Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA
Majin and The Forsaken Kingdom

Majin and The Forsaken Kingdom

El poder de la amistad

Namco Bandai y Game Republic nos invitan a adentrarnos en un mundo fantástico en el que dos héroes deberán combinar sus fuerzas para acabar con la oscuridad que asola el reino. Un bello cuento de hadas que no termina de explotar todo su potencial en el terreno jugable.

En una época de grandes shooters, de títulos de acción desenfrenada y del predominio de tonalidades grisáceas y marrones, títulos como Majin and the Forsaken Kingdom se convierten en rarezas que apelan a un público que busca otro tipo de cosas en un videojuego. Se trata de un título que, ante todo, quiere ser un bello cuento, una tradicional historia de amistad con magia, fantasía y sentido del humor, obra de Game Republic, quienes ya nos mostraron su buen hacer en este sector con títulos como Genji, Dragon Ball Origins o Folklore. De hecho, no son pocos los momentos en los que Majin deja vestigios de calidad propios de títulos como ICO, además de esa sensación de estar ante uno de esos juegos mágicos que pueden calar muy hondo en el usuario.

Tal vez por eso mismo, es una pena que el juego no consiga explotar plenamente todo su potencial, ya que las buenas maneras que apunta en muchos momentos se ven eclipsadas por ciertos aspectos que, como veremos a continuación, desvirtúan y deslucen el resultado final. Estamos ante un juego de gran belleza narrativa, un cuento de hadas en el que la amistad y el compañerismo son el eje central y en el que el gran enemigo, la oscuridad más absoluta, no deja de ser una moraleja sobre el propio corazón del ser humano. Una aventura que por momentos también nos deja algunas pinceladas de Zelda, pero que debería haberse centrado más en seguir la línea inicial del juego de ser él mismo, no dejarse llevar por emular a otras producciones. Una belleza narrativa que deja un buen sabor de boca, al mismo tiempo que deja entrever que debería haber tenido aspiraciones mayores.

Ampliar

Historia de un reino
Majin and the Forsaken Kingdom es un cuento a todos los efectos, y ya desde el principio se presenta como tal. Aquí lo importante es narrar una bella historia que se desarrolla en un mundo fantástico de héroes, figuras mitológicas, criaturas de la oscuridad y la inevitable dosis de magia y fantasía. Nada más empezar la partida veremos una elaborada secuencia de vídeo presentada como si fuese un cuento en movimiento (hay varias a lo largo de la aventura, y todas ellas son soberbias), en la que se nos cuenta el suceso acontecido hace mucho, muchos años, por culpa del cual, tras un largo período de paz y prosperidad que duró varios siglos, la oscuridad se adueñó del reino en el que se desarrolla la historia. Oculta en lo más profundo del castillo, aprovechó su oportunidad para dominarlo todo.

Ampliar

Tanto la civilización como los habitantes del reino desaparecieron, convirtiéndose en parte de las criaturas de la oscuridad. Los pocos supervivientes de la catástrofe huyeron como pudieron a zonas desérticas y lejanas, con la esperanza de estar a salvo de la amenaza. Unos pocos rebeldes, armados de valor y confianza en sí mismos, intentaron acabar con la oscuridad, pero esta está bien armada y no tardó en eliminarlos. Un siglo más tarde, aparece una nueva figura de un héroe, un joven ladrón criado por animales que busca ayuda para recuperar el reino: el Majin, una figura mitológica de la que se dice que posee un poder increíble y que es la única que puede a los seres de la oscuridad. Nos meteremos en su piel y nos adentraremos en lo más hondo del castillo, donde se dice que reside la fantástica criatura.

Ampliar

Huyendo como podemos de los esbirros de la oscuridad, que son inmortales e inmunes a nuestros ataques, llegaremos hasta la jaula donde está encerrada la criatura. El Majin, que pese a su colosal aspecto parece un niño pequeño en lo que respecta a su mentalidad, está atrapado y muy débil, por lo que deberemos liberarlo. Al hacerlo, no solo habremos ganado un fiel amigo y compañero de aventuras, sino que además obtendremos un arma con el que sí podremos dañar a los enemigos (aunque solo el Majin puede erradicarlos definitivamente). Comienza así una larga aventura cargada de sorpresas argumentales, con momentos memorables y, sobre todo, con una gran belleza narrativa que puede llegar a encandilar y se convierte en la principal virtud de la producción.

