Regreso al Pasado: Superman

21 millones de dólares el día de su estreno, 125 en USA y Canadá durante su primer fin de semana. Se puede decir que Superman ha vuelto. Distinto, con aires renovados y con alguien como Christopher Nolan en la producción, que no es poca cosa. El que dirigiera la trilogía de Batman más brillante que se recuerda ha pasado a otro héroe de DC Comics para hacer un reinicio que está convenciendo a crítica y público. Bajo la dirección de Zack Snyder, “Man of Steel” ha sabido reubicar un personaje que parecía ya casi anacrónico en el cine y convertirlo en plenamente vigente para los tiempos actuales. El mayor superhéroe del Universo DC vuelve al cine por la puerta grande. Un contraste interesante respecto a sus incursiones en los videojuegos, que son en su mayoría pura kriptonita.

La historia de Superman con el mundo de los videojuegos está íntimamente ligada con el camino que inició  también en el cine a finales de los años ochenta. La primera película del hombre de acero llegó en 1978, cuatro décadas después de que se estrenara en su hábitat natural: el cómic. El film se convirtió en un gran éxito gracias a la célebre interpretación de Christopher Reeve, y naturalmente la industria de los videojuegos no era ajena a los éxitos de la gran pantalla. Ya en esos años se apostaba por aprovechar el tirón de las licencias cinematográficas para vender un videojuego como producto anexo. Pasó con fracasos sonados como ET y Superman no sería menos. Su primera incursión en Atari pasó sin pena ni gloria, seguramente preludio de lo que sucedería cada vez que el último hijo de Krypton quisiera adentrarse en el mundo del ocio digital.

Superman ha pasado por diversos géneros y aventuras a lo largo de su dilatada experiencia en el mundo de los videojuegos. Acción, beat’em up clásico de las máquinas recreativas, momentos más aventureros, puzles e incluso en formato juego de lucha. O en forma de Lego. Con motivo del estreno en nuestro país de Man of Steel, nos decidimos a recorrer la historia de Superman en el mundo de los videojuegos. Nunca tan exitosa como el personaje merece, y llena de títulos olvidables que han funcionado como la peor de la kriptonita para el héroe volador. Repasamos los grandes fracasos de Superman en el videojuego, los títulos que no colmaron las expectativas y también sus mejores interpretaciones, que casi siempre han sido como personaje invitado y no protagonista.

El debut de Superman en el mundo de los videojuegos estuvo marcado por la llegada del mismo personaje al mundo del cine. Atari era la plataforma dominante de la época antes del famoso crash del 84 y ahí iban las grandes licencias. Uno de los problemas de la plataforma y de los juegos de la época, causa en parte del crack de mediados de los ochenta, era la poca calidad que tenían la gran cantidad de títulos que salían para dicha plataforma.  Superman se estrenó en Atari con un objetivo claro: reconstruir un puente que Lex Luthor había destruido. Además, tenía que acabar con él y con los criminales que andaban sueltos por Metropolis. La propuesta tenía sus cosas ingeniosas, como podernos convertir en Superman siendo Clark Kent y entrando en una cabina o teniendo que besar a Loise para poder recuperar las fuerzas cuando la kriptonita nos alcanzaba.

Pero más allá de estas posibilidades y de las tres habilidades básicas que teníamos en nuestra mano en dicho juego -la fuerza del personaje, los rayos X y poder volar- Superman en Atari 2600 era un juego mal diseñado, con fases y intercambio de niveles que se prestaban fácilmente a la confusión y que no ayudaban a seguir el hilo de la aventura. En muchos momentos uno no sabía qué estaba pasando. Además, tampoco se libró de ciertos bugs. Fue de los primeros juegos en tener la opción de pausa, pero esto tenía un error que permitía acabar el juego sin haber conseguido reconstruir el puente. Además, el modo cooperativo era de lo más extraño: un jugador controlaba unos movimientos de Superman y otro los demás (como subir y bajar). La falta de lógica del diseño del mapa central pesó en un juego que para la época conseguía mostrar elementos identificables como las cabinas o el propio personaje.

