Age of Conan: Rise of the Godslayer, Impresiones
En un momento dulce para Age of Conan, llega su primera gran expansión repleta de nuevo contenido para la comunidad, incluyendo la nueva región de Khitai, varias facciones a las que ayudar o combatir y una considerable cantidad de novedades que harán las delicias de los que quieren seguir explorando el mundo de Hiboria.
En muchos aspectos, los MMO presentan un reto considerable ya no sólo a sus creadores, sino también a los propios usuarios y medios, ya que sus características hacen que no puedan ser tratados como los juegos a los que todos los estratos de la industria están acostumbrados. Por ejemplo, cuando un juego es lanzado, las impresiones que causa son, normalmente, permanentes; el juego que convence seguirá convenciendo, el que no lo haga es probable que se quede así para siempre -a veces los parches y los mods pueden arreglar un título pero para entonces ya sólo un pequeño fragmento de los jugadores siguen interesados. Sin embargo, en el caso de este género, las cosas son más complicadas pues son servicios que evolucionan con el tiempo y de diferentes maneras.
Age of Conan, pese a un gran arranque, presentó varios problemas en su desarrollo y en la relación entre los usuarios y los responsables del juego, muchos lo abandonaron y lo consideraron un fracaso más en un género en el que es sumamente difícil convencer; su historia con el juego acabó ahí. Pero otros se quedaron y fueron testigos de la evolución del juego, en buena parte impulsada por varios cambios importantes en el liderazgo dentro del equipo interno del juego, que decidieron centrarse en arreglar los problemas más importantes y crear una experiencia más sólida durante esos largos 80 niveles de desarrollo del personaje. Después de todo ese trabajo, y de la aprobación de una comunidad que ha ido volviendo poco a poco a los dominios del Rey Conan, todavía hay muchos que no son conscientes de la gran evolución que ha experimentando este MMO, siguen viéndolo como lo veían hace unos años.
Rise of the Godslayer no sólo es la primera gran expansión de un juego que atraviesa un momento dulce, es también una nueva oportunidad para Funcom de demostrar que Age of Conan se ha convertido en un destino muy atractivo para los amantes del género. Bien es cierto que el objetivo principal de Rise of the Godslayer es crear contenido para la comunidad ya establecida en el juego, pero tal y como se ha podido comprobar en la reciente beta, el estudio no ha perdido la oportunidad de crear elementos para mejorar la experiencia de aquellos que se animen a adentrarse en el universo inspirado por la obra de Robert E.Howard. Es por ello que se ha creado material adicional para que los jugadores noveles tengan un aperitivo de lo que les espera cuando sean lo suficientemente poderoso como para entrar a través de la gran muralla que separa el reino de Khitai de sus numerosos enemigos.
Para comprobarlo, nada mejor que crear un nuevo personaje y comprobar las diferencias. Siendo la primera más que evidente: la incorporación de los Khitan como raza seleccionable dentro del sistema de creación de personajes, subiendo a cuatro el número de ellas. Como era de esperar, los Khitan tienen rasgos notablemente asiáticos y para ellos se han buscado rasgos que tengan sentido dentro de ese arquetipo, incluyendo tonos de piel adecuados y rasgos característicos -sin renunciar a la versatilidad de las opciones avanzadas de creación de Age of Conan, que siguen siendo de las más completas que se ofrecen en esta clase de juegos-. Para complementar la nueva incorporación se han añadido nuevos peinados y tatuajes de clara influencia asiática, de modo que es posible crear personajes con una evidente apariencia asiática.
El comienzo sigue siendo Tortage por supuesto y la historia comienza igual que siempre, con esos 20 primeros niveles introductorios en el que el jugador experimenta una de las historias mejor trenzadas en un MMO, aunque con acceso limitado a los elementos online que definen esta clase de juegos; es una buena manera de adentrarse en Age of Conan, así que no es de extrañar que nada se haya cambiado en ese aspecto. Sin embargo, los jugadores de nivel más bajo podrán experimentar su bautismo de fuego en la tierra de Khitai desde el nivel 20, gracias a una nueva zona que incorpora la expansión, situada en los límites del imperio oriental, a las faldas del gran muro que protege esas tierras. Se trata de una zona dedicada a jugadores de entre nivel 20 a 40, que viene a complementar aquellas que el juego incorporaba ya originalmente.