Ampliar

Sistema de juego
Majin and the Forsaken Kingdom es una aventura clásica basada, fundamentalmente, en la exploración y la resolución de puzles, al más puro estilo de Zelda, Alundra o ICO. Sin embargo, la principal característica en este título radica en que no estaremos solos, sino que tendremos siempre (salvo en los primeros compases) la ayuda de la criatura mitológica, por lo que deberemos colaborar con ella para superar los constantes retos que nos encontraremos a nuestro paso. Desde luego, el título nos ofrece sus mejores momentos cuando las cosas se complican y nos vemos obligados a combinar las habilidades de los dos personajes para poder avanzar, resolver puzles o acabar con los enemigos que intentarán molestarnos.

El héroe protagonista será muy hábil con la espada y podrá hacer frente a las huestes enemigas sin grandes problemas, sobre todo si le ordena al Majin que le ayude; pero estas serán también muy poderosas y suelen atacar en grupo, por lo que el enfrentamiento directo no siempre es lo más recomendable, ni siquiera con la gran bestia de nuestro lado. Es por eso que tendremos también la alternativa de jugar con la infiltración, moviéndonos ocultos y estudiando bien los movimientos de los enemigos para avanzar sin que nos vean. Dado que le podremos dar diversas órdenes al Majin (seguirnos, esperar, atacar, acción con elementos del escenario…), en ocasiones será recomendable decirle que nos espere en un sitio seguro mientras investigamos la zona.

Ampliar

No solo eso, sino que el juego también nos pondrá en situaciones en las que el Majin no podrá acompañarnos y se quedará esperándonos fuera de la zona. Dado que la criatura es nuestra gran baza en la fuerza bruta y es quien nos restaura la energía vital, no son buenas noticias y estas zonas nos obligan a un cambio de estrategia drástico. Afortunadamente, tendremos la opción de utilizar el sigilo para acercarnos por la espalda a las criaturas y realizar muertes silenciosas. Pero es que, desgraciadamente, el sistema de combate es demasiado sencillo, anodino y repetitivo. Con una escasez alarmante de opciones para atacar (básicamente, pulsar repetidamente el mismo botón) y con la única alternativa de realizar un combo final con el Majin cuando el juego nos lo permite, el sistema de combate es tan extremadamente simplista que no satisface y anima a evitar los enfrentamientos.

Ampliar

Gana un poco en interés cuando utilizamos las habilidades especiales del Majin, como el grito que aturde a los enemigos o las magias que va aprendiendo (viento, rayo, fuego y convertir la oscuridad en cristales), pero estas acaban estando más enfocadas a la resolución de puzles que a ser útiles en los propios enfrentamientos contra enemigos. La monotonía y la poca profundidad del sistema de combate contrastan sobremanera con unos puzles que alcanzan un nivel mucho más satisfactorios. No son excesivamente complejos, ya que suelen ser de resolución sencilla, pero sí que tienen un punto de razonamiento muy agradable, sin resultar frustrantes pero con esa sensación de estar haciendo las cosas bien tras un profundo escrutinio del entorno y las posibilidades.

Ampliar

Lo malo es que el avance en el juego vive por y para esos puzles, hasta el punto de que nos encontramos con situaciones extremadamente exageradas en las que la dinámica nos invita a ir a un rincón del mapa para destruir una máscara que nos permitirá abrir una puerta en el rincón opuesto, para allí destruir otra máscara que nos abrirá otra puerta en una zona todavía sin explorar. Esto nos obligará a dar muchas vueltas, ya que salvo que reconozcamos mentalmente todas las máscaras, no habrá indicaciones claras de los lugares que se van desbloqueando, lo cual nos obligará a dar vueltas por el mapa una y otra vez, una tarea que se acaba haciendo repetitiva y, hasta cierto punto, algo aburrida. Una bajada de ritmo importante que juega mucho en contra de la jugabilidad del título.