Pasaron hasta siete años sin saber nada de Superman en formato videojuego. La primera experiencia había intentado explotar la licencia de la película protagonizada por Reeve pero no consiguió demasiado éxito en general. First Star Software se atrevería con Superman: The Game para diversas plataformas, aunque fue pensado inicialmente para Commedore 64. SE trataba de un juego competitivo en el que un jugador controlaba a Superman y otro a Darkseid (que sino podía ser controlado por la CPU). El objetivo principal era salvar a ciudadanos de mla ciudad o acabar con ellos según el rol que eligiéramos. El escenario tenía seis sectores y solo se podía salir de uno consiguiendo una serie de diamantes. Cuando no quedan ciudadanos, se acaba el juego.

Una propuesta muy arcade que contaba con una introducción de lo más interesante, pero que era un auténtico desastre una vez empezábamos a controlar a los personajes del título. Los controles eran malos, y elementos como los disparos tenían una respuesta deficiente y poco cercana a lo que intentábamos hacer. Había numerosos bugs presentes en un título olvidado por muchos, entre los que destacaba uno muy curioso mediante el cual si nos movíamos a una zona al poco de empezar la partida, el juego nos mandaba a la pantalla de título. La experiencia tampoco era demasiado reconfortante con el jugador: cuando acababa la partida con los ciudadanos salvados y/o muertos, el juego enviaba al usuario al menú principal sin un solo mensaje que señalara quien había ganado.

La consola de moda a finales de los años ochenta era NES, de Nintendo. Y Superman no podía estar sin aparecer en la que mandaba en la nueva generación de plataformas aparecidas después del crash del 84. Primero Atari, ahora NES. El trabajo de Kemco presentaba credenciales interesantes para triunfar, ya que se trataba de un videojuego que mezclaba momentos de aventura de acción con otros de puzle. Pero dicho título acabó convirtiéndose en un nuevo ejemplo de cómo una compañía coge una licencia exitosa y la intenta trasladar al mundo de los videojuegos con un producto de una calidad inferior a la que en este caso merece Superman. Un producto que tenía una banda sonora aceptable, pero que fallaba en todo lo demás. Empezando por los gráficos que mostraban a Clark, Lois o el propio Superman con un diseño horrible y una falta de animaciones preocupante. Poco identificables.

El gran problema del estreno de Superman en NES estaba en la mecánica de juego más que en el pobre apartado audiovisual. Los ataques contra los enemigos reaccionaban tarde a nuestros comandos, y se ejecutaban solo cuando estábamos tocándonos con ellos, fallando si Superman se encuentra un par de centímetros más alejado de la cuenta. Volar se hacía tremendamente aburrido y sin sensación real de estar volando, y todas las habilidades especiales con las que contaba se ejecutaban de manera pobre. Rayos X, Super Spin, visión de Calor o el super aliento aportaban poco al juego, y lo que costaba acumular energía para usarlos los hacía totalmente inútiles. Para acabar de rizar el rizo, la mismísima estatua de la Libertad charlaba con Superman, algo inverosímil y, por qué no decirlo, ridículo.

Un año después del desastroso estreno de Superman en NES llegaría a los salones recreativos “Superman”, la visión particular de Taito del héroe de DC Universe. Se trataba de una nueva iteración que sí convenció en muchos de los aspectos en los que habían fallado sus predecesores. Seguramente la excepción que confirma la regla. En este caso, la de que Superman y los videojuegos no han hecho demasiadas buenas migas. Visualmente era una auténtica maravilla que dejaba en pañales a cualquier juego de Superman hecho hasta la fecha. Personajes de enormes dimensiones, perfectamente detallados y unos escenarios llenos de vitalidad y de elementos. La banda sonora tan criticada en anteriores juegos también jugaría un papel importante aquí: se adaptó la banda sonora de la primera película compuesta por John Williams. La fórmula tampoco inventaba la rueda, pero estaba bien resuelta: clásico beat’em up yo contra el barrio.

A pesar de que la fórmula era conocida por todos en esa época, este Superman de Taito tenía algunas particularidades que acercaban a las bondades del hombre de acero. Por ejemplo, el protagonista está volando por el escenario todo el rato, no andando como el clásico brawler. Además,  a veces las fases iban en avance vertical de abajo hacia arriba y poder movernos por toda la pantalla ofrecía mecánicas interesantes para los combates con los jefes finales. También hay fases de scroll lateral tipo shooter donde usamos los rayos X para ir acabando con enemigos y con estructuras y obstáculos que nos salen a nuestro paso. Como curiosidad, podían jugar dos jugador: el segundo llevaba un Superman con skin totalmente rojo en cuánto al traje.

