Path of Exile, Impresiones
Después de un 2012 en el que Diablo III regresó a nuestros equipos tras una espera que se nos hizo infinita, y de que Torchlight 2 sorprendiese a todos con una fantástica ejecución, no era de extrañar que nuevas compañías se subiesen al carro para llevarse su trozo del pastel. También sabemos que estas modas suelen causar más mal que bien, desvirtuando bastante a los géneros que acaban en superpoblación de ofertas, algunas de ellas de nula calidad. Afortunadamente para todos nosotros, este no es el caso de Grinding Gear Games, que quiere que los 'hack & slash' sigan teniendo relevancia durante este 2013, gracias a Path of Exile.
No hace ni una semana que el título de Grinding Gears Games ha entrado en su fase de beta abierta, y los servidores ya se han quedado cortos ante la implacable avalancha de usuarios ansiosos por probar el juego. A pesar de los esfuerzos de la compañía por escalar su infraestructura, aún a día de hoy se pueden encontrar colas de varios miles de usuarios esperando para acceder a Path of Exile. No es para menos, y es que nos encontramos ante una interesante oferta que parece recoger prácticamente todos los elementos que han hecho grande una variante tan consolidada, como son los juegos de acción y rol con temática 'hack & slash'. A simple vista, el juego quiere catapultarnos de nuevo a los representantes más clásicos de su misma modalidad, buscando todos los puntos en común que los jugadores han tomado como estándares del género. Sin embargo, la respuesta masiva de los usuarios, interesados por los elementos que nos componen la alternativa de la desarrolladora neozelandesa, tiene también mucho que ver con un importante aspecto de su formato: Path of Exile llega en forma de MMORPG y, como se auguraba, se apunta a la cada vez más larga lista de opciones free to play. Por supuesto, esta última característica no va a convertir a un juego en un éxito inmediato, pero sí que constituye una fuerza de atracción suficiente como para posar nuestras miradas en el trabajo de Grinding Gears Games, que nos transporta a un mundo de oscuridad y horrores, al que hemos sido exiliados. Una tierra de tintes post-apocalípticos, poblada por toda clase de monstruos horribles, en la que nos encontraremos con cientos de jugadores simultáneos con los que compartir andanzas.
Path of Exile se presenta como un 'hack & slash' al uso, lo que se traduce en clics de ratón para moverse, clics de ratón para atacar, y clics con los otros botones del ratón para utilizar habilidades... además de complementar con el uso de una serie de atajos de teclado para acceder rápidamente a otras pericias u objetos. Es un formato que todos conocemos, y que prácticamente todos hemos llegado a dominar alguna vez. Una buena base, que nos permitirá hacernos con los controles desde el primer minuto de juego. Tampoco nos sentiremos extrañados ante el elenco de protagonistas disponibles, que en buena parte recogen la inmensa mayoría de las opciones tradicionales del género. Las innovaciones en el título neozelandés llegan por otros frentes y, por lo visto en la beta, se comportan muy bien con este estilo machaca-ratones al que ya estamos acostumbrados. Los que quieran deambular imponiéndose a base de fuerza bruta, contarán con la clase 'Marauder', que causa grandes daños y a la vez que los aguanta. Si optamos por la magia, encontramos la clase 'Witch', que combina la misma con técnicas de combate que procuran alcanzar al enemigo con impactos críticos. Si optamos por escoger la clase 'Ranger', tendremos un personaje de gran velocidad y buena capacidad de esquiva. Las otras tres clases restantes combinan los aspectos principales de las anteriores: fuerza, inteligencia y destreza, representadas por los colores rojo, verde y azul.
