Algo más cerca del éxito

La entrega de este año de Football Manager llega tarde a Xbox 360, dado que ya han pasado varios meses desde que llegó a PC. Pero el retraso no es extraño, ya que ambas versiones varían bastante debido a su interfaz modificado para adaptarse al mando de control de la máquina de Microsoft. Cierto es que el sistema bebe mucho de la entrega del año pasado, pero hay bastantes mejoras y cambios como para justificar su adquisición un año más.

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Una vez más, se trata de un título idóneo para los aficionados al fútbol y, en especial, a la gestión, todos esos usuarios ávidos de tener control total sobre su equipo favorito a los mandos de sus Xbox 360. Pero eso sí, pese a las buenas intenciones, le sigue costando estar al nivel del inteligente uso del teclado y el ratón de la versión para PC; sobre todo, por la importante diferencia de precio.

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Las opciones afectan a prácticamente todo, con una infinidad de menús por recorrer y de características que podremos alterar y ajustar a nuestro gusto. Fichar jugadores, preparar tácticas, leer las noticias del mundo deportivo para estar al tanto de las novedades, estudiar al rival, pedir informes a nuestros segundos y ojeadores, negociar las ofertas…

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El calendario irá corriendo de forma natural, y el juego simulará los resultados y las noticias cada vez que pasemos de fecha. Llegado el día del partido, tendremos que determinar cuál será nuestro once inicial, así como darle charlas a los jugadores antes, según cómo evolucione el partido o incluso después, para premiar o castigar verbalmente su actuación durante la contienda.

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Los partidos siguen siendo también los mismos, esos simples pero carismáticos partidos de chapas que reproduce como si de una pizarra táctica se tratase el devenir del encuentro. A lo largo del mismo, podremos pausar su desarrollo para estudiar cambios de tácticas, viendo las puntuaciones que la máquina otorga a nuestros jugadores, para saber dónde está fallando nuestro equipo.

Según la entidad que entrenemos, nuestros objetivos serán distintos, y la dificultad no será la misma. Es un juego en el que el propio jugador se marca sus propios retos, ya que la libertad de acción que tiene le permite empezar desde lo más bajo o empezar con el asalto a la Copa de Europa. Además, como persona, existe la posibilidad de jubilarse, irse de vacaciones o dimitir de un club en el que no estemos a gusto.

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Es más, habrá un medidor de confianza de la afición, que subirá o bajará según la imagen del equipo en los partidos, además de los resultados. Una victoria dando mala imagen dejará el mismo sabor amargo que en la realidad, ante el temor por el futuro del equipo. Del mismo modo, en los partidos se tendrá información de las apuestas, y nuestro equipo técnico dará su impresión de lo que será el partido.

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Al final del mismo, harán un nuevo comentario según su opinión inicial, según lo que haya acontecido. También se seguirán de cerca de los jugadores clave de cada uno de los equipos, analizando su trabajo durante los 90 minutos. También antes de los partidos, después de la charla al equipo, se podrán dar instrucciones concretas sobre cómo afrontar el partido, teniendo en pantalla los datos y la alineación rival.

Cierto es que la versión de Xbox 360 llega algo tarde, pero no por ello Sports Interactive se ha dormido en los laureles; el juego llega completamente actualizado, ya no sólo con lo que es la temporada actual, sino teniendo en cuenta también los movimientos durante el mercado invernal. El único problema de esto es que enajena un poco el inicio de temporada, con equipos muy distintos a los que tenían las entidades durante el verano de 2007.

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En el apartado visual se ha cambiado de estilo, abandonando los verdes en detrimento de los blancos y grises, mucho más fáciles de apreciar y distinguir. También se han mejorado algunos pequeños detalles, como por ejemplo las flechas de estado de los jugadores, y la colocación de los menús y se ha mejorado la distribución de algunas ventanas; por ejemplo, la de cambio de jugadores y tácticas durante los partidos, un gran avance con respecto a la edición anterior.

Lo que es el sistema de control, de por sí, sigue siendo algo complejo de entender. Se juega mucho con los gatillos del mando, y las funciones de los botones en cada momento se determinarán en la parte inferior de la pantalla. Pero los que ya conozcan las ediciones anteriores ya estarán habituados a funcionar con este sistema, lo cual simplifica mucho las cosas.

Por si acaso, para los novatos, la entrega de 2008 incluye un completo tutorial que, a cada paso que demos, nos abrirá un menú con opciones sobre las dudas que queramos solventar a ese respecto. Para no hacerse pesado, es posible desactivarlo para siempre, o sólo en determinados aspectos concretos que ya dominemos y en los que no necesitemos ayuda. Por supuesto, la vida de este título es prácticamente eterna; sus opciones de juego, la variedad de torneos de todo el mundo y los logros, difíciles de sacar, suponen cientos de horas de entretenimiento.

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