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El desarrollo de las plataformas de distribución digital y de Internet está sirviendo para crear una segunda era de 'juegos de garaje', de productos que nacen con escueta inversión y muy buenas ideas. Esta época añorada por muchos trajo consigo hace más de una década grandes obras del ocio digital que hoy forman parte de sagas de reconocido prestigio. Así nacieron emblemas de la industria del videojuego y así España parió míticos equipos de desarrollo. Durante este último año, juegos como Castle Crashers o Braid han demostrado que recursos justos e infinitas ganas se pueden producir títulos creativos, originales y hasta competitivos.

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Los jugadores del PC han disfrutado de algunas de estas glorias digitales alabadas por la crítica y consagradas dentro de la escena independiente. Ahora, este teatro dirigido por la buena voluntad y la innovación vive el nacimiento de otro producto innovador, original y que, en definitiva, sirve para demostrar que no se necesitan grandes inversiones para ofrecer entretenimiento a precio reducido. Estrategia, velocidad y arcade se dan cita en Plants vs. Zombies, el último desarrollo para PC y para MAC de Pop Cap Games, responsables de títulos como Bejeweled o Peggle Nights. Controla un ejército de plantas en un escenario cuadriculado y evita que los muertos vivientes tomen el control de tu parcela vegetal.

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Asalto vegetal

La premisa básica de Plants vs Zombies está clara: tienes una casa y al frente de tu entrada, a las puertas del patio trasero y hasta en el tejado aparecen muertos vivientes. ¡Qué mejor forma para acabar con estas criaturas que desplegando toda la artillería militar de nuestra vegetación! El título presenta cuatro modos de juego diferentes: Aventura, Puzzle, Minijuegos, Jardín Zen y Supervivencia. El modo Aventura será el único que esté desbloqueado desde el comienzo de la partida. Para acceder al resto de modalidades tendremos que completar niveles dentro del modo de juego principal. La campaña principal mezcla la estrategia con el género arcade en una misma batidora donde resalta la simplicidad y la diversión.

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Cada escenario del modo Aventura presenta una serie de cuadrículas donde podemos plantar los vegetales que seleccionaremos de nuestro inventario al comenzar la partida. Esta selección dependerá del número de vegetales que hayamos desbloqueado durante la partida y del número de espacios disponibles en nuestro menú de combate. Comenzaremos con seis 'slots' para elegir plantas y al avanzar podremos comprar más bloques invirtiendo las monedas que recopilemos durante las partidas. Para desarrollar las plantas necesitaremos energía solar. Cada sol que recolectemos, ya sea caído del cielo cuando es de día o generado por nuestros girasoles o plantas más pequeñas ofrecerá un aporte de energía lumínica para aumentar nuestro ejército.

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La variedad de plantas es digna de mención. Nos encontraremos con más de 40 criaturas vegetales disponibles durante la partida que iremos desbloqueando o adquiriendo en la tienda del vecino, donde también podremos comprar otros extras para la partida. La diversidad de la flora va desde plantas que disparan semillas y sus versiones mejoradas (tres semillas a la vez, gatling, etc.), hasta jalapeños explosivos, sin olvidar otras municiones originales como la calabaza asesina o la semilla-pared. Lo cierto es que el jugador deberá aplicar la lógica al elegir la selección de plantas que desea transportar al combate, pues tendrá que administrar correctamente la energía solar y colocar cada vegetal en el lugar oportuno. Algunas actuarán a modo de defensa, otras como ataque, otras nos sacarán las castañas del fuego con explosiones y otras sólo servirán sobre el agua en los escenarios con piscina, por poner algunos ejemplos.

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A la izquierda del escenario se situará este escuadrón de plantas y a la derecha el bando enemigo, los zombies, que avanzarán progresivamente en oleadas intentando alcanzar el extremo contrario de la pantalla. Para lograr su objetivo tendrán que atravesar la marabunta de plantas y culminar el movimiento acabando con la máquina corta-césped (necesitarán dos intentos, uno para eliminarla y otro para atravesar la línea de meta). Sin consiguen este objetivo estamos perdidos. Por suerte, es más que probable que con un poco de práctica nos hagamos rápidamente con la dinámica de juego y avancemos en esta lucha viendo triunfar a las plantas. La curva de aprendizaje del juego a lo largo de su medio centenar de escenarios está equilibrada en todo momento.