Así, la clase 'Duelist' camina entre el dominio de la fuerza y la destreza, descubriéndose como un guerrero veloz. Algo parecido ocurre para los 'Templar', que combinan las capacidades mágicas con el poderío físico de los guerreros. La clase 'Shadow', a su vez, hace lo propio con la velocidad y la inteligencia. Nuestra elección marcará el estilo de juego que queramos seguir, aunque el funcionamiento de todas ellas comienza de forma bastante similar. Esta clasificación por su atributo principal (fuerza, destreza o inteligencia) no se limita únicamente a los personajes de los jugadores, y todos los elementos de juego tienen una ordenación similar. De esta forma, los monstruos no tienen que responder necesariamente a un tipo único, y también pueden dos de las características mencionadas. Lo mismo se aplica a los objetos, que pueden referirse a los atributos en distinto porcentaje y, como consecuencia, nos dirán el valor mínimo que es requisito indispensable para poder equiparlos. Por ello, y tal y como ocurre en cualquier juego de rol, las mayores decisiones que tendremos que tomar respecto a la clase se reducen a los avances de nivel y equipo que portemos, puesto que siempre intentaremos buscar aquellas combinaciones que potencien los aspectos clave de nuestro personaje. Y aunque todavía no hemos visto nada que hayamos conocido de la mano de otros aRPG del mercado, la última frase nos lleva directamente a dos de los aspectos clave de Path of Exile: habilidades y equipo.
El videojuego de Grinding Gears Games cuenta con un extenso árbol formando por 1350 habilidades pasivas, y es que las competencias que podremos dominar no se traducirán en nuevos poderes o ataques. Cada pericia nos proporcionará un aumento de características, mejoras en el daño causado, reducciones en el recibido, velocidad de ataque... Pero nunca habilidades que tengamos que activar para poder usarlas. La lista de opciones parte de 6 núcleos originales para cada una de las clases disponibles. En cada uno de ellos encontraremos dos ramificaciones, basadas en las tres características que ya hemos citado anteriormente. Las clases que dependen únicamente de un atributo acceden directamente a las dos principales ramas del mismo, mientras que las híbridas disponen de una rama de cada una de las características de su dominio. Sin embargo, el entramado completo es común a todas las clases de personaje, lo que significa que dos personajes de distinto tipo pueden llegar a compartir habilidad... incluso es posible acceder a las pericias iniciales de otros arquetipos. Por supuesto, la distancia en el árbol será mucho menor para las clases que tienen esas habilidades como propias, y un personaje de otro tipo tendrá que gastar muchos más puntos para ir comprando las habilidades que le separan de la misma. Se obtiene un punto de habilidad con cada nivel de personaje, inmediatamente canjeable por una nueva habilidad pasiva.
En cuanto a los objetos, la mayor innovación en Path of Exile es la inclusión de 'sockets' o huecos, en prácticamente todos ellos y en número variante. Es algo que ya hemos visto en otros títulos, pero en el que hoy nos ocupa tienen una funcionalidad distinta. Dependiendo de las piedras que engarcemos en ellos, obtendremos las habilidades que luego podremos usar durante la partida. Así, si colocamos ciertas piedras sobre un arma, obtendremos la posibilidad de realizar ataques de área, o invocar seguidores para que nos acompañen durante el combate. Cada hueco corresponde a uno de los tres colores que refieren a los atributos principales, de manera que solamente podemos añadir una piedra de ese color. Aunque estas 'gemas de habilidad' pueden añadirse a cualquier hueco de su tonalidad, no siempre obtendremos la pericia correspondiente. Si la habilidad que otorga la piedra es de combate tendremos que colocarla sobre un arma, si es de protección, sobre una armadura... y así sucesivamente. Como puede deducirse por asociación, las gemas rojas suelen estar relacionadas con habilidades que causen más daño en combate y el aguante ante los impactos, las verdes con la velocidad de los golpes y los ataques a distancia, y las azules con la magia. Por supuesto, es posible combinar diferentes piedras en un mismo objeto. También existen gemas de apoyo, cuya función es la de potenciar los efectos de una gema de habilidad engarzada en el mismo elemento de inventario.
