Análisis de Mega Man Legacy Collection

Capcom publicó hace algún tiempo Legacy Collection en plataformas sobremesa y PC. El objetivo era el de recopilar en un solo pack las seis primeras entregas del héroe de la compañía de la cápsula. El resultado, nostalgia pura aunque con algunos errores evidentes. Este 23 de febrero ha llegado a Nintendo 3DS la versión portátil de esta misma colección. Se puede decir que Mega Man vuelve a la casa que le vio nacer, crecer y triunfar. Y lo hace con algunas de sus entregas más poderosas y con un total de seis juegos que son historia viva de los videojuegos. Aunque el recopilatorio en si mismo seguramente no esté a la altura de lo que uno puede esperar en varios frentes. 

La compilación nos permite jugar a todos los Mega Man que salieron en NES, desde el primero hasta el sexto, pasando por los considerados por muchos -entre los que se incluye este redactor- como los mejores de la saga: la segunda y tercera entrega. Los títulos lucen con un acabado audiovisual que recuerda exactamente a cómo los disfrutamos durante principios de los noventa en la consola 8 bits de Nintendo, con el añadido de que podemos rellenar toda la pantalla con la acción que tenemos ante nosotros o podemos jugar con bordes personalizados para mantener las proporciones 4:3 de las versiones originales. Para quien no conozca la saga -herejes- decir que se trata de un título de acción y plataformas de scroll lateral en el que básicamente tenemos dos botones: el de saltar y el de disparar. 

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También podemos hacer un dash para pasar por huecos concretos y a medida que vamos superando fases con su respectivo jefe, adoptamos sus habilidades para usarlas cuando sea preciso. Contamos en la mayoría de juegos con Rush, nuestro perro robot que nos permite saltar más lejos y que tiene varias transformaciones. Es importante resaltar que estas premisas son algo cambiantes según cada juego, ya que por ejemplo Rush no está en las dos primeras entregas y en la sexta se fusiona con Mega Man para convertirse en un solo personaje: Jet Mega Man. También las habilidades que aprendemos de los jefes que vamos conociendo son distintas entre los juegos (algunos como Gemini Man, Snake Man o Magnet Man, los tres de la tercera entrega; Quick Man y Flash Man de la segunda parte o Tomahawk Man y Yamato de la sexta son ya iconos de la saga). 

Es una serie de juegos difíciles, en los que se exige el jugador a aprender los patrones de los enemigos, a saber cuando saltar, cuando detenerse y cuando disparar. Con tan solo dos botones es capaz de hacernos sentir realmente bien cuando conseguimos superar los desafíos que se nos presentan. Destacar que estas seis entregas, la última seguramente algo más sencilla que las demás, tienen un equilibrio entre dificultad y exigencia con el jugador más acertado seguramente que las entregas que aparecieron a posteriori y que podían ser incluso más frustrantes en ciertos momentos. 

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El principal contratiempo de este Legacy Collection está en el rendimiento de los juegos. Estamos hablando de entregas que aparecieron entre finales de los 80 y principios de los noventa, y en Nintendo 3DS no debería haber problema alguno para que funcionaran a la perfección. Nada más lejos de la realidad, los bajones de framerate son constantes. Es cierto que muchas veces no nos afectarán demasiado, pero en otros casos tendremos más problemas porque puede haber rascadas en medio de ciertos saltos que sí afecta a la jugabilidad. No es algo que sea constante y que haga injugable los títulos que nos ocupa, pero es cierto que puede afectar en ciertos momentos y puede enojar más de la cuenta a quién esté intentando una y otra vez superar un tramo de nivel que suficientemente difícil es por sí solo. Esto y algunos efectos cuando recibimos golpes con parpadeos son sus principales problemas. 

Junto a esto, no escapa a nadie que un Legacy Collection de este calibre hubiera sido mucho más completo y tendría más sentido si contara con las diez entregas que salieron de la saga original. No pedimos ya adentrarnos en otras entregas como X o Zero, pero es cierto que añadir la séptima parte que se estrenó en Super Nintendo, la gran octava entrega que salió en Saturn y PSX y las dos que aparecieron como descargables en consolas de la pasada generación habría sido realmente un legado completo y sin fisuras. 

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Dentro de cada juego también podemos disfrutar de un database en el que vemos descripciones de cada uno de los personajes y enemigos que hay en cada entrega y de un menú que permite ver en imágenes elementos tan curiosos como las páginas de los libros de instrucciones originales, anuncios que se publicaron en su momento, flyers y como eran los cartuchos o las cajas que se publicaron en su momento. Destacar que podremos grabar partida cuando queramos -además de usar los passwords clásicos-, algo que facilita las cosas respecto a las entregas originales en las que si nos mataban, teníamos que empezar otra vez.

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