Es en esa zona de bajo nivel donde se pueden apreciar perfectamente algunos de los elementos que caracterizan la expansión y la nueva dirección en el diseño de escenarios. Lo más obvio es que resultan escenarios de una mayor extensión, grandes porciones de terreno que superan a las que ya existen y crean una mejor sensación de escala. Age of Conan sigue moviéndose en porciones de mapa independientes entre si, pero en Rise of The Godslayer se ha puesto especial énfasis en conectar los escenarios para crear un sentido de continuidad, de modo que en estas tierras se podrá ver la extensión del gran muro y un atisbo del reino que esconde tras sus piedras, una tónica que se repite en otros escenarios del juego, haciendo las transiciones entre zonas más creíbles y satisfactorias.
Esa zona también sirve para identificar la ambición del equipo por crear un sistema de misiones dinámico e interesante, así como una introducción al sistema de facciones, una de las principales novedades de Rise of the Godslayer y un elemento fundamental con el que habrá que lidiar una vez que se entre en el reino de Khitai. Lo primero nada más llegar a la zona será encontrar una caravana devastada por unos asaltantes a caballo, por lo que las primeras misiones disponibles se despliegan rápidamente nada más llegar, incluyendo una en la que hay que tratar de ayudar a los soldados a sobrevivir a varias oleadas de asaltantes. Será en esas misiones cuando se descubran numerosos conocimientos sobre Khitai, sus enemigos y su compleja situación geopolítica, intrigas y disputas internas. Pero además de eso, esta zona también salpicada de rincones muy interesantes como varios templos abandonados y los restos de una civilización perdida en el tiempo y que ahora se encuentra maldita, ofreciendo un panorama y unas misiones bien distintas dependiendo de si es de día o de noche -eso forma parte de ese dinamismo que se quiere imprimir al PVE del juego-.
Con ese primer sabor de boca, el jugador deberá volver a Cimeria, Aquilonia y Stigia para llevar a su personaje al máximo nivel y poder así comenzar su viaje por el interior de Khitai, pero antes de eso, el equipo ha querido dar un pequeño pero muy interesante toque a ese viaje. Los que lo deseen podrán simplemente pagar y viajar directos a Khitai sin más complicaciones, pero para los más aventureros, se ofrece la opción de realizar ese viaje gratis como parte de la seguridad de una caravana, iniciando aventuras individuales que pueden llevar al jugador a zonas bien conocidas por los amantes de las aventuras de Conan, como el mar de Vilayet. La idea es que cada vez que el jugador viaje desde los reinos conocidos a Khitai como parte de una caravana, aparezca un encuentro aleatorio de entre nueve posibles, que obligará al jugador a conseguir un objetivo para poder hacer avanzar la caravana hacía su destino. Por ejemplo, uno de los encuentros aleatorios resulta en un encuentro por mar con un gigantesco Kraken que habrá que combatir usando los arpones del barco. Es una de esas incorporaciones que parecen añadir poco al juego -es totalmente opcional después de todo- pero que resultan gratas por la atención al detalle que demuestran, haciendo el mundo más creíble e interesante -un objetivo que debería estar en lo más alto de la lista de cualquier MMORPG que se precie-.
El recibimiento a la nueva región, atravesadas las puertas de la Gran Muralla, no podría estar mejor ambientada, con una gran plaza repleta de soldados del imperio de Khitai entrenando y una gran pagoda presidiendo la entrada al lugar. Más allá de esa plaza, establecida como una segunda línea defensiva a la muralla, se despliegan las llanuras del norte, una amplia región que compone el comienzo de las aventuras en esta tierra exótica y repleta de misterios. Es estos primeros compases de aventura cuando se comienza a ver con mayor claridad los problemas que asolan este antaño orgulloso imperio. Por ejemplo, pronto se descubre que el regente de la impresionante pagoda es un envidado imperial corrupto, que ha dejado de servir a su pueblo y sólo se dedica a su propia y desesperada búsqueda de placer hasta alcanzar cotas grotescas -aunque se considera que hay una mano negra detrás del asunto-. Esa estructura es de hecho la primera mazmorra, con varias misiones relacionadas en las que se interpela al jugador para que ponga fin a la existencia del gobernador y a la de sus hombres -aunque será una tarea que exigirá un grupo de jugadores-.
En estos primeros compases también se tiene la oportunidad de conocer más sobre las diversas facciones presentes en Khitai. Tal y como se ha comentado anteriormente, ocupan un lugar fundamental en esta expansión y sirven no sólo para tener una fuente constante de misiones sino también para definir el rol del personaje en este nuevo escenario, pues en general los diversos bandos están enfrentados a muerte y formar parte de unos implica tener a otros como enemigos. Cada facción es rica en historia y tiene sus propias tradiciones, maneras de actuar y objetivos, además de su propia base dentro de Khitai y sus recompensas para aquellos que demuestren mayor capacidad de entre sus filas. Es posible ascender en la valoración de varias facciones, siempre y cuando los intereses no estén cruzados con las de otras, y también es posible traicionar a tus actuales aliados para abrazar nuevas amistades, aunque se perderán los privilegios ganados.
