Media torre

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Mile High Pinball es, como dice su nombre, un pinball de una milla de alto. Y nuestro objetivo, como no podía ser otro, es escalar hasta la cima de esta gran torre. El juego fue desarrollado para la primera N-Gage por un estudio húngaro especialista en la materia, Bonus.com. La conversión al nuevo sistema lo ha llevado a cabo Ideaworks 3D.

Sin embargo, en lugar de introducir nuevas características o niveles, se ha aprovechado para recortar el contenido y reducir por tanto el número de tableros incluidos. Tampoco existe ya el editor de la primera versión. Algo que no terminamos de entender, porque si ya se había creado, ¿tan difícil era trasladarlo?

j u g a b i l i d a d

El planteamiento de este título se aleja totalmente de otros juegos de pinball más clásicos. No existen vidas y jamás podemos perder. Al tratarse de una columna de tableros, si nuestra bola, en alguno de ellos cae entre los dos flípers, aparece en el inmediatamente inferior y así hasta el tablero base del que no se puede caer.

En cada nivel debemos resolver lo que nos pidan para lograr acceso al siguiente. Hay diferentes retos que se nos pueden presentar, como puede ser destruir todos los enemigos de una mesa, resolver un puzzle o lograr superar un duro camino.

Si hay una palabra que define este juego es variedad. Por ejemplo, hay muchas diferencias entre los enemigos y lo que pueden hacernos. Desde los simples robots que únicamente se interponen en nuestro camino a los aliens más poderosos que no dejan de disparar rayos láser, podemos ver otros como murciélagos que impulsan hacia abajo nuestra bola con sus aleteos o las gárgolas que se vuelven invulnerables cuando se convierten en piedra.

También son muy diferentes los puzzles que tenemos que afrontar, aunque generalmente están basados en interruptores. En unos tableros hemos de encender todos los interruptores que haya, en otros marcar uno que nos da acceso a una zona donde marcar otro y así sucesivamente, en otros pulsar un interruptor un determinado número de veces para generar un evento, etc. Mesas aparentemente similares pueden llegar a ser muy distintas entre sí.

La variedad no está precisamente en que haya muchos tipos de objetos, sino que éstos presentan múltiples funciones. Por ejemplo, los interruptores no funcionan siempre igual, en ocasiones se quedan fijos una vez los tocamos, en otras se desactivan al pasar por encima y en algunas cada cierto tiempo. Esto obliga a que adoptemos estrategias muy distintas según está planteado cada desafío concreto y nunca podemos saber a priori totalmente cómo funciona un objeto, por lo que nos estamos sorprendiendo constantemente.

Además, para ayudar a esta sensación, hay que destacar que los tableros son dinámicos. Esto quiere decir que no se encuentran fijos en todo momento y que distintos eventos que nosotros activamos hacen que diferentes elementos puedan aparecer, desvanecerse, cambiar de posición o incluso cambiar alguna o varias de sus características. Los objetos que pueden componer los tableros van desde los más clásicos, como los flípers, por supuesto, o paragolpes y tubos, hasta algunos más originales como baldosas rompibles o pasadizos secretos.

Aparte de los retos ya mencionados y algunos más, en determinados niveles el objetivo será vencer a un jefe. Un jefe es básicamente un monstruo muy poderoso con poderes especiales. Algunos de los ataques que podemos sufrir son, por ejemplo, rayos que desvían nuestra bola, disparos que desactivan el potenciador que llevamos, manos que agarran nuestros flípers y nos impiden usarlos o incluso impulsos que pueden hacer que caigamos varios tableros de una vez. Son realmente duros de roer.

Atracción fatal

Si fuera necesaria otra palabra para hablar de las características de Mile High Pinball, no sería otra que adicción. Este título es de los que engancha y no permite que nos despeguemos ni un segundo de él. Lo curioso es que esta sensación suele venir acompañada en ciertas ocasiones de frustración, ya que algunos tableros son muy difíciles y en ciertos momentos casi desearemos tirar el juego por la ventana, y, en cambio, lo único que haremos será seguir intentándolo ya que no podremos ni soltarlo.

Esto viene ayudado por su simpleza de manejo. Únicamente necesitamos tres botones para controlar el juego, uno para los flípers izquierdos, otro para los derechos y uno más para escoger un potenciador. Este último, si lo dejamos pulsado, lo que hace es presentar una lista arriba con todos los potenciadores y con la cruceta nos movemos sobre ella, y cuando lo soltamos el potenciador elegido se activa.

