Los millones de televidentes que se reúnen todos los años a la comunión de la Superbowl en Estados Unidos siempre tienen mucho que ver más allá del propio partido. Es un día de familia, cervezas, mucha comida y un espectáculo televisivo que incluye actuaciones de artistas de primer nivel y, curiosamente, publicidad. Es tradición que en ese día, muchas compañías preparen anuncios específicamente para ese día, muchos de ellos espectaculares y de primeras marcas. No es sólo los millones de audiencia garantizada, es casi también ya un símbolo de prestigio entre compañías, algo de lo que presumir. Diversos videojuegos han ocupado anuncios en estos momentos a lo largo de los años, como Halo 3 en su primer tráiler cinemático, y a ese selecto club se le añade ahora un South Park: The Stick of Truth que afronta, por fin, la recta final de su largo desarrollo a manos de Obsidian. Si hay algo que ha caracterizado a este proyecto es la implicación de sus creadores, algo que va mucho más allá de prestar sus nombres y hacer unas cuantas entrevistas para demostrar que están del proyecto. Es muy habitual en el videojuego que se le de mucha exposición a que una cara famosa esté “implicada” en el proyecto, quizás un actor relacionado con una serie o película de éxito, o un director de culto cuyo nombre sea invocado para legitimizar algún videojuego basado en película. Pero si hay algo que han demostrado Trey Parker y Matt Stone a lo largo de estos años es que realmente ven este juego como su proyecto, como la oportunidad de hacer un gran juego de South Park, y están totalmente volcados en él. A nivel de promoción los hemos visto en varios E3, en los VGA, en numerosas entrevistas y siempre han generado la misma sensación de saber de qué están hablando, que es lo que quieren y qué definen las virtudes de Sticks of Truth. Ellos querían que fuera un RPG porque son aficionados del género y porque era la única forma de que el juego tuviera una narrativa de más peso que consiguiera lo que están buscando: un capítulo interactivo de la serie en forma de videojuego.
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Y ciertamente, el juego parece cumplir en todos los apartados. Por un lado, el fanservice es total, desde luego que el juego está destinado a convertirse en todo un imprescindible para los incondicionales de la serie. Ya se ha hablado mucho por ejemplo de cómo el aspecto visual es tremendamente cercano al de la serie de televisión, usando una técnica que reproduce la misma técnica con la que se produce el programa. Aunque South Park no sea la obra audiovisual más sofisticada del mundo, conseguir ese aspecto visual tuvo su trabajo y se refleja bien en el juego. Pero el aspecto técnico es una cosa casi accesoria cuando se aprecia el gran trabajo puesto en escenarios, animaciones y en multitud de detalles que hacen referencia a la larga trayectoria de la serie de Comedy Central . Toda clase de personajes y situaciones históricas se dan cita en un hueco que tiene mucho de homenaje a la serie. Más allá de ese factor de identidad, el título parece tener también sus credenciales de juego de rol en regla, con una amplia variedad de posibilidades tanto dentro como fuera del combate. Fuera de combate, puedes usar diferentes habilidades para acabar con enemigos antes de entrar en contacto con ellos, usando diferentes habilidades en el entorno para afectar a los posibles rivales. Una posibilidad es encoger de tamaño y avanzar por lugares imposibles para pasar por zonas por las que normalmente no podrías o están muy protegidas. Otras opciones pasan por usar lo que se llama “Cup-A-Smell ”, una esfera con uno de nuestros poderosas flatulencias en su interior, listo para explotar ante cualquier desafortunado al que se lo lancemos.
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La lista de poderes, ataques e invocaciones es muy variada y también muy South Park. Las flatulencias son un clásico y tendrán un papel estelar en todo el juego, siendo la base de diferentes “conjuros”. De hecho, en vez de pócimas para recargar maná, tenemos burritos para recargar nuestras reservas internas, lo que parece bastante apropiado dadas las circunstancias. Los ataques pueden ser bastante salvajes y suelen ser variaciones reales de conjuros clásicos: electrocutar por ejemplo no es lanzar rayos con la mano, sino tirar agua al contrario y luego tirarle una batería con cables pelados, consiguiendo el funesto resultado. “Martillo de Justicia ”, a pesar del poderoso nombre y de evocar el clásico conjuro de Paladín con un martillo de luz golpeando el mal, en realidad es sólo un martillo, mientras que un hechizo de curación es una simple palmadita en la espalda. Mecánicamente, los combates tienen un elemento de acción que lo acerca a los Mario RPG, pidiéndote que pulses un botón en el momento justo para conseguir un extra de daño. Ciertos momentos nos obligarán a machacar botones para conseguir superar a un rival, pero el combate se desarrolla por turnos y con bastantes opciones. No parece que vaya a ser un juego especialmente difícil o muy táctico, pero sería aburrido si no hubiera una buena variedad de ataques que usar, a lo que hay que incluir varias armas, diferentes estados e incluso invocaciones. También habrá posibilidad de combos y ataques más elaborados, en lo que se espera que sea una curva suficientemente interesante para que el combate no resulte aburrido con el desarrollo de la aventura. Un detalle divertido es el menú, que está planteado como si fuera una página de Facebook. Desde ahí gestionaremos inventario, compañeros y otros detalles importante para nuestra aventura.
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Nuestra aventura tendrá distintas ramificaciones y retos, lo que incluirá unir a las distintas facciones dentro de South Park para vencer una terrible amenaza para el mundo. Nuestro personaje es “el chico nuevo” pero es también conocido como una leyenda: “Dragonborn ”, maestro del “Grito de Dragón”, pero el “grito” es en realidad, por supuesto, una legendaria flatulencia. Stick of Truth usa la conocida técnica de ponerte en el papel de un personaje nuevo para integrarte con los miembros establecidos de la serie, permitiéndonos además crear nuestro avatar con una gran variedad de posibilidades, a nuestro gusto. Nuestro papel es más bien neutro ya que aunque somos el protagonista, no parece que tengamos una personalidad muy definida, lo que nos permite además tomar diversas decisiones con respecto a las “facciones” dentro de South Park como los pelirrojos, los góticos, los vampiros o los hippies, entre otros. Todo parece listo para que South Park: The Stick of Truth sea el gran homenaje que pretende ser y el primer videojuego de la serie que “no apeste” en palabras de Parker y Stone. De hecho, se les ve bastante convencidos de que va a salir un gran juego y parecen estar muy orgullosos del trabajo realizado -obviamente tienen el máximo interés en que sea un éxito, pero ciertamente ven el juego como algo suyo, al contrario que títulos como Chef’s Luv Shack o South Park Rally, clásicos subproductos licencias con los que ellos no estaban relacionados para nada-. La verdad es que la trayectoria de South Park en el videojuego es bastante penosa en líneas generales, y por eso también destaca tanto encontrar en Stick of Truth un serio candidato a limpiar ese pasado. También será con toda seguridad la última vez que los creadores se vean tan relacionados en hacer un videojuego, ocupados como están en la serie y en musicales de éxito en Broadway, así que será una pistola con una única bala para ver si South Park deja una mejor huella en el videojuego con este proyecto.
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