Además, encontramos distintas gemas y orbes que sirven para modificar los objetos conseguidos. Podemos mejorar sus puntuaciones básicas, añadir beneficios adicionales e incluso variar los colores de los huecos existentes en el mismo. Como decíamos anteriormente, también los objetos se ven afectados por la división en tres atributos, y es que el porcentaje de influencia de estos en un arma o armadura es lo que va a marcar sus puntuaciones iniciales de daño, velocidad de ataque y probabilidad de crítico, en los casos ofensivos, o armadura, evasión y escudo de energía en los defensivos. Entender esto nos ayudará a seleccionar los mejores objetos para nuestro personaje, teniendo en cuenta cuáles son las características principales de nuestra clase. No tenemos que confundir este hecho con la existencia de huecos de colores, puesto que sus tonos no tienen que depender necesariamente de los atributos que dominan el objeto. Es decir, una maza que depende al 100% de fuerza, puede poseer un huecos de color azul y verde, sin problema. Las opciones de inventario nos permiten portar un arma simple, una en cada mano o una a dos manos. En cuanto a protección, contamos con casco, armadura, guantes, cinto y calzado, con la posibilidad de llevar escudo si tuviéramos una manos libre. Para complementar, encontramos dos posiciones para equipar anillos, y otra para amuletos. Podemos configurar dos combinaciones de equipo en las manos izquierda y derecha, e intercambiarlas rápidamente.
Otra de las curiosidades de Path of Exile, es la inexistencia de moneda dentro del juego. Los personajes no adquieren oro ni nada por el estilo, y podríamos decir que el comercio se basa en un sistema de trueques... salvo que hay una serie de elementos de inventario que han sido escogidos como referencia universal durante las transacciones. Al vender un objeto, intercambiaremos el elemento por fragmentos de pergaminos de sabiduría (que son los necesarios para identificar un elemento del que desconozcamos sus características), y varios fragmentos conforman un pergamino completo. Al comprar un objeto, generalmente nos pedirán unidades completas, no fragmentos, de pergaminos u orbes. Esto ocurre con la mayoría de las opciones básicas, pero otras más avanzadas pueden exigir orbes en los intercambios. Los objetos que utilizaremos durante los trueques no son meras baratijas, tienen su propia funcionalidad fuera del comercio, lo que nos obligará a evaluar su necesidad antes de deshacernos rápidamente de ellos. Aunque algunos pueden encontrarse más fácilmente, tener que elegir entre comprar un anillo o perder un orbe que proporcione un nuevo hueco a un objeto, es una decisión para no tomar a la ligera. Además, como consecuencia de la falta de subdivisión en fragmentos durante la compra de objetos, podemos encontrar elementos con el mismo precio pero sustancialmente distintos. Lo que nunca sabremos es si estamos pagando de más por los elementos de peor calidad, o menos por los mejores.
Todo este equipo y habilidades nos servirá para movernos por el mundo de juego con cierta seguridad, abatiendo a todo ser viviente que se ponga en nuestro camino... porque de eso trata un 'hack & slash'. En el caso de Path of Exile, este mundo se llama Wraeclast, la tierra de los condenados. Es un continente maldito en el que habitan todo tipo de criaturas maléficas y bestias hostiles y salvajes. Encontraremos algunos lugares seguros, escogidos por aquellos que han decidido agruparse para mantenerse a salvo, en los que nos podrán encargar misiones y tareas. Aunque podemos deambular por casi todo el territorio de forma más o menos libre, el juego se encuentra dividido en tres zonas, correspondientes a tres actos. El primero de ellos tiene lugar en las playas, primer lugar que los exiliados encuentran a su llegada al continente. El segundo acto tiene lugar en los bosques que se encuentran en las zonas interiores, en los que hallamos restos de los que antaño vivieron en Wraeclast. El tercero, y último por el momento, ocurre en la ciudad de Sarn, la ahora deshabitada y antigua capital del Imperio Eterno. Podremos acudir a estas zonas en grupo, o bien por separado, haciendo uso de los tablones de anuncios que encontramos en los lugares seguros para hallar una compañía con la que aventurarnos en lo desconocido. En este caso, no aparecerán más enemigos que si vamos solos, pero los que lo hagan serán mucho más duros y peligrosos, y las recompensas mayores.