La interfaz también es muy sencilla. En pantalla únicamente tenemos en la parte superior a la izquierda el elemento que se activará si pulsamos y soltamos el botón de potenciador, en el centro la puntuación y a la derecha el potenciador que está activo de haber alguno.

Al inicio de cada tablero se nos da una pequeña pista para guiarnos hacia el objetivo que tenemos que realizar para conseguir pasar al siguiente. Esta ayuda está en todo momento disponible en el menú de pausa.

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Uno de los grandes logros de Mile High Pinball es sus sistema de guardado en tiempo real. Gracias a él cada tablero se conserva en todo momento tal y como lo dejamos desde la última vez que lo visitamos, con los mismos enemigos, los mismos elementos activados, rotos o como se encontraran cuando salimos de él, los mismos objetos sin recoger, etc.

Cuando cerramos el juego, posteriormente al retomar nuestra partida la bola reaparece tal y como la dejamos en el último momento sin necesidad de, en ningún menú, seleccionar la opción de guardar partida. Se ha hecho un gran trabajo en este aspecto, y lo mejor es que los tiempos de carga cuando pasamos de un tablero a otro son casi nulos salvo cuando cambia la melodía entre medias.

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Esto realmente da la sensación de que es una torre de mesas una sobre otra y no únicamente una sucesión de tableros que nada tienen que ver entre sí. De hecho, en más de una ocasión dos tableros se comunican por caminos distintos los cuales nos dan acceso a zonas diferentes, aumentando la interactividad entre ambos. El único inconveniente, los tiempos de carga, que rompen un poco el dinamismo.

Una manita nunca viene mal

Subir a lo más alto de la torre no es una labor nada sencilla y nos resultará realmente complejo en más de un tablero. Pero, aunque en más de una ocasión lo haremos, no es necesario desesperar.

Este juego pone a nuestra disposición una serie de potenciadores que podemos emplear para ayudarnos en nuestra dura tarea. Desde los más básicos, como multiplicadores de dinero, puntos y daño, hasta otros incluso más divertidos, como cohetes que lanzan nuestra bola despedida hacia arriba o bombas que destruyen todos los enemigos a su alcance. Según vamos ganando experiencia descubrimos cuáles nos son realmente útiles y cuáles debemos desechar.

Hay dos maneras de conseguir potenciadores. Recogerlos según van apareciendo por los tableros al golpear diversos objetos o comprarlos en la Tienda Mile High Pinball. En ella también podemos vender los potenciadores que no vayamos a seguir usando, aunque incluso de ese modo, el dinero resulta realmente escaso durante el juego  ya que los potenciadores son muy caros. Por ello hemos de pensárnoslo muy bien antes de comprar o gastar.

El inventario está limitado y si alcanzamos el máximo ya no podemos recoger más objetos. En ese caso siempre suele ser recomendable entrar a la tienda lo antes posible para vender los que no necesitemos. Para ello, hay dos opciones, usar alguno de los potenciadores que lo permiten hacerlo o acceder mediante un icono especial que aparece en algunos tableros, el cual bastará con tocarlo.

Si tenemos cualquier duda de cómo funciona alguno de los potenciadores, aunque su nombre suele ser muy explícito, tanto al recogerlos por primera vez como a la hora de seleccionarlos nos aparece por pantalla una pequeña explicación sobre sus características.

También hay poderes negativos que se activan con tan sólo tocarlos. Provocan cosas como volver nuestra bola invisible o que salga despedida a toda velocidad. Otros efectos no están tan claros y en principio parecen no afectar a la jugabilidad.

Qué hay más allá

En el primer Mile High Pinball se escondían algunas habitaciones secretas basadas en juegos exclusivos de Nokia, como Pathway to Glory o Ashen. En esta nueva entrega los hemos perdido por el camino. Por otro lado, tenemos los tableros ocultos con medallones, que sí siguen existiendo. Hay un total de 10 que podemos recolectar, aunque no son necesarios para poder acabar el juego. Se trata de mesas con un camino muy complicado que nos dificultan enormemente el llegar hasta el lugar del preciado objeto.

