Hubo un tiempo en el que la franquicia Call of Duty se encontraba de capa caída, destinada a la extinción a pesar de contar con un gran número de seguidores. La serie, anclada por aquel entonces en compatibles, se las veía difíciles para competir con su rival más directo, la saga Medal of Honor de EA, que contó durante las 32bits y 128bits de un gran éxito entre el público. Pasaron los años y Call of Duty renació con una notable tercera entrega, de nuevo basada en la Segunda Guerra Mundial, aparecida en consolas de la (por aquel entonces) nueva generación y PC, cosechando unas ventas altísimas y un buen respaldo de la crítica.
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Pero el año siguiente llegaría la revolución. Infinity Ward daría el campanazo con la cuarta entrega de la serie, Modern Warfare, que trasladaba el conflicto a nuestros días, un ambiente hostil, cercano, más contemporáneo y no tan 'tópico', todo camuflado bajo un aspecto visual rompedor y apoyado en técnicas cinematográficas para narrar la historia. El título marcó un antes y un después en el género de los shooter en primera persona, algo que no impidió que el siguiente título de la franquicia, World at War, volviese a narrarnos una historia bélica de la clásica guerra de la 2ªGM. Modern Warfare 2 le sucedió, y volvió a repetirse la maniobra: éxito de crítica (9.5 en esta casa), de ventas (más de 120.000 unidades en España en sólo una semana) y, afortunadamente, un lanzamiento en DS. Es ya el tercer título de la serie que llega a la portátil de doble pantalla, desde el primer Modern Warfare hasta World at War, al que ahora se le suma este Modern Warfare Mobilized, una entrega que a pesar de su nombre no es una conversión de la campaña del título para domésticas, sino que narra una historia totalmente original y presenta nuevos y variados desafíos. La trama comienza dándonos el control sobre Patrick O'Neil, un sargento destinado a localizar a un traficante de armas y destruirlo. La razón: de no hacerlo, completará un trato con el Príncipe Farhad de Oriente Medio, que busca unas armas nucleares para cumplir ciertos objetivos, digamos, no muy líticos. La trama dista de ser apasionante, pero no está mal a pesar de todo, una simple excusa para llevarnos de un lado a otro y experimentar varias fases en el modo campaña.
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Jugabilidad Call of Duty: Modern Warfare Mobilized recupera el sistema de juego clásico en la franquicia, lo que quiere decir que nos encontramos ante un juego de acción en primera persona en el cual avanzaremos por escenarios acabando con numerosos enemigos, al estilo Metroid Prime Hunters o el más reciente Moon. Siendo éste un género mucho más apropiado para PC o, a día de hoy, ya adaptado a las consolas de sobremesa a través del uso de dos sticks (para mover y girar la cámara, respectivamente), n-Space, desarrolladora del título, ha decidido aprovecharse de las funcionalidades de la consola para conseguir un control lo más fiable posible, consiguiéndolo a medias. Como en casi todos los juegos del género aparecidos en la consola, desde la zona táctil movemos la cámara y ajustamos el cursor para apuntar, viéndose este último sólo en caso de que estemos parados, ampliándose cuando comenzamos a movernos y desapareciendo en carreras, dando bastante sensación de realismo al sistema de apuntado. Esto no es nuevo, de la misma forma que no lo es el resto de la disposición del sistema de control: con L o R disparamos, con los botones nos movenos en línea recta hacia una dirección concreta. El resto de acciones se realizan completamente desde la zona táctil, lo que incluye el cambio de arma, recargar o equiparnos granadas, por ejemplo. Pese a la sencillez de este sistema, el control de Mobilized presenta ciertos problemas de incomodidad: con una mano cogemos la DS y disparamos, mientras que otra se utiliza para el apuntado. La posición no es muy cómoda, algo que si bien puede parecer un factor externo al título considerábamos importante explicar. Los problemas no acaban aquí, sino que afectan en cierto sentido al propio desarrollo de la campaña, algo que -por otra parte- otros usuarios lo considerarán un acierto rotundo: todas las fases son script puro y duro. ¿Qué significa esto? Que los enemigos siempre hacen lo mismo, aparecen por la misma puerta, atraviesan la ventana o nos disparan cuando nos acercamos a un saliente y no antes, pese a que estén ahí y nosotros podamos verles, ellos no reaccionan hasta que un impulso les hace moverse. Este problema hace que el juego no posea situaciones dinámicas, no hay una inteligencia artificial que vaya generando alternativas, sino que todo es exactamente igual: Mobilized es, pues, un título que funciona a modo de ensayo y error. ¿Te han matado? No pasa nada, vuelve, esquiva a ese enemigo que saldrá por la derecha, avanza y sigue así hasta que superes la fase. Los niveles por otra parte cuentan con un diseño cuidado, si bien pecan de ser lineales, no ofrecen demasiadas variantes -algo comprensible, pues no dejamos de estar ante un título de DS- y la IA de los enemigos es, dejando de lado los script, bastante irregular. Unas veces dispararán a matar, otras se quedarán mirando al vacío. Eso sí, si apuntan
date por muerto.
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Como en casi todos los shooters recientes, nuestro personaje no posee una barra de vida propia mente dicha, sino que en base a los impactos que nos alcancen la pantalla irá poniéndose roja. Si nos alejamos del fuego cruzado unos segundos restauraremos la energía
aunque eso no será muchas veces, pues el personaje aguanta pocos tiros en pie. La disposición de los checkpoints es otro punto a tener en cuenta, encontrando varios a lo largo de los niveles y dándosenos opción, así, a no tener que repetir toda la fase en el caso de fallecer en mitad de la misma. Por lo demás, habría que aclarar que no todo se basa en avanzar y disparar, sino que eventualmente también nos veremos involucrados en otro tipo de acciones, como por ejemplo piratear un terminal informático. Dejando de lado la campaña principal, Modern Warfare Mobilized ofrece varios modos de juego alternativos que aumentan la vida útil del cartucho, si bien lamentablemente consisten en repetir lo que ya hemos hecho en la modalidad principal. Partidas libres, minijuegos, extras como superar las fases haciendo un determinado objetivo, etcétera. Donde hay que quitarse el sombrero es en lo relacionado con el multijugador, un apartado en el que n-Space ha trabajado para ofrecer una buena batería de opciones tanto para partidas locales con soporte para hasta seis jugadores (eso sí, cada uno requiere un cartucho en su consola) como multijugador Online a través de WiFi Connection, con modalidades tan tradicionales como todos contra todos o capturar la bandera. Lamentablemente, es complicado encontrar partidas, y tampoco proporcionan la misma experiencia que jugando con varios amigos en local.
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