Con la mayor amenaza a la que se ha enfrentado la humanidad en su historia, sólo la Inquisición tiene el poder para unir fuerzas y tratar de frenar el poder de las criaturas demoníacas del Velo. Tú ostentas ese poder y tus decisiones marcarán el destino de los hombres.
Bioware necesitaba un cambio de enfoque después de Dragon Age II. La segunda parte de la serie se había apartado de muchos de los aspectos que hicieron destacar a Origins, condicionado además por un desarrollo demasiado acelerado que le hizo estar muy limitado en cuanto a escenarios -esas cuevas repetidas todavía pesan-. El estudio necesitaba replantear las cosas y además requería nuevas herramientas para permitirse ciertas ambiciones, por lo que se tomaron un receso, adoptaron el motor Frostbite 3 y se lanzaron a modificarlo y configurarlo para que pudiera ser acomodado a las necesidades de un juego de rol.
La primera ambición del nuevo Dragon Age es conseguir un juego en donde la exploración sea posible. El nuevo motor permite esto y la filosofía que el estudio está aplicando se compara directamente con Baldur´s Gate. Lo que se pretende es crear un mundo enorme formado por diferentes zonas de gran tamaño. No se pretende perseguir las ideas de Bethesda con Elder Scrolls pero sí introducir un mundo con suficiente espacio para permitir el descubrimiento. Cada zona estará repleta de contenido y la mayor parte de las criaturas en la tierra no están escaladas a tu nivel, así que puedes encontrar y explorar una cueva para encontrarte con un dragón u otros encuentros desagradables a los que no puedas sobrevivir en combate directo. El mundo será variado, rico en secretos y en lugares por los que tendremos que pasar obligatoriamente pero que nos pueden reportar muchas satisfacciones si superamos los retos.
Dragon Age: Inquisition, desarrollado por BioWare y editado por Electronic Arts para PC, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One, es la tercera entrega de la saga de rol y acción ambientada en un mundo de fantasía. Un cataclismo ha sumido sus tierras en el caos. Los dragones cubren el cielo y proyectan una sombra de terror en un reino antes pacífico. Los magos declaran la guerra contra los templarios. Las naciones se alzan unas contra otras. Como líder de la Inquisición, de ti y de tu grupo de héroes depende restablecer el orden y acabar con los agentes de la entropía. Se formarán -y se romperán- alianzas a medida que avanza la campaña.