Una de las virtudes de Plants vs Zombies es que a pesar de la relativa profundidad que puede esconderse en la toma de decisiones a la hora de elegir qué plantas utilizar y dónde colocarlas, el juego siempre mantiene una sencillez envidiable. Esto se debe, a buen seguro, a su sistema de control, que únicamente utiliza el ratón y el botón primario para dirigir la acción. Con la flecha y este botón podemos seleccionar las unidades, colocarlas sobre el terreno y eliminarlas utilizando la pala. No necesitamos absolutamente nada más para completar un nivel del juego. Gracias a este sistema de control y al planteamiento jugable, las partidas adquieren un dinamismo que notaremos especialmente durante los puntos fuertes de invasión de cada escenario.

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Al avanzar por todos los niveles iremos desbloqueando objetos y modos de juego. El elenco de plantas disponibles es importante y lo podremos aumentar también desde la tienda de nuestro vecino. Aquí podremos invertir el dinero para comprar plantas especiales, objetos que nos darán una ventaja durante las partidas y hasta un paquete adicional de máquinas podadoras para cada escenario. La tienda también nos servirá para expandir los 'slots' de selección de plantas. Completar el modo aventura nos obligará a emplear unas cuantas horas con el juego por su extensión. No podemos decir lo mismo de la dificultad, que no nos complicará las cosas excesivamente.

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Plants vs Zombies no está falto de extras y de modos de juego adicionales. Como comentamos al comienzo del texto, el título presenta tres modos adicionales. El primero es el Puzzle, donde tendremos que completar retos rompiendo jarrones y utilizando un número limitado de objetos para acabar con los muertos vivientes del escenario. El modo Minijuegos incluye retos alternativos de diferente nivel como jugar a los bolos contra los zombies. El modo Jardín Zen lo desbloquearemos casi al final de la Aventura y nos invitará a plantar vegetales y cuidarlos. En la tienda podremos comprar semillas y otros ítems (fertilizantes, por ejemplo) para cuidarlas. Por último, contamos con el modo Supervivencia, que sigue el esquema del modo Aventura pero propone retos más difíciles.

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Gráficamente, Plants vs. Zombies juega con las dos dimensiones y la originalidad, siempre acompañada del humor, para recrear el tablero donde dispondremos nuestro ejército vegetal. Los escenarios que encontraremos estarán siempre ligados a la parcela de nuestra casa, el lugar que debemos defender, que será representado por el día y por la noche. A pesar de no ser excesivamente variados, los entornos cumplen con su objetivo: disponer sobre el terreno las plantas y soportar la embestida de los muertos vivientes. Jugar a lo largo de cincuenta escenarios que son muy parecidos entre sí juega un papel en contra del título, aunque este hándicap, como decimos, no supone demasiados problemas al jugador, pues se ve compensado por otros aspectos visuales.

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Que siempre luchemos en terrenos similares no exime a Pop Cap Games de presentar unos diseños de personajes cuidados y originales. De hecho, los escenarios se diferenciarán entre sí por factores como la presencia de la piscina en el patio trasero de la casa, la niebla prominente en los escenarios nocturnos y la existencia de lapidas que nos impedirán convocar unidades en esa cuadrícula. El aspecto que se lleva la palma dentro del apartado visual es el diseño de los personajes. La variedad de plantas es tal que nunca tendremos sensación de ‘deja vu': cada vegetal cumplirá un objetivo concreto y diferencia.

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Exactamente lo mismo sucede que los zombies, que cuentan con diseños propios según el comportamiento. Así, encontraremos zombies deportistas que saltarán barreras con la pértiga, zombies subidos a tractores, zombies psicópatas-lectores y un sin fin de muertos vivientes: zombie buzo con delfín. Especial mención al muerto viviente bailarín; un calco de Michael Jackson en Thriller con coreografía incluida.

En el terreno sonoro, Plants vs. Zombies cubre con solvencia lo que se puede esperar de él. En los menos de 50 MB de espacio que ocupa, el juego incluye ritmos rápidos y acelerados que se integran perfectamente con la acción según la ferocidad del ataque de los zombies. La presencia de voces no va más allá de los vocablos  y los gritos desencajados que emitirán los muertos vivientes. No se necesita más. Los efectos son también variados y concuerdan que la actuación de las criaturas y las plantas. Todo el conjunto funciona con solvencia y actúa como un resorte más para atesorar el toque humorístico del título.

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