De hecho, al tratarse de un MMORPG, Path of Exile ha intentado incluir muchas mecánicas sociales ya conocidas en este tipo de juegos. Nada más crear un personaje, tendremos que elegir en que 'League' existirá, en lo que vendría a ser la elección de un servidor, salvo que en este nuevo término se incluyen las reglas y dinámicas propias del tipo de partida. En las de competición, los jugadores procurarán llegar a lo más alto de la clasificación, obteniendo recompensas si acaban entre los mejores. Además, se planea incluir pequeñas competiciones adicionales, en las que tengamos que subir tantos niveles como podamos en un día o un fin de semana. Las de finalización, por el contrario, son ligas permanentes, de larga duración, que finalizan una vez se han agotado el tiempo previsto. Además, en cada una de ellas podemos configurar aspectos personales para la partida, como dificultad añadida, PvP, muerte permanente, ... También se abrirá la posibilidad de contratar ligas privadas, donde los jugadores puedan escoger las reglas que decidan, y solamente tengan acceso aquellos invitados por los que han pagado el servicio. Actualmente, los desarrolladores barajan la posibilidad de incluir otros modos distintos, sumamente interesantes. La posibilidad de ligas de alta dificultad, otras en las que todas las áreas sean PvP... o una en la que se incluya un número limitado de jugadores, y cada pocos minutos se tenga que eliminar al que menos experiencia haya adquirido durante el último periodo.
A nivel técnico, la beta nos muestra un título que opta por gráficos notoriamente simples, de calidad media. No pueden compararse al de otras ofertas MMO del panorama actual, menos aún con los grandes 'hack & slash' que nos han visitado durante el año pasado. En este aspecto, parece que Grinding Gears Games se haya conformado con un trabajo visual que bien podría pertenecer a un juego de hace más de 5 años. El punto positivo es que nos encontraremos ante un título con el que disfrutar en una alta variedad de equipos, incluso en los portátiles un poco más modestos. No sabemos si la versión final contará con una revisión del apartado gráfico, decisión que podría hacer mucho bien al juego. En cuanto al diseño y la estética, Path of Exile es un juego de oscura temática, pretende rezumar esa oscuridad por los cuatro costados, con texturas y modelos que nos trasladan a un mundo lleno de horrores. Además, el título de los neozelandeses, a pesar de su marcado carácter de mundo persistente, sigue incluyendo mazmorras generadas de forma aleatoria, lo que implica un altísimo índice de rejugabilidad. En cuanto al sonido, nos encontramos con una ejecución correcta que cumple firmemente con su función, con algunos doblajes al inglés. La intención de la compañía es acabar traduciendo el juego a varios idiomas, esperemos que el nuestro sea uno de los escogidos, aunque no se sabe si esa localización incluirá voces en castellano para sus personajes.
Pero no olvidemos que nos encontramos ante una beta abierta, una versión que todavía no ha finalizado. Cualquiera de los defectos que hemos remarcado puede quedar solucionado la próxima vez que se reinicien los servidores, y aún con ellos parece que Path of Exile va a darnos muchas horas de diversión. Porque uno de sus primeros efectos, no importan las colas para acceder ni el no contar con gráficos de última generación, actúa sobre nosotros nada más crear el primer personaje. El juego de Grinding Gears Games es altamente adictivo, consigue engancharnos de inmediato y que empecemos a desgastar los botones del ratón como posesos. De hecho, no nos deja demasiados momentos de respiro, y su enorme árbol de habilidades nos permite augurar grandes variaciones entre personajes de la misma clase, y nos invita a probar con distintas combinaciones hasta dar con el personaje que mejor se adecue a nuestros gusto. Necesitaremos examinar el título más adelante, cuando se declare oficialmente terminado, para evaluarlo con mayor formalidad. Mientras tanto, aprovechemos para ser de los primeros que tengan el gusto de pisar Wraeclast... si es que andar por este mundo de horrores, puede ser considerado un placer.
El juego está en fase de Beta Abierta y puedes acceder a la página del juego para crear tu cuenta y descargar el cliente aquí.
Path of Exile es un RPG de acción para PC, PlayStation 4 y Xbox One totalmente gratuito desarrollado por Grinding Gear Games. Consigue habilidades devastadoras y objetos valiosos a medida que luchas y te abres paso a través del oscuro continente de Wraeclast. Con una personalización de personajes sin rival, Path of Exile es un galardonado juego de Acción de Rol en línea creado por jugadores expertos, para jugadores expertos.