La licencia que tenía First Star Software no se había aprovechado como se esperaba, y la cedieron a la compañía del Reino Unido Tynesoft para que intentaran hacer algo con cara y ojos para Commodore, Spectrum y otras plataformas con este Superman: The Man of Steel. La propuesta partía en dos el tipo de juego que nos encontrábamos delante: por una parte teníamos momentos de vuelo tridimensionales con la pantalla avanzando hacia nosotros y por otro afrontábamos momentos de aventura de scroll lateral. Eran tan distintas ambas secciones que parecían títulos distintos. En el primer caso había muchos colores y la figura de Superman se veía de manera clara y detallada. En la segunda el nivel de detalle y colores bajaba enteros a pesar de que el protagonista seguía siendo identificable sobre todo por sus colores. En total, ocho partes que se dividían en fases pseudo 3D y en fases Scroll 2D.

Los problemas de este título venían por distintos lados. Uno de ellos eran las largas esperas cargando los niveles, algo que no venía acompañado de una buena experiencia posterior. Las fases de disparos tridimensionales eran vistosas, pero había una repetición de enemigos y escenarios preocupantes que las hacían poco interesantes. De hecho la repetición de niveles era una de sus lacras, pero no la única.  Las fases de scroll lateral también se hacían tremendamente tediosas, y si el aburrimiento se sumaba a la espera por los tiempos de carga, el resultado era un juego que acababa en la estantería al poco de salir. Por si no fuera poco, algunas versiones en plataformas “8-bits” eran todavía peores. Eso sí, se salvaban las introducciones de niveles con páginas de cómic poniendo en contexto al jugador.

El primer salto a las consolas 16 bits de Superman llegó en Megadrive, la mítica consola de Sega. Bajo el título de Superman y con la coletilla de The Man of Steel en Europa (que llegó un año más tarde, en 1993), había un juego de acción en scroll lateral tipo beat’em up que quería recuperar la esencia de las aventuras de Superman en la recreativa de Taito. Sunsoft se había hecho con los derechos de Superman en la industria y lo intentaron con un juego que solo tenía como gran reclamo el hecho de estar protagonizado por el héroe de DC Comics.  Y eso que técnicamente el título había cumplido y sorprendido gracias a la variedad de escenarios, el detalle de los personajes o la buena banda sonora que se había diseñado para el título. Fallaba en demasiados otros elementos.

Por ejemplo los enemigos, que eran genéricos y se repetían constantemente a lo largo de nuestra aventura. Otro punto en contra era el escaso uso de los poderes de Superman, que hacía que en muchos momentos dudáramos de si estábamos jugando con él o con un personaje cualquiera. Tampoco acompañaba el argumento del título y había ciertos bugs molestos que acababan de empañar la experiencia para los críticos de la época, ya que según lo que hicieran estaban obligados a reiniciar el título. Se solucionó en la versión final, eso es cierto. La fórmula de no tener vidas y continuaciones limitadas, solo poder volar en niveles especiales para la ocasión y el pobre acceso a las habilidades reales de Superman hicieron el resto. Un personaje que camina, salta, da puñetazos y patadas es un personaje cualquiera, no el hombre de acero. La sensación de estar ante un juego sin acabar, básicamente.

Sunsoft seguía con la licencia de Superman, y la aprovechó para lanzar un juego que se basara en la línea argumental de la muerte de Superman. El juego saldría primero en Super Nintendo y un año después en Megadrive, y nos ponía en manos de cuatro personajes de esta trama como el propio Superman, además de Superboy, Steel, Cyborg y The Eradicator en su lucha para intentar acabar con el enemigo más duro que jamás ha tenido el hombre de acero: Doomsday. La fórmula elegida para este juego era la del beat’em up de toda la vida, con la posibilidad de movernos por todo el escenario.  Seguramente no se trataba del peor juego de Superman, pero eso tampoco significaba que fuera un buen título ya que el nivel de calidad hasta la fecha no era demasiado elevado. Y en este caso, a pesar de la supuesta variedad de personajes y emplazamientos, tampoco sería una excepción.

