Pikmin 3, Impresiones

Después de una larga espera llega la tercera entrega de Pikmin, uno de los juegos exclusivos de Nintendo con mayor encanto. Impresiones finales del título que aterriza el 26 de julio en exclusiva para Wii U.

Actualizado a 8 de julio de 2013 12:18 CEST

El gran abanico de propiedades intelectuales y géneros que ha abordado Nintendo a lo largo de su historia se amplió hacia la estrategia en tiempo real con Pikmin, una de las mayores sorpresas que Shigeru Miyamoto diseñó para la extinta Gamecube. Con una gran personalidad tanto en mecánica de juego como en universo, estos pequeños pero letales personajes a las órdenes del Capitán Olimar se ganaron el corazón de los usuarios de la consola cúbica de Nintendo. Después de una secuela que ampliaba la experiencia y la revisión New Play Control! Para Wii de hace cinco años, este mes de julio llega Pikmin 3 en exclusiva para Wii U. En Meristation hemos accedido a la versión final del título para traer las últimas impresiones antes de abordar el análisis del juego.

La acción de Pikmin 3 nos ubica en el planeta nombrado por los habitantes de Koppai como PNF-404, un lugar interesante en el que buscar recursos y provisiones para que el lugar de origen de los tres protagonistas de esta aventura puedan asegurar su viabilidad, ya que se ha ido consumiendo todo lo que les permitía vivir. Este planeta es la esperanza de los koppai, ya que después de buscar por toda la galaxia parece ser que tienen justo lo que necesitan. El preludio de la aventura sigue con un aterrizaje forzoso que acaba con los tres líderes separados en diversos puntos del PNF-404, por lo que primero de todo tendrán que encontrarse para poder seguir adelante con su proyecto.

El primer personaje que controlaremos es Charlie, que ha acabado en un punto alejado de sus otros dos compañeros y se sorprende del lugar en el que se encuentra. Su avance por este extraño planeta que recuerda a la tierra pero desde una perspectiva diminuta, la que supone el tamaño de estos Koppais, gana en sorpresas cuando se encuentra con los pikmin amarillos, unos seres curiosos que se unen a sus filas cuando se acerca a ellos. Aquí empieza el tutorial del título, que nos muestra como con el botón ZR podremos llamarlos para que se unan a nosotros, como el botón B sirve para que se dispersen y rompan filas y como con el botón A podremos lanzarlos en el punto que queramos. Lanzándolos a una pared vemos como empezarán a atacarla hasta derribarla y abrir así un nuevo camino para poder avanzar.

En este punto es importante señalar cómo funcionan los controles de Pikmin 3. Tenemos el gatillo izquierdo que nos permitirá poner la cámara detrás de nuestro líder y ver hacia donde apuntamos. Por otra parte, la manera de apuntar puede ser confusa en un primer momento: el stick analógico izquierdo sirve tanto para mover al personaje principal como también para apuntar con el cursor el lugar en el que queremos lanzar pikmins o el lugar donde queremos usar el silbato para que esos pequeños personajes alejados se acerquen a nosotros. Cuando comprendemos que para usar el cursor debemos estar quietos, todo es mucho más sencillo. Aunque al principio cueste acostumbrarse.

Poco después de esta primera toma de contacto pasamos a controlar a Alph, otro de los exploradores que se han perdido por el PNF-404. En su caso su primer contacto con los pikmin son los de color rojo, mediante los que empezará a realizar muchas más tareas. Junto a ellos hay una cebolla roja, que no es más que su “refugio”. Además de esconderse ahí cuando el sol se pone, es un lugar para generar nuevos pikmins. Cuando estos maten a enemigos abalanzándose sobre ellos o cojan pastillas de colores dentro de las plantas pueden llevar dichos elementos a la cebolla y crear nuevos pikmins de su color. Atacar enemigos, coger provisiones, romper estructuras o construir puentes cogiendo piezas uno a uno son algunas de las primeras mecánicas que llevamos a cabo, pero no las únicas.

Algo que destaca en estos primeros niveles que vemos es que tienen una extensión bastante abierta y que cuentan con diversos caminos que no podremos abrir de buenas a primera. Veremos unas pantallas de cristal que los pikmin rojos son incapaces de romper. Unos minerales que tampoco caen ante esta clase de pikmin. Y aquí entran en escena uno de los nuevos pikmin: los pétreos. Se trata de pikmins rocosos mucho más duros que los demás e ideales para romper estructuras duras y atacar con mucha más fuerza a los enemigos. Con estos podremos abrir caminos antes imposibles, acabar más rápido con enemigos y romper corazas de ciertos monstruos. Destacar que otra de las grandes novedades son los pikmin alados, unos personajes que cambiarán de manera mucho más radical la experiencia gracias a sus propiedades voladoras y que se unen a los citados y a los amarillos –aguantan electricidad- los venenosos blancos , los azules capaces de nadar bajo el agua y los fortachones morados.

