Grand Theft Auto: Chinatown Wars
Grand Theft Auto: Chinatown Wars, guía completa - Hit from the Tong
Te ayudamos a convertirte en el líder de las tríadas de Liberty City.
HIT FROM THE TONGZhou será nuestro primer objetivo, así que ve raudo a su guarida, rompe el cerrojo de la puerta -mediante un clásico mini-juego-, ¡y que empiece el asalto!Ming se encuentra en el centro de la obra, pero antes encárgate de los esbirros que están repartidos por la zona. No te inquietes, pues están muy separados entre sí y no supondrán una amenaza difícil. La situación se complicará más cuando vayas al encuentro del arrogante traidor, ya que éste huirá en helicóptero y te dejará solo ante una multitud de subordinados. No te hagas el héroe y escóndete tras una esquina: espera a que sean ellos quienes vayan a por ti para matarlos fácilmente.A continuación, coge el ascensor -al lado hay un útil botiquín- para subir al tejado -rompe la cerradura y pulsa el botón correspondiente-, donde empezará la batalla contra el helicóptero. Como ocurrió en la misión anterior, fíjate en las retículas pues allí será donde explosionarán los misiles. Coge el lanzacohetes y utilízalo para intentar derribar al pérfido ex-jefe -mantén fijado el botón R para marcarlo como objetivo-. Tras alcanzarle dos veces, Ming escapará del edificio, no te quedará más remedio que descender.Abajo te esperarán todavía más enemigos, ¡corre y escóndete! Sé paciente y cázalos de uno en uno, hasta que puedas subir al siguiente edificio. Antes de utilizar el ascensor, coge el chaleco y el botiquín que hay cerca. Volverás a enfrentarte al helicóptero, que se alejará cuando le alcances dos veces más. Al descender por segunda vez, acudirán más lacayos para terminar con tu vida. Como siempre, aléjate y elimínalos en grupos pequeños para tener más posibilidades de supervivencia. Si te encuentras muy mal de salud, recoge el chaleco oculto en el noreste de la obra antes de subir al último tejado. Alcanza al helicóptero dos veces más con el lanzamisiles y la vida de Ming tendrá un final amargo, aunque bonito pirotécnicamente hablando. Ahora le toca a Chan...