Dos hombres y un conflicto

¿Quién le iba a decir a Lincoln Graves que, a sus 47 años, seguiría en esta peligrosa profesión? Sin lugar a dudas, este hombre había nacido para disparar, y sobrevivir a los conflictos de Granada, Panamá, Golfo Pérsico, Somalia y Balcanes, era la mejor muestra de ello. Una vez retirado de la Delta Force, decidió buscar más emociones en la SAD.

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Reggie Lang, en cambio, siempre fue puro músculo. Dejando de lado una prometedora carrera como receptor en fútbol americano, se incorporó al FBI conmocionado por los atentados del 11-S. Una serie de ascensos fulgurantes dentro del cuerpo, gracias a su papel decisivo en la captura de miembros de Al Qaeda, lo catapultaron a la misma división que Graves.

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Sin embargo, por mucho que nuestros dos protagonistas desconocieran lo que el futuro les deparaba, nunca llegaron a imaginar que trabajarían codo con codo, solos ellos dos frente a innumerables enemigos. Ni que argumento tan patriótico y norteamericano no sería llevado a la gran pantalla, si no a los ordenadores y videoconsolas del mundo entero.

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Eidos y Pivotal Games son los creadores de Conflict Denied Ops, un título de acción donde tomaremos el rol de estos dos personajes, actuando decisivamente y con presteza en los conflictos más actuales del mundo. Con la versión final en la mano, veamos que nos ofrece este juego, que cuenta con versiones en PC, Playstation 3 y Xbox 360.

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Y aunque parezca mentira, las diferencias entre los dos personajes son amplias, y se adecuan a la perfección según el tipo de acciones que tengamos que realizar. Graves porta un rifle de francotirador de 7.62 mm, cuya efectividad a larga distancia es innegable, pero los enemigos cercanos podrían ponernos en serios apuros si nos cogen desprevenidos.

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Por el contrario, Reggie Lang será incapaz de acertar a un objetivo alejado, pero causará bajas importantes combatiendo en extensiones más reducidas, sobre todo en el cuerpo a cuerpo, su especialidad. Armado con un subfusil de 5.56 mm, totalmente automático, es mortal en las distancias cortas, o contra gran número de enemigos, gracias a su alta cadencia de disparo.

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Por si las moscas, contaremos con pistolas con silenciador. Su utilidad para eliminar enemigos con sigilo será la única excusa para utilizarlas, teniendo a mano esas dos máquinas destructoras que la División nos ha dado. Además, las armas personales de cada personaje recibirán mejoras después de cada misión, otorgando nuevas opciones.

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Puede parecer que los enemigos están condenados al fracaso, pero la verdad es que en la mayoría de las ocasiones, solamente contaremos con la presencia de nuestra pareja de agentes especiales. Controlaremos a uno de ellos al tiempo, pero pulsando la tecla o botón adecuados, cambiaremos de personaje al instante, mientras el anterior nos espera.

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Si la cosa fuera así, pasito a pasito, sería agobiante y aburrida, así que siempre podremos dar órdenes a nuestro compañero. De esta manera, seremos capaces de hacerle avanzar junto a nosotros, o incluso adelantarse, cubrir una zona con fuego de contención mientras nos movemos y hasta realizar acciones especiales, como descargar datos de un ordenador.

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Al final, nuestros encargos nos trasladarán en diferentes hilos argumentales distintos, que se  agrupan según la zona donde tendremos que actuar. Ruanda, azotada por una cruenta guerra civil o Venezuela, dominio del golpista Ramírez. No podría faltar el viaje de rigor a Rusia o Siberia, donde submarinos nucleares son una continua amenaza para la seguridad.

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Al igual que nosotros, también pueden verse socorridos por tanques, helicópteros y otros tipos de vehículos. Algunas veces contarán con ametralladoras fijas, y correrán raudos a usarlas en cuanto nos vean aparecer. Es posible que, en raras ocasiones, nos sorprendan apareciendo por la espalda o por el flanco, pero generalmente no tienen nada que hacer contra nosotros.

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Si alguna vez somos heridos en combate, veremos como nuestra capacidad visual se nubla, y todo se torna más confuso. Tras un momento de respiro, volveremos a restablecernos, pero cuando las heridas son demasiadas, caeremos al suelo. En ese instante, nuestro compañero puede socorrernos, evitando así una desgracia mayor y el final apresurado de la misión.

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El juego, como buen título de acción en primera persona, cuenta con unos gráficos buenos, pero en esta caso no son todo lo excepcionales que podría pedirse, teniendo en cuenta lo visto en los últimos representantes del género. El modelado de los personajes y elementos es algo burdo, aunque las animaciones son completas,  y no del todo malas.

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Sin embargo, todas las voces se parecen demasiado, y hasta que no nos familiaricemos con las de los protagonistas, no sabremos si estamos oyendo al compañero o a un oponente. Durante la partida, nos