La gracia es conocer las posibilidades de todos los pikmins. Hay un momento que nos enfrentamos a unos animales que lanzan fuego. Los pétreos les hacen más daño, pero si tocan las llamas del enemigo se queman y pueden morir. En cambio, si les lanzamos los pikmins rojos que son inmunes a las llamaradas acabarán en un santiamén con estos enemigos. Otro caso es un jefe final que nos encontramos más adelante y que lleva una coraza. Debemos lanzar primero los pétreos para romperle la protección y luego atacar con todo lo que tenemos cuando está vulnerable. En este caso, donde tenemos que actuar rápido, es un ejemplo claro de tener que controlar bien el binomio movimiento del líder-apuntar con el cursor. Si no entendemos bien como controlarlo tendremos problemas para reclutar rápido a los pikmins y lanzarlos en medio de la acción.

Durante los primeros compases de partida también damos con nuevas mecánicas interesantes de explicar. Cuando Alph encuentra a Brittany, la tercera de los personajes que faltaban por presentar, ambos irán en el mismo equipo y se pueden compenetrar para hacer acciones diversas. Por ejemplo, los exploradores necesitan además de buscar ciertas piezas de la nave para volver a casa también frutas gigantes que permitan ampliar los recursos para estar en este planeta (una botella de zumo, un día más en PNF-404). Hay un limón que está muy alejado de la posición inicial de nuestros Pikmins. Lanzamos a Brittany en una zona elevada, le pasamos unos cuántos pikmins, pasamos a controlar a dicha exploradora pulsando un botón y desde esa zona lanzamos la munición para coger dicho recurso. Esto también nos permite separarnos por grupos y explorar zonas de mapas mucho más grandes que los vistos en Pikmin 1 y 2, algo que se agradece ya que cada nivel es mucho más rico y tiene variantes y posibilidades.

La acción se sigue dividiendo en días, de tal manera que cuando el sol se pone los capitanes tienen que volver a la nave. El tiempo apremia, y según qué acciones es bastante exigente. En nuestro caso, tardamos más de la cuenta en acabar con el jefe final explicado anteriormente, y no pudimos llegar a la nave con el objeto que encontramos en la gruta ni con los recursos recogidos, perdiendo más de veinte pikmins y el objetivo principal de la misión. Faltará ver si con más horas la exigencia pasa a ser menor o el desafío sigue siendo interesante hasta el fin del título (Pikmin de Gamecube tenía como pega no ser demasiado difícil). Los pikmins que no estén alineados con nosotros o en el radio de seguridad de las cebollas morirán, dificultando el inicio del próximo día ya que tendremos que rearmarnos.

El control con el mando tableta destaca por las funciones que tenemos con la pantalla táctil. Desde ahí tenemos acceso al mapa del escenario en el que nos encontramos y a diversas funciones que hemos podido ya trastear. A lo largo de nuestro avance encontramos objetos que sirven como notas y consejos tanto pistas como tutoriales de funcionamiento (y coleccionables para buscarlos todos), espacios para apuntes sobre los pikmins o los recursos que encontramos, y un modo fotografía interesante: pasamos a ver en primera persona a través de los ojos de los exploradores y podemos hacer capturas para subirlas posteriormente a Miiverse con comentarios. Cuando acaba un día también podemos ver la repetición de nuestro actos a modo de esquema. A esto se añaden otros controles con Wii Pro controller o con los mandos de la Wii original, modo off-screen y otros añadidos que se profundizarán en el análisis.

Artísticamente, lo visto hasta el momento desprende un encanto especial. La alta definición está sentando más que bien a las propiedades intelectuales de Nintendo, y en este caso es una maravilla no solo el diseño de personajes, pikmins y enemigos –con ese toque desenfadado y a la vez encantador- sino por los escenarios, que desprenden una vida y una vegetación digna de mención. Plantas enormes muy detalladas, elementos cuidados como el agua, vastos terrenos que nos hacen sentir pequeños… seguramente no es un título que sea benchmark de una consola, pero es algo que responde a una palabra que habla por sí solo: bonito. Las notas musicales hasta el momento también rayan a un buen nivel a la hora de dar ese toque especial a la experiencia audiovisual.

Pikmin 3 es un juego que nos ha atrapado desde un primer momento gracias a todas sus bondades explicadas a lo largo de este impresiones finales. Un título muy esperado que conoce perfectamente de donde viene, cuáles eran sus virtudes y defectos y que juega con ello para ofrecer una tercera entrega al nivel de lo que se espera de una propiedad intelectual de Nintendo. El título sale a la venta el 26 de julio en Wii U, y a lo largo de este mes llegará el análisis pertinente mediante el cual, y tras horas invertidas, podremos decidir si es el retorno que todo el mundo esperaba.