De nuevo nos encontrábamos ante un beat’em up que no hacía justicia a las habilidades de Superman y que funcionaba como un brawler más. Era un videojuego donde volar solo se hacía en momentos concretos entre niveles, no como habilidad presente en cada momento, y los personajes se controlaban totalmente idénticos a pesar de ser distintos. Sí, tenían un único combo pero más allá de eso no había nada más. Los enemigos se hacían repetitivos rápidamente y el lastre de la poca variedad de situaciones acababa por condemnar el título al ostracismo. Además, estaba bastante limitado en ciertas mecánicas que lo convertían en un juego bastante pobre. Por ejemplo, si teníamos un grupo de enemigos delante solo atacábamos a uno, sin poder golpear de manera múltiple. A nivel visual y la fidelidad con la trama la muerte de Superman se salvaba, pero como juego de acción… no.

Superman tiene en su haber el dudoso honor de haber protagonizado algunos de los peores juegos de la historia de las plataformas en las que ha aparecido. Y es el caso de la versión para Gameboy que recibió en 1997. Un título que diseño Titus y que estaba basado en el Superman de la serie de animación. Cierto es que la primera Gameboy no era ninguna maravilla técnica y su falta de colores no ayudaba en pleno 97 a mejorar las sensaciones de los juegos, pero también era verdad que habían salido auténticas maravillas jugables en dicha plataforma. Superman no era ni una cosa ni la otra. Un juego totalmente olvidable que forma parte de la lista negra de títulos del hombre de acero. Técnicamente había escenarios que no estaban mal, pero las animaciones, los repetitivos enemigos y el propio Superman dejaban mucho que desear.

La banda sonora se sumaba al despropósito desde el primer minuto de juego. Música repetitiva, desagradable para los oídos. La mecánica de juego tampoco ayudaba. Podíamos atacar a los enemigos y volar, pero había niveles que nos obligaban a ir a pie y luchar como si un juego brawler clásico se tratara. Otras veces podíamos volar en fases que se nos obligaba, pero tan mal diseñadas que si nos escondíamos en una zona concreta del escenario las terminábamos sin sufrir contratiempos ni daño alguno. En definitiva, un juego que era un desastre a nivel audiovisual, sobre todo sonoro, y que intentaba aprovechar la licencia con unas mecánicas de juego repetitivas y en muchos casos mal calibradas.

Nintendo 64 tiene en su haber algunos de los mejores juegos de la historia. Títulos que han removido la manera de hacer videojuegos en consolas. Que han marcado tendencia y sus fórmulas han sido inspiración para juegos venideros. Pero también tiene el honor de contar con uno de los peores juegos de la historia. Cuando se nombra el peor producto en formato videojuegos desde hace años que hay dos nombres que no fallan: ET de Atari y Superman 64 de Nintendo 64. Un título que fue un auténtico despropósito a todos niveles desde un primer momento, empezando por el triste apartado visual con el que se presentó en una época en la que ya habíamos visto cosas como Ocarina of Time, Goldeneye 64 o Super Mario 64. Nula carga poligonal de personajes, entornos totalmente vacíos y diseños de niveles pobres a más no poder. Es solo el principio de este via crucis.

Estamos ante un juego que ponía como enemigos a texturas negras y planas, objetivos tan absurdos para un juego de Superman como pasar por unos anillos en un tiempo concreto y bugs por doquier. La propuesta del juego hacía que fracasáramos de manera aleatoria en fases sin habernos movido 30 segundos por el escenario. Por no hablar del sonido del juego, del que se puede decir nada porque es inexistente la mayor parte del tiempo. Un título lleno de errores gráficos (colisiones, clipping), de glitches, de problemas graves de Inteligencia Artificial y de controles duros e inexplicables cuando lo único que queremos es volar. Un juego muy mal ejecutado, con la sensación de que está sin terminar y a la vez pensando que es una suerte que no hubieran intentado terminarlo de verdad. Por si las moscas pudieran empeorarlo.

Pasó mucho tiempo después del desastre de Superman 64 antes de que alguien se decidiera a recuperar el personaje para un videojuego. En la nueva generación de consolas de la época estaban saliendo películas de superhéroes con mucha fuerza: Spiderman, Hulk o Daredevil por citar algunos ejemplos. En la industria del ocio electrónico también estaban saliendo juegos interesantes, y Superman se quiso apuntar a la fiesta con una versión de dibujos animados que representara el look Cel-Shading –otra moda de la época- de la serie de televisión que se estaba emitiendo. El resultado era interesante a nivel visual, ya que el cel-shading representaba bien la serie aunque era mejor en las escenas que no en el ingame, donde no estaba todo tan trabajado. Pero los errores de Superman volverían a salir por otros lados.

