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Syberia

Syberia

Una gélida aventura

Kate Walker vuelve a revivir su aventura más grande en la portátil de Nintendo. Pese a conservar todo el encanto y el gran argumento del original, los cambios introducidos en la mecánica de juego y las carencias técnicas provocan que no se trate de la forma ideal para disfrutar de la obra de Benoît Sokal.

Con el paso del tiempo, Nintendo DS ha ido ampliando su catálogo de aventuras gráficas. Un género que parecía evidente, debido a las facilidades propuestas por la pantalla táctil, y que ya desde muy pronto (aunque no en nuestro país) potenció el excelente Phoenix Wright, demostrando que la máquina tenía capacidad suficiente para darle un nuevo giro a la investigación. No tardarían en llegar las adaptaciones de grandes aventuras clásicas, como Myst, además de nuevos títulos diseñados específicamente para la portátil, como Another Code y Hotel Dusk.

Syberia pertenece al primer grupo. Una adaptación de un gran título del mundo del PC a la portátil de Nintendo. Sin embargo, pese a lo que el título pueda sugerir, el resultado no es tan satisfactorio como cabría esperar de la magna obra de Benoit Sokal. Si bien conserva el argumento y las situaciones, estas no se adaptan con tanto acierto a la portátil de Nintendo. Al igual que con Myst, la conversión portátil se le ha atragantado a una de las mejores aventuras gráficas de los últimos años, algo de lo que ya se había resentido en sus versiones para PS2 y Xbox. Una gran historia por contar, pero un mal interfaz para vivirla.

Kate Walker
La aventura de Syberia comienza en Francia, en un pequeño pueblo cuyo motor económico es una factoría de autómatas, robots capaces de realizar las tareas más complicadas, librando del trabajo duro a los humanos. La presencia de estas criaturas mecánicas se hace evidente en todos los aspectos de la vida, desde grandes puestos hasta simples timbres de puerta. Kate Walker, la protagonista de la historia, llegará a esta pequeña villa desde su bufete de abogados en Nueva York, con un caso entre manos que le puede elevar a lo más alto de la profesión. Su labor no sería más que llegar al pueblo y conseguir que se firmasen unos contratos para el traspaso de una fábrica.

Sin embargo, como no podía ser menos, la cosa se complica mucho con el fallecimiento de la dueña de la fábrica, y el posterior testamento en el que se descubre que la buena mujer tiene un hermano, al que todos daban por muerto, pero no es así. Como único heredero de la fábrica, Kate deberá encontrarlo si quiere cerrar el negocio con una importante multinacional de juguetes. Su búsqueda le llevará a diversos lugares de Europa, recorriendo además de Francia, países como Alemania o Rusia. Un viaje que acaba en la propia Siberia que da nombre al juego, pero eso es algo que no ocurriría hasta su segunda entrega.

Al principio, Syberia puede engañar por ser un título demasiado serio y formal, en busca de un simple contrato que se debe firmar cuanto antes. Pero nada más lejos de la realidad, ya que como iremos descubriendo con el paso del tiempo, la situación será mucho más compleja de lo que esperábamos. Profundizaremos mucho en la psique de Kate Walker y los personajes con los que se encontrará, y nuestra motivación irá dejando esa formalidad grisácea para convertirse en algo más humano. Cuando llegamos al final de la aventura, una intensa satisfacción nos invade, con la sensación de haber hecho bien las cosas y de que hemos sido testigos de una aventura humana, próxima e inolvidable.

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Pero en DS…
Desgraciadamente, el hogar ideal de Syberia no es la portátil de Nintendo. El problema radica, principalmente, en la extraña adaptación que se ha hecho del sistema de juego, complicándolo en exceso cuando el original de PC se caracterizaba por su extrema sencillez. Toda la acción transcurre en la pantalla inferior de la consola, y haciendo click en ella conseguiremos que Kate Walker se mueva a donde le indiquemos. La cuestión es que, ante la ausencia de un cursor, deberemos utilizar el icono del ojo que aparecerá en la parte superior de la pantalla para ver con qué podemos interactuar.

Tampoco es que el ojo sea perfecto, ya que en ocasiones no nos indica dónde hay cambios de pantalla o se accede a un puzzle. Es un sistema un tanto incómodo que ralentiza bastante la acción y acaba resultando algo pesado, sobre todo porque no podemos probar a pulsar sobre los elementos del escenario sin que Kate Walker se mueva de forma inevitable en esa dirección. Más lento todavía el ritmo ante la imposibilidad de hacer que Kate corra, ya que si pulsamos dos veces en la dirección que queremos seguir, el resultado será que el personaje se vuelva loco y empiece a girar sobre si mismo unos instantes, cambiando bruscamente de dirección.

También ha perdido bastante en lo que respecta al menú de objetos, que se puede observar en la pantalla superior, pero cuyo acceso es bastante complejo y bastante caótico por lo general. Otro aspecto que ha perdido mucho fuelle en su adaptación portátil han sido las conversaciones, cuya presentación mediante cuadros de diálogo resulta bastante pobre y se nota que se trata de una solución de emergencia, con un recorte de la cara de los involucrados en pantalla. Gran parte del encanto del título se ha ido perdiendo en esos pequeños detalles que, en conjunto, restan bastantes enteros al producto final, sobre todo a nivel jugable.

Apartado técnico
La DS lo intenta, pero es evidente que las grandes aventuras de PC todavía le quedan algo grandes. Los bellos fondos estáticos y los personajes bien animados se readaptan a las limitaciones de tamaño de la pantalla táctil. No obstante, han perdido mucho detalle, y Kate Walker en concreto (prácticamente, el personaje que veremos moverse en pantalla) no consigue convencer. La pérdida de detalle en los fondos, o más bien lo apretujado de sus elementos, dificulta bastante el seguir la acción y comprender lo que hay que hacer para resolver determinados puzzles. Las secuencias de vídeo también se han visto bastante reducidas, aunque mantienen su encanto con bastante acierto.

Las melodías se repiten incesantemente, sin la variedad ni el mimo puesto en el original. La ausencia de voces de diálogo y de efectos de sonido remarca todavía más el bucle infinito de la música, que se llega a convertir en una auténtica pesadilla después de una larga sesión de juego. Una pena que este aspecto, que lograba ser muy satisfactorio, también se haya sacrificado demasiado por culpa de las limitaciones técnicas de la portátil de Nintendo. A nivel jugable, la pantalla táctil responde bien a nuestras indicaciones (salvo cuando Kate Walker se pone a girar sobre si misma), centrándose los problemas en la poco satisfactoria dinámica de juego que se ha impuesto, de ritmo muy lento y excesivamente pausado.

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5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.