Los tableros secretos se representan mediante una espiral. Primero hemos de golpearla una vez para que empiece a girar y a la siguiente vez ya entramos en ella. Muchas veces no se ven a primera vista y están ocultas debajo de algún objeto o situadas de forma que apenas son visibles. Hay también alguna excepción en que la entrada a la zona oculta se encuentra en un lateral de la mesa tras lo que es una falsa pared y éstas son las más difíciles de encontrar.

Por suerte, contamos con algunos potenciadores que nos ayudan en nuestra tarea de descubrir la posición de los tablero ocultos, aunque en el fondo tampoco son excesivamente útiles ya que no siempre nos señalan lo que queremos saber de forma suficientemente precisa.

Si finalmente sois capaces de llegar hasta arriba, enhorabuena, es el momento de intentarlo una y otra vez, ya que el ascenso a la torre es infinito. N-Gage Arena será vuestra excusa para repetir el viaje, ya que hay una clasificación con las mejores puntuaciones obtenidas.

g r á f i c o s

El apartado gráfico bidimensional de Mile High Pinball es muy sencillo pero agradable a la vista. Los fondos podrían clasificarse incluso de bellos, ya que son muy coloridos y detallados y con unos dibujos muy bien realizados. Además, se encuentran animados, con por ejemplo aviones pasando por detrás, faros emitiendo luz o animales corriendo. Al tratarse de una ascensión, el juego presenta distintas ambientaciones para cada zona. Comenzamos en el bucólico suelo de una jungla y acabamos en el moderno espacio exterior, pasando por lugares como unas ruinas o un rascacielos en construcción.

Pero no todos es perfecto en este aspecto, puesto que el juego presenta una gran carencia de detalles en todos los elementos activos del juego. Con la nueva versión exclusivamente se han limitado a aumentar la resolución del juego de 176x208 a 240x320, no han mejorado lo más mínimo. Los enemigos son muy simples, con apenas rasgos distinguibles y con mínimas animaciones. Lo mismo ocurre con los flípers, los paragolpes y demás objetos. Podrían haberse esforzado más en crearlos mucho más nítidos y definidos. Además, nuestros adversarios presentan el problema de que no parecen en general nada fieros salvo algunos jefes. Como curiosidad, la imagen que se encuentra justo a la derecha no es de unas hadas malignas sino de, en teoría, perversas gárgolas.

Aunque hay una excepción en este sentido, y ésa es nuestra bola. Podemos elegir multitud de pieles para recubrirla y así cambiar su apariencia. De incio sólo hay 14 disponibles pero podemos ir desbloqueando muchas más. Además, los potenciadores hacen también que la bola cambie mientras se encuentran activos. Por ejemplo, los multiplicadores crean una estela brillante o la pluma, que hace que la bola no caiga tan deprisa, genera un campo de fuerza alrededor.

m ú s i c a   y   s o n i do   F X

La banda sonora de Mile High Pinball es excelente. Y no porque los temas que la componen sean obras maestras, ni porque su número sea ingente. Todo lo contrario en realidad. La música de este título es muy sencilla, piezas cortas que se repiten sin cesar bastante videojueguiles. Pero su logro es que, pese a que las estamos escuchando continuamente, no se hacen repetitivas en ningún momento sino que acompañan muy bien a la acción.

Además, crean una ambientación excepcional ya que según en el entorno que nos encontremos el estilo será de un tipo. En la jungla oiremos música muy calmada, de acuerdo a un entorno natural como en el que nos encontramos, en las catedrales el sonido será mucho más gótico mientras que en el espacio esterior nos pasaremos al tecno.

Los efectos también presentan un buen nivel aunque no tan alto como el del apartado musical. Disparos, crujidos, rebotes, ráfagas... todo ello sonará por el altavoz de nuestro móvil, aunque en este caso quizá con menor variedad.

c o n c l u s i o n e s

Mile High Pinball es un muy buen arcade para pasar largo tiempo pegado a él debido a lo adictivo que resulta. Tiene muchas horas de diversión individual asegurada que pueden llegar a prolongarse bastante en N-Gage Arena.

Es un típico juego de móviles, lo cual es perfecto para la actual N-Gage. Sin embargo, los recortes realizados sobre el original nos obligan a bajarle también la nota con respecto a éste, una pena.

l o   m e j o r

l o   p e o r

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