Ampliar

Afortunadamente, la excelente belleza narrativa, la sensación de progresar y los fantásticos combates contra jefes finales ayudan a suavizar dicha sensación y animan al usuario a seguir avanzando en la aventura. Así pues, la dinámica de juego es muy sencilla, centrada fundamentalmente en la resolución de puzles (aunque sean tan simples como darle órdenes al Majin en el momento adecuado), en la que hasta los jefes finales son un puzle en sí mismos y no se pueden derrotar por la simple fuerza bruta. Encontrar el camino, resolver el puzle de rigor y buscar ese nuevo camino que se nos abre será la dinámica que seguiremos de forma casi constante, aumentando entre medias el nivel del protagonista, del Majin y de la amistad que une a ambos compañeros de aventuras.

Ampliar

Apartado técnico
No se puede negar en ningún momento la gran belleza de la que hace gala Majin en un gran número de elementos. El espíritu de cuento que se pregona ya desde la carátula del juego está presente en todos y cada uno de los elementos que componen la aventura, empezando por unas excelentes y bellísimas secuencias de animación en las que, como si fuese precisamente un cuento de verdad, veremos algunos de los acontecimientos más relevantes del pasado de los personajes. Esta sensación de magia y fantasía se traslada también con acierto a la aventura en sí misma, con brillos y destellos que sobrevuelan prácticamente todos los rincones del reino y el castillo, independientemente de dónde nos encontremos.

La belleza de los entornos es, por momentos, casi paradisíaca, con algunos lugares francamente inolvidables y muy detallados. Por su parte, los personajes también están muy cuidados, y se fusionan a la perfección con esos entornos, logrando que entre todos se transmita esa sensación de estar en un mundo fantástico en el que todo es posible, hasta que el protagonista hable con los animales o que no muera al caer desde alturas extremadamente elevadas. Mención especial requiere el diseño y aspecto de los enemigos, tanto los normales como los grandes jefes finales, ya que son viscosos, oscuros y grotescos, todo por igual y al mismo tiempo; también es digno de mención el ciclo noche/día que ofrece la aventura, con cambios dinámicos muy bellos de hora del día. Destacan especialmente las buenas animaciones de los personajes y la suavidad con la que se mueve todo el juego, salvo por momentos en los que las texturas tiemblan incomprensiblemente, desluciendo mucho el acabado general de la producción.

Ampliar

Además, la cámara no siempre acompaña (pudiendo complicarnos mucho las cosas en determinados momentos y combates) y algunos niveles tienen un diseño que deja de desear, en el que se nos puede engañar haciéndonos creer que hay caminos donde no los hay. Pese a todo, visualmente Majin cumple su cometido con bastante solvencia al convertirse en un auténtico cuento en movimiento. El apartado sonoro sigue unas líneas muy similares, con melodías muy agradables y un completo trabajo de doblaje a nuestro idioma que mejora de forma sustancial el audio original. Buenas voces, varias de ellas fácilmente reconocibles, aunque no todas mantienen el mismo nivel. Ayudan a potenciar la sensación de estar en un cuento (sobre todo el narrado) y realizan una gran labor en dicho aspecto.

Ampliar

Sobre su jugabilidad, es donde nos encontramos la mayor parte de los problemas del juego. El protagonista se controla con bastante solvencia, aunque no siempre haga lo que queramos al llegar al borde de una estructura. Las órdenes al Majin pueden ser una auténtica odisea si estamos en medio de un ataque enemigo, ya que puede llegar a ser muy complicado apuntar al objetivo que deseamos. Si a esto le sumamos el extremadamente sencillo sistema de combate y lo poco satisfactorio que resulta dar vueltas por el mundo, nos encontramos con una jugabilidad que lastra la genialidad de la narrativa y el buen hacer de los abundantes puzles. Además, el juego dura unas 15 horas, pero no hay nada más allá del modo historia, por lo que salvo rejugar para conseguir todos los cofres secretos o sacar todos los logros/trofeos, no hay nada más por hacer.

Ampliar
Ampliar
Ampliar
7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.