Forza Motorsports 5, Impresiones

Uno de los cambios más llamativos, para empezar, viene en la ausencia de modo Carrera al uso donde ir desbloqueando coches, circuitos, pruebas y contenido en general. Greenwalt y su gente quieren ahora utilizar otro esquema de juego donde se ofrece prácticamente todo desbloqueado al jugador desde el primer momento. Este nuevo formato es algo arriesgado puesto que rompe con el tradicional, aunque ellos tienen por seguro que así el usuario que no se acaba los títulos de coches (una inmensa mayoría, dicen) va a tener acceso a todo el contenido para buscar más a gusto qué modelo le es más atractivo y manejable o en qué circuito se defiende mejor, teniendo ahí más posibilidades de marcas online récord. Además se refuerza con ello el siempre curioso modo AutoVista, que ahora acogerá más modelos de coches que los 26 que dejaba explorar a fondo por dentro y por fuera Forza 4. Sobre esto, hay que decir que el aspecto visual es fotorrealista y extremadamente detallado, sin absolutamente ninguna angulación para las líneas curvas y con una recreación de los bólidos redondeada y brillante que casi cuesta creer que es poligonal.



Otro punto de avance tremendo viene en la IA, ahora seis veces más potente gracias al almacenamiento de datos y tecnología adicional en la nube que permite Xbox One, mecanismo que registrará y analizará los comportamientos de los usuarios y los plasmará en los de la CPU, creando unos rivales súper inteligentes que en pista incluso nos bloquearán, intentarán engañarnos con adelantamientos por el lado contrario al sugerido o presionarán fuerte para que un solo fallo nos quite del todo la carrera. “Nunca has visto una presión como la que te van a hacer tus competidores en Forza 5 para Xbox One, es una maravilla tecnológica explotada para crear una nueva experiencia jugable”, matizaba Greenwalt. Esta entrega está cargada de trucos y pues en marcha de cosas invisibles para formar un juego impresionante, explicaba. “Todo funciona al unísono para que el jugador diga “¡guau!” en cuanto tome las primeras curvas”. Realmente esta expresión puede escapársele a cualquiera. La fluidez de imagen y nivel de detalle, reflejos, visibilidad en el horizonte, deslumbres por el sol de frente en la luna del coche, sistema de partículas y roturas en los accidentes… Puro espectáculo next-gen.

Un avance más, el multijugador. 60 frames por segundo completamente estables y un nuevo sistema de matchmaking llamado Smart Match, donde las partidas se forman de manera inteligente teniendo en cuenta mucho más que el nivel de los corredores. Ahora el juego busca automáticamente, por ejemplo, usuarios del mismo territorio y lenguaje, de preferencias por coches diversos, especialistas en el mismo estilo de carreras o con las mismas horas de Forza a sus espaldas. Ahora cada encuentro online va a venir mejor determinado por rivales que se parecen a nosotros o contra los que más nos apetecería jugar en un momento determinado. Hay criterios de búsqueda de partidas aleatorias que se pueden decidir antes de comenzar a buscar, lo que ayuda a que sea el jugador quien decide si quiere plantar cara al líder de las estadísticas o si en cambio esta vez prefiere vérselas con gente de su nivel. Y otro aspecto importante, la accesibilidad. Forza 5 está hecho para que puedan jugar todo tipo de usuarios, conductores o no, por lo que también presta un montón de configuraciones posibles para las ayudas, como la tracción trasera o el frenado automáticos. Eso sí, escojamos el manejo que escojamos, todo tiene ventajas e inconvenientes y no habrá uno ideal y por encima del resto para competir.



Todos los menús cambian su formato para hacerse más ágiles y navegables. Ahora, al estar casi todo disponible desde un primer momento, la selección de liga concreta, formato de carrera , vueltas o cilindrada y adversarios, el jugador acude antes a la prueba que le apetece exactamente. Una vez dentro, todas las elecciones se notan, al igual que se nota desde los mandos un avance en físicas sin igual, resultado además del cambio de marca para la tecnología de los neumáticos. Forza abandona Pirelli y se alía con Calspan, con expertos en  tecnología de aviación y asuntos como la suspensión, la complexión, las inercias, los roces de pastillas de fren en situaciones concretas o, lo más importante, el agarre al terreno. En el desarrollo de físicas de Forza 5 han trabajado codo con codo con especialistas para lograr una sensaciones únicas a los mandos. Desde cómo debe imponerse la vibración de los gatillos del mando de One hasta cuánta respuesta debe dar el stick en cada momento o cómo tiene que ser la precisión al jugarlo con volante. Calspan Tech ha dicho mucho en la programación del juego. Y eso es una garantía.

Por último, en la demostración de Greenwalt y posterior hands on ha tenido especial protagonismo también el nuevo sistema de accidentes, capaz de medir hasta los materiales del firme donde se produce un impacto para hacer rebotar de una forma u otra las partículas que se desprendan de nuestro vehículo y cómo gira o derrapa. En definitiva, otro aspecto meramente técnico que acaba pasando factura a lo jugable de forma que la experiencia del usuario sea lo más fiel posible a lo que sería en la realidad la conducción de una de estas maravillas del motor, pues regresan en Forza concesionarios como Audi en su gama más alta, Ferrari, Porsche, Mercedes y demás turismos de alta gama, una de las señas de identidad de la franquicia. Teníamos miedo de que pareciera un juego hecho a la ligera para lanzar One con algún simulador de coches, pero lo cierto es que una vez probado empieza a sentirse que esto de la next-gen no es solo palabrería y que realmente se avanza con ella en todos los terrenos, tanto gráficos como en sensaciones.