salto en 2018  en exclusiva al ecosistema que ha creado Microsoft para Xbox One, Xbox One X y PC.

 
En el original no había una historia definida como tal, tan solo recogemos el encargo de asesinar a una persona que presumiblemente era dueño de un local nocturno de la ciudad no sin antes sortear algunos peligros tecnológicos. Ahora en The Last Night vemos cómo sus creadores han impreso al juego de importantes tintes morales y de una profunda historia con un único protagonista, Charlie. Nuestro avatar se siente desubicado en un mundo donde la tecnología se ha impuesto en el devenir de la raza humana. Ya nadie se interesa por crear nuevas ideas o por trabajar porque las máquinas han superado las habilidades de la humanidad. Ahora el mundo sólo se preocupa por el ocio, los aumentos y el consumismo, algo con lo que Charlie no se siente cómodo por culpa de un accidente que tuvo de pequeño. Se encuentra desubicado, como si el mundo no fuera con él. Pero todo cambiará cuando en un fortuito encuentro se le dará la opción de tomar oscuros caminos para intentar cambiar a la sociedad como una suerte de cazarrecompensas.

Por lo que conocemos de The Last Night la aventura transcurrirá en diferentes distritos de la ciudad a lo largo de diversos días en la oscuridad de la noche. Cada fecha será en sí mismo un pequeño capítulo donde cada acción tendrá su consecuencia. “No hay malas o buenas decisiones. Al igual que la vida real, solo hay opciones”, explicaba Soret. Esto quiere decir que depende de las acciones que tomemos en uno de los días del título afectará a otros posteriores sin controlar lo que sucede en ellos. Con esto se consigue presentar una historia con diferentes matices según nuestras decisiones y otorgar al juego de diferentes finales, algo que lo convertirá en un título muy rejugable. Lo que está claro es que el videojuego tocará temas sociales que por el momento no existen en la vida real (o al menos no a tamaña escala) pero que sí es plausible de ocurrir en un futuro. El liberalismo del ser humano, la evolución de la tecnología, los diversos dilemas morales de la sociedad, el consumismo masivo o la necesidad de divertirse convertirán a The Last Night en una oscura obra totalmente diferente a lo que hayamos visto hasta ahora.
 
The Last Night está siendo desarrollado actualmente por un equipo compuesto de siete personas donde uno de los hermanos, Adrien Soret, no se encuentra entre ellos. El ilustrador y anterior director artístico del videojuego abandonó el barco en diciembre de 2016 pero todavía está al corriente del desarrollo y mantiene contacto con la comunidad establecida alrededor de este indie. La banda sonora corre ahora a cargo Joe Katakaldo y de Marcos Ortega (Lorn), el cual éste último es responsable de la fantástica pista que pudimos escuchar en el tráiler mostrado en la conferencia y que podéis escuchar aquí.

 
Todavía es pronto para aventurarnos a presagiar el futuro de esta prometedora aventura pero lo que está claro es que pocas veces hemos visto un título indie de tanta calidad y con una técnica pixel art tan cuidada como la que ofrece el videojuego de Odd Tales. Esto sin duda es algo de agradecer viendo el excesivo uso de esta fórmula empleada en multitud de propuestas de bajo coste, donde la misma solivianta el proceso de programación y abarata el coste del producto. Es, cuanto menos, emocionante ver hasta qué cotas puede aspirar este estilo si se emplea con la tecnología actual.