[E3 2013] Diablo III, Impresiones

Trasladar las partidas entre varios amigos sentados en el sofá a los tiempos que corren. Ese es el objetivo que se ha marcado Blizzard con la versión de consolas de Diablo III. El exitoso título de PC contaba con un lugar privilegiado en el stand de Sony, donde se habilitaba a la prensa para probar una demostración jugable de una mazmorra aleatoria. El equipo de desarrollo ha centrado su atención, según palabras textuales, en el "multijugador local" y en transmitir una experiencia de juego muy similar, sino idéntica, a la que han disfrutado los jugadores de PC durante más de un año. Con este propósito en mente se han realizado algunos ajustes técnicos y otros relacionados con la mecánica de juego que cambian ligeramente la apariencia del título, un hecho del que se puede dar buena cuenta con tan sólo echar un vistazo al tráiler multijugador desvelado con motivo del E3 que os ofrecemos en la cabecera de este texto.

Blizzard suele tener una idea bastante específica de sus objetivos antes de sentarse a desarrollar, por lo que no es de extrañar que esta versión de Diablo III realmente sea capaz de transmitir una esencia distinta a la de su homónimo. Aunque son varios los títulos que parpadean en la memoria al comenzar a jugar, hay uno que claramente ha servido de inspiración a la hora de enfocar la mecánica de juego: Baldur's Gate Dark Alliance. De hecho, las similitudes entre ambas propuestas van más allá de lo que cabe pensar a primera vista.

El eje central de esta adaptación pasa por controlar a un personaje específico que ofrece la posibilidad de emplear distintas habilidades y hechizos mágicos. Las mazmorras aleatorias, los mundos de fantasía y la recambolesca estética siguen estando ahí, pero la acción sigue las pautas de los juegos con vista isométrica que hemos tenido ocasión de disfrutar a lo largo de los años en sobremesa. Este efecto se consigue mediante varios cambios significativos en el motor gráfico, con un notable acercamiento de la cámara sobre los personajes. Mediante este procedimiento se obtiene mayor claridad de detalles, pero también se pierde la visión panorámica de los escenarios. Este problema se trata de subsanar mediante la presencia del mapa en la parte derecha de la pantalla, donde también aparece reflejada la información acerca de nuestra vitalidad y de las habilidades de las que disponemos.

La clave del cambio reside en la disposición del pad de Playstation, ajustado de tal forma que adaptarse a los controles modernos es cuestión de minutos. Mientras que la X y el O activan las acciones principales del ratón de PC, el resto de botones sirven como accesos directos para emplear las habilidades que hemos adquirido en el transcurso del juego. En la cabina se explica que es posible modificar la configuración de botones en función de los gustos de cada jugador, aunque con distribución propuesta no echamos en falta la accesibilidad de un teclado o de un ratón. Al igual que sucedía en el ya mentado Dark Alliance, Blizzard habilita por defecto un botón para emplear pociones curativas.

Pese a los cambios que se aprecian a simple vista, el alma de Diablo III sigue radicando en explorar mazmorras venciendo a todos los enemigos que habitan en ellas para obtener experiencia, tesoros y demás botines. Los cambios que se introducen en esta versión no alteran tanto el fondo como la forma, así que a pocos minutos de comenzar a jugar sentimos que la experiencia Diablo se sucede en todo su esplendor. Los responsables del título que han acudido a la feria angelina insisten en que el objetivo de esta versión es satisfacer la experiencia de juego multijugador local. "En Diablo III pueden jugar hasta cuatro personas en el mismo salón sin tener pantallas divididas ni tiempos de carga adicionales, algo de lo que nos sentimos particularmente orgullosos", explica el director del juego, John Mosqueira. Esta circunstancia se dará tanto en el local como en el online, aunque aún está por comprobar cuál será el rendimiento de los servidores ante esta nueva experiencia de juego.

Uno de los retos que Blizzard ha tenido que superar durante el desarrollo del título ha sido poder ofrecer un producto que resultase atractivo para la audiencia de consola. Es la primera vez que Diablo se asoma a la ventana de las consolas de la sobremesa, una ocasión especial que la compañía quiere celebrar ampliando y potenciando la sensación de disfrutar de un Action-RPG. Según comenta Mosqueira, Diablo fue el encargado de aportar nuevas ideas al género, así que el proceso de conversión se ha realizado teniendo en cuenta los rasgos característicos de las dos primeras entregas. La demostración sólo atestigua lo que explica el director: la acción no cesa desde los primeros minutos de juego, y en ella abordamos a personajes de gran tamaño en los que se aprecia claramente el acercamiento de la cámara, que en esta ocasión será fija.