El fallo más grande de esta Sombra de Apokolis era el control, que se hacía poco intuitivo y después del tutorial acabaríamos machacando la X para dar puñetazos por una simple razón: los otros poderes eran demasiado complicados de usar de manera veloc en medio de un combate. La sensibilidad del personaje a la hora de volar hacía que también fuera bastante incontrolable en este sentido. El juego de Infogrames estaba desajustado en el control, y eso empañaba toda la experiencia. De nuevo, Superman fracasaba a pesar de haber mostrado un cel-shading interesante y de tener un doblaje muy bueno. Poca cosa para el retorno del hombre de acero.

Mientras Playstation 2 y Gamecube tenían el juego basado en la serie de animación, Xbox recibió una entrega totalmente original  que seguía la línea argumental de la serie de DC Comics, manteniendo el diseño del tebeo tanto en escenas cinemáticas como en las pantallas de carga que separan los capítulos de la historia. Un título que a pesar de dar buenas sensaciones al inicio, con un menú principal y una presentación buena. Todo esto acaba desvanecido cuando se empieza a jugar y uno se da cuenta que solo era un sueño y que Superman vuelve a fracasar en su intento de protagonizar un buen título. El combate cuerpo a cuerpo era totalmente deficiente, haciendo que golpeáramos más veces al aire que a otra cosa. Y no porque el jugador fuera especialmente malo. Sino por el control. Otra vez.

Las tareas que encarga el juego para solucionar en cada misión se hacen pesadas y en muchos casos repetitivas. Solo algunas motivan a avanzar en un juego que se hace aburrido.  Si todo esto no es suficiente, el mal apartado sonoro tampoco acompañaba como es debido. Un juego que contaba con escenarios grandes, una variedad de poderes interesante y que llegaba totalmente traducido al castellano. Premisas interesantes, pero todas menores si se tiene en cuenta que la aventura era aburrida y el control malo. Dos elementos que hacen fracasar a cualquiera, aunque se llame Superman.

Superman lo intentó con Mistic Software como desarrollador en Gameboy Advance. Se trataba de Superman: Countdown to Apokolips, otro juego que se basaba en la serie de televisión animada tal y como había pasado cuatro años antes con la versión de Gamecube y Playstation 2. Ante nosotros un título que permitía volar con Superman –parece una tontería, pero vistos los antecedentes esto no es siempre así- y combatir el mal en una vista isométrica. Siete niveles más uno de desbloqueable que no animaban a nadie a terminarlo a pesar de ser un juego extremadamente corto. Las malas animaciones de los personajes, las pésimas escenas entre pantallas y una banda sonora que no usaba nada de la serie animada eran solo algunos de sos errores.

El título presentaba algunos diseños e ideas mal planteadas, y la capacidad de hacer todos los poderes de Superman quedaba totalmente diluido por unos controles que no acababan de responder como era debido –uno de los grandes lastres de Superman en videojuegos, el control- a lo que se añadían ciertos contratiempos con la cámara en algunos momentos. Un juego que duraba apenas dos horas y que solo intentaba motivar sacando mejores puntuaciones para poder desbloquear el nivel secreto. Poca cosa, con buenas ideas, pero mal planteado en general.

Hace ya unos cuántos años, en Meristation hicimos un artículo repasando los peores videojuegos de la historia. Entre ellos figuraba Superman 64 compartiendo dicho trono con ET de Atari. Pero el juego que abría dicho reportaje era también del hombre de acero. Y se trataba de Superman Returns: La Fortaleza de la Soledad para Gameboy Advance, el último juego que Clark Kent ha protagonizado hasta la fecha.  Se trataba de un videojuego distinto a los vistos anteriormente, ya que proponía tres tipos de fases distintas entre sí. Kryptonex, un puzle a lo sudoku donde se tenían que poner diamantes en recuadros con visión rayos X para ver la solución en momentos concretos. Buena carta de presentación.

Cristalización era otro juego de puzles, pero más aburrido y peor que el anterior además de poco interesante. La tercera fórmula era intentar recrear batallas épicas en un shooter lateral donde Superman aparecía para cargarse a dos tipos de enemigos, unos con mirada de calor y otros con golpe de aliento. Las limitaciones jugables de dicho juego quedan más que en evidencia en la descripción de los juegos, y la escasez de modalidades y el desarrollo del juego hacían el resto: 2 de nota en Meristation. Técnicamente también era un juego que no aportaba nada, por no hablar de las malas animaciones de Superman en las fases de acción. Uno de los peores juegos de la historia de los videojuegos.

