Los Sims 4, Impresiones E3

La llegada del nuevo milenio nos trajo un nuevo tipo de simulación a manos de Maxis. Los Sims no eran los primeros en su género, pero si el que mejor había conseguido aplicar ciertos rasgos únicos a sus personajes y entorno. Desde entonces, han pasado por nuestra mano 3 versiones distintas de esta saga, cada una con sus correspondientes paquetes de expansión y artículos adicionales, dando lugar a simulaciones cada vez más complejas y realistas. Tras Los Sims, origen de toda esta serie, llegó una segunda entrega cuya principal novedad fue la de detallar el ciclo de vida de estos habitantes virtuales, desde su infancia hasta el momento de fallecer. El tercero de la saga, abrió las fronteras de nuestro hogar para permitirnos pasear por las ciudades y barrios, y visitar otras casas o zonas públicas. Además, se perfeccionó el sistema de personalidad, deseos y ambiciones.

Los Sims 4 quieren ir un paso más allá, y su núcleo central serán las emociones y sentimientos de nuestros protagonistas y vecinos virtuales. El estado de ánimo de un sim afectará a todas sus acciones, pero no quedará limitado al personaje que lo origina: Su entorno también se beneficiará o sufrirá las consecuencias. Incluso las acciones que podremos realizar dependerán de la situación emocional del sim. Un personaje que esté enfadado -por diversos motivos, ya que ahora sus sentimientos son más complejos que nunca-  estará limitado a la hora de actuar en algunos ámbitos, mientras que tendrá disponibles opciones únicas, como hacer ejercicio para descargar adrenalina y calmar sus ánimos. Esta simulación no se limitará a Los Sims controlados por los jugadores, ya que todos los habitantes del barrio virtual estarán sujetos a esta realidad. Antes de interaccionar con alguien, tendremos que intentar leer su estado de ánimo.

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Estados de ánimo que se pondrán de manifiesto en multitud de características. Desde los gestos y movimientos del sim, hasta su tono a la hora de hablar el simlish -el famoso lenguaje inventado para la saga. Graham Nardone y Ryan Vaughan nos muestran un parque repleto de sims, todos ellos controlados por la IA del juego. Encontramos gente realizando todo tipo de actividades, conversando entre ellos... Y somos capaces de reconocer los estados de ánimo de muchos de los presentes, simplemente prestando atención a su lenguaje corporal. Sin lugar a dudas, las emociones serán el principal motor de las acciones durante el juego, sin dejar de prestar atención a los distintos hitos adquiridos en las anteriores versiones del juego: Ciclo de vida, posibilidad de pasear por todo el barrio y aspiraciones, deseos y ambiciones. De hecho, estas últimas se complementan a la perfección con los avances en el apartado emocional.

La combinación de ambiciones con distintas características de personalidad, son las que darán forma al comportamiento y reacciones de nuestro sim, así como la forma en la que se va a interactuar con el resto de habitantes de este pequeño universo artificial. A la hora de relacionarse con los demás, un personaje tendrá en cuenta estos parámetros y su situación emocional actual, así como sus recuerdos anteriores. Esto da lugar a comportamientos más complejos y variados, que pueden dar lugar a todo tipo de situaciones e imprevistos. El conjunto de todas estas experiencias y variables, dará lugar a sims con una mayor profundidad emocional, más inteligentes y dispuestos a participar en situaciones mucho más extrañas. Los ingredientes perfectos para que las historias que vivamos en el juego sean, de lejos, mucho más completas, originales y raras.

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También disfrutaremos de una mayor libertad a la hora de crear nuestros sims y hogares, incluso en el momento de realizar acciones. De hecho, una de las más interesantes novedades será la capacidad de los personajes para realizar distintas tareas a la vez. Se acabó el tener que añadir acciones a la cola, cuando algunas de ellas son claramente compatibles. Ahora será posible conversar mientras tomamos una bebida, aumentando considerablemente las opciones de interacción y el realismo. En cuanto a los editores de sims, o el modo Construir, Maxis quiere dejarnos tanta libertad como sea posible. Estas características del juego han sido replanteadas, siguiendo los parámetros básicos propuestos en sus antecesores, pero permitiendo que los jugadores puedan hacer uso de su imaginación e ingenio para crear lo que tengan en mente. Por ejemplo, en el Editor de Sims.

Basta con escoger una parte del cuerpo, y jugar con el ratón para darle distintas formas. Aquellos que disfrutasen, en su día, de Spore encontrarám ciertas similitudes en el mecanismo. Los resultados son, cuanto menos, impresionantes. Y aunque Los Sims 3 ya ofrecieron gran mejora en cuanto a complexión y aspecto de los personajes, con la cuarta entrega podremos encontrarnos con habitantes de todo tipo y forma. Real como la vida misma... O casi. Porque Maxis vuelve a acertar eligiendo de nuevo el camino de la representación ligeramente caricaturizada de Los Sims, alejándose del diseño propuesto por The Sims Studio, que acentuaba menos el aspecto cómico de los gráficos. Y en este aspecto, un nuevo salto de calidad: Los escenarios, modelados y texturas son mucho más animados, coloridos y vibrantes. Profundidad a todas las escalas: Tanto en la simulación de las emociones como en el apartado técnico.

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Esta libertad queda también patente en el modo Construir, para el que se han aplicado sustanciales mejoras. La capacidad creativa del usuario parece ser el único límite a la hora de dar forma a nuestros hogares, gracias a las nuevas posibilidades que nos ofrece el editor. Desde dar a cada muro la altura que queramos, crear habitaciones individuales, o la opción de mover o ampliar y reducir habitaciones completas sin necesidad de remodelar el resto de la casa. Esto nos ofrecerá una mayor adaptabilidad, reduciendo el tiempo necesario para plantear y edificar una vivienda para nuestros sims. Opciones mejoradas respecto a Los Sims 3, y algunas heredadas de las versiones para dispositivos móviles, que abren un espectacular abanico de posibilidades para los más imaginativos. Además, con la facilidad para compartir creaciones propias o añadir las de otros usuarios, pero sin necesidad de una conexión permanente.

El 4 de septiembre es la fecha elegida para que Los Sims 4 lleguen a nuestro país -en Estados Unidos lo tendrán un par de días antes- y la saga siga avanzando. En menos de 15 años, la casa de muñecas ideada por Maxis va camino de convertirse en el mayor y más complejo simulador de vida virtual jamás realizado. Esta es la base de un título que, presumiblemente, irá recibiendo sustanciales ampliaciones durante los siguientes 5 años, dando lugar a un entramado aún más completo. Parece que Maxis y EA han sabido sacar partido a una de sus licencias más fértiles. Solamente nos queda un verano por delante para volver, de nuevo, a nuestras vidas virtuales.