Por lo visto en la beta, las facciones ocupan un lugar fundamental en la estructura de misiones y en las recompensas en forma de equipamiento y otras ventajas. El equipamiento en particular ha sido uno de los elementos más reforzados en esta expansión gracias a la inclusión de más de doscientas piezas de detalladas piezas con influencias orientales y una muy marcada personalidad de acuerdo con la naturaleza de la facción, el rango del jugador dentro de ella y su propia clase. Hay piezas realmente espectaculares esperando a los jugadores más dedicados, aunque lograrlas implica peligrosas misiones que pueden llevar al corazón del enemigo. Se ha puesto especial énfasis en lograr que las bases de cada facción respondan a la naturaleza de las mismas. Valga como ejemplo una de ellas, obsesionada por la muerte y el contacto con el otro mundo, que cuenta con una base en forma de un gran templo en mitad de la jungla, con sus acólitos vestidos con piezas con huesos, calaveras y otros ornamentos similares, supervisando cómo un grupo de devotas al culto bailan desnudas para entregarse en sacrificio a sus deidades, saltando a un pozo ardiente repleto de restos de cadáveres.
Khitai parece contar con una gran variedad de localizaciones interesantes y variadas, más allá de sus núcleos urbanos con su inconfundible arquitectura oriental y de las llanuras que reciben al jugador en un principio. Hay junglas, lugares tropicales que recuerdan a los de Tortage, pueblos asentados sobre el agua, desiertos y otros escenarios repletos de secretos que descubrir y misiones que realizar. Todo cuenta con un aspecto fantástico gracias a la extensión de los paisajes y la atención al detalle en cosas como la arquitectura de los edificios, las texturas y algunos efectos extra como el de niebla, que ayuda a reforzar el ambiente y las sensaciones que produce. Pero en general, el efecto más impactantes llega por el mismo lugar por el que siempre ha llegado en Age of Conan, el enorme talento del equipo artístico de Funcom, que ha creado algunos rincones realmente memorables incluso desde los primeros pasos por estas tierras. A eso hay que mencionar el acompañamiento de la música, que nuevamente se hace presente en el juego gracias a su calidad y al sobresaliente trabajo del compositor Knut Avenstrup Haugen, que ha incorporado piezas de gran personalidad y con un marcado tono oriental, sin olvidar el sentido de la épica que debe tener toda gran aventura en Hiboria.
La novedad que no se ha podido apreciar completamente en la beta es la de las nuevas habilidades, una pieza importante para seguir motivando al jugador a evolucionar a su personaje aunque no gane más niveles. Básicamente, además de las habilidades ya presentes, Rise of the Godslayer introduce un nuevo sistema con alrededor de 50 habilidades que se pueden desbloquear acumulando puntos de PVE o de PVP, dependiendo de las preferencias. Ese sistema alternativo de crecimiento permite personalizar todavía más al personaje, seleccionando las habilidades que encuentre para el mismo. Pero conseguir puntos en esta rama es duro y requiere de un tiempo considerable, por lo que no hay riesgo de que el jugador se quede sin motivaciones para seguir con su personaje, ya que las nuevas habilidades aportan importantes mejoras al propio personaje. Esas habilidades además se distinguen por grupos fijos, de modo que se acumulan puntos de uno de los tipos -PVE incrementará la rama de habilidades ligadas a PVE, mientras que aquellos con más interés en el combate PVP ganarán ventajas por acabar con su presidente.
El estudio tiene otras sorpresas guardadas para los aficionados, incluyendo algunos diseños bastante novedosos en la construcción de mazmorras, incluyendo varios pequeños puzles y mecánicas de combate novedosas a la hora de luchar contra jefes, destinados a mantener la atención e interés de los grupos. En general, todo lo visto habla de una expansión que va a permitir al juego dar otro salto de calidad considerable, además de suponer un buen punto de entrada para aquellos que quieran probar a seguir los pasos del Rey Conan -con buen criterio por parte del estudio, la expansión incluye también el juego original, por lo que sólo habrá que adquirir la expansión para empezar las aventuras en Hiboria-. Las primeras impresiones son por tanto, muy buenas de cara a un lanzamiento que se produce justamente a la fecha de publicación de este texto, 11 de Mayo -dada la naturaleza de los MMO y su complejidad, el análisis se producirá más adelante, una vez explorado debidamente el contenido sobre los servidores reales a fín de poder experimentar el juego en su escenario real y garantizar así la calidad del análisis.
Age of Conan: Rise of the Godslayer
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