Cerraremos el repaso de los videojuegos protagonizados por Superman con Superman Returns: The Videogame. Un título que salió a caballo entre dos generaciones, siendo el único protagonizado por el hombre de acero en la presente generación de consolas (Xbox 360). Un juego que llevaba el mismo nombre que la película de Bryan Singer pero que más allá de algunos detalles la historia se alejaba bastante de lo visto en la película. Una propuesta que técnicamente llega a hacer el ridículo por momentos,  siendo tremendamente irregular en todos los sentidos. Divierte en los primeros momentos, esto es innegable. Pero no es suficiente teniendo en cuenta los fallos que arrastra.

Jugablemente estamos ante un título que está lleno de incoherencias jugables, problemas graves de cámara y un argumento que no invita al optimismo. De nuevo, la sensación de estar ante una licencia desaprovechada se hace patente con un juego que tiene buenas ideas y que entretiene en un primer momento. Unas siete horas de juego con jefes finales ridículos, un sistema de combate machacabotones y algunos minijuegos para aportar variedad. Superman en alta definición tampoco consiguió colmar las expectativas de un personaje envuelto en kriptonita cada vez que se acerca al mundo del ocio digital. Por suerte, algunas de sus apariciones en otros juegos han ayudado a limpiar, aunque sea un poco, su imagen.

Diez años después, en 2006, aparecería otro juego de la Liga de la Justicia bajo el nombre de Justice League Heroes. Un título que mezclaba buenas dosis de humor con un buen uso de la licencia DC. Superman era uno de los protagonistas en un juego que destacaba también por su cooperativo. No pasaba de buen título sin alardes, ya que el combate mano a mano no era demasiado fluido, la IA de los compañeros era muy mejorable y en general se podría haber sacado más jugo a la fórmula. No sería hasta después de este título que Superman empezaría a crecer como personaje en los últimos años.

Antes de lanzarse a por el reinicio de Mortal Kombat, Ed Boon trabajó en un crossover con el universo DC en el que personajes de ambas marcas se enfrentaban entre sí. No es uno de los mejores juegos de lucha que se han creado, pero sí es un título notable y con un gran acabado en muchos apartados. En dicho juego Superman cuenta con una gran variedad de movimientos marca de la casa, que van desde congelar a los enemigos, la visión calurosa, el aliento devastador, una caída poderosa al suelo y muchos otros ataques, como dos Brutalities que poco tienen que envidiar a los fatalities clásicos de Mortal Kombat. El poder de Superman, eso sí, está limitado en el juego porque si no sería un paseo para él.

La franquicia Lego se ha hecho un lugar importante en el mundo de los videojuegos con sus propuestas simpáticas en diseño, desenfadadas y que además son para todos los públicos. Este Lego Batman 2 fue además el mejor en su especie cuando salió al ofrecer por primera vez un mundo abierto con el que interactuar. Un centenar de personajes de la factoría DC son los protagonistas, pero entre tanto Batman y Robin destaca con luz propia Superman. Primero por su simpático diseño, y luego por sus capacidades: poder volar –además de otros ataques característicos- facilita mucho las cosas a la hora de solucionar los puzles que propone el juego. Es un personaje vital y muy poderoso que además cae bien por la relación que tiene con Batman, siempre sintiéndose en inferioridad con él. En formato Lego, pero de los mejores Superman que han visto nunca un videojuego.

La última iteración en la que hemos podido ver a Superman en acción hasta el momento: un juego de lucha. El personaje de DC se desenvuelve bastante bien en este escenario, y además en Injustice: Gods Among Us es uno de los grandes protagonistas de la historia principal, que gira alrededor de él y una de las últimas fechorías de Joker. El personaje está volando siempre, sin tocar el suelo, y cuenta con todas sus mejores habilidades para hacer frente a muchos otros personajes de DC, entre los que se encuentra su temible enemigo Doomsday. Se trata de un luchador interesante, con buena variedad de combos y ataques representativos: embestidas con los puños en alto de arriba hacia abajo, visión calurosa, aliento, super puñetazo… además de que el diseño del personaje es espectacular.

Superman fuera de los videojuegos