El primer Just Cause sorprendió desde los primeros momentos del juego, con la espectacular llegada del protagonista en paracaídas, entre balas de enemigos y con nuestro contacto esperándonos para huir. Fue un juego adictivo, perfectamente doblado (excepto en 360), con mucha acción, un desarrollo interesante, pero con cierta repetición a la hora de llevar a cabo las diferentes misiones. Aunque es cierto que la variedad de las misiones lo convertían en un buen producto, llegaba un punto a partir de la mitad del juego en que casi todo se solucionaba con las mismas acciones.
Los Estudios Avalanche anuncian la segunda parte de las aventuras de nuestro hispano más querido en las consolas. El agente de la CIA Rico Rodríguez regresa acompañado de viejos conocidos, como su antiguo contacto Tom Sheldon, o la exuberante agente Kane, que nos guardarán más de una sorpresa en la trama principal. Se rumorea que Rico tendrá que dar caza al propio Sheldon, aunque la historia todavía está por verificar.
En el apartado de herramientas de trabajo, el versátil garfio repetirá, y se incorporarán nuevos elementos de destrucción, como misiles guiados, ametralladoras pesadas, lanzadores de granadas, o C4 detonado a distancia. Imaginemos cómo lanzamos una carga de C4 contra un helicóptero mientras caemos en paracaídas. Otra opción sería cogerse al vehículo, lanzar al piloto y controlarlo nosotros. Las batallas aéreas serán igual de frenéticas.
A la hora de conducir o pilotar descubriremos nuevas posibilidades, como un jet privado o caravanas, pero el repertorio no contendrá novedades más significativas. Lo que sí que será importante es la elección del mejor vehículo en función del tipo de terreno (jungla, desierto, montaña ).
Por tanto, el juego vuelve a prometer, con la desventaja de que ya no sorprenderá por ser una segunda parte, pero con la ventaja de que repetirá en sus éxitos y tratará de corregir los elementos a pulir del original. Habrá que continuar esperando al juego definitivo para ver si Eidos y Avalanche han cumplido sus promesas, aunque todo parece indicar que así ha sido y que nos espera otro régimen corrupto que derrocar...