Dragon Ball: Xenoverse, guía completa - Saga Broly

Legendario Súper Saiyan Broly.

El problema que plantea Broly es que su tamaño es enorme, por lo que sus ataques te herirán gravemente, y su barra de salud es idéntica a la de Demigra en su forma de Dios de la Destrucción: es muy grande y tiene una de “coraza” y otra, que es su salud propiamente dicha.

Lo mejor que puedes hacer aquí es defender a tus aliados cuando sean atacados: de nada servirán tus habilidades evolucionadísimas si te enfrentas a solas con Broly. Por ende, debes interponerte entre tus compañeros y los ataques de esta bestia para mantenerlos vivos y que peleen a tu lado: te seguimos recordando que el Kamehameha de tus amigos es muchísimo más poderoso que el tuyo y, usado en combinación con el de otros, potencia el efecto y multiplica los daños.

Cómo no, las cápsulas de ki te serán indispensables para usar tus ataques definitivos contra él, así que asegúrate de ir al combate bien equipado.

¡Batalla feroz! Broly vs. Bardock.

Esta vez, por fortuna, cuentas con la inestimable ayuda de Bardock.

Reiteramos las tácticas de combate expuestas en la sección anterior, así como en el enfrentamiento contra Bardock. Es una pelea un tanto reiterativa, puesto que las características son las mismas y la fuerza de Bardock sustituye a la de tus tres compañeros de la pelea anterior.

Eso sí, te recomendamos que cambies tus habilidades a las que tengan mayor efecto a larga distancia, como los discos lanzadores. Si te intentas acercar lo suficiente como para lanzarle una lluvia de meteoritos, la bloqueará o interrumpirá tu ataque para propinarte una buena paliza.

Guerrero de clase baja.

Ahora Broly se ha convertido en un mono gigante… así que ya sabes lo que debes hacer. Ataca la coraza del simio y merma su resistencia para reducir progresivamente su salud.

Debes ser paciente y evitar que el mono se encapriche contigo. Para ello, mantente alejado e intercede por tus aliados si ves que su salud está por debajo del 50%: precisarás de su ayuda para acabar con la bestia.

Por lo demás, es tiempo, práctica… y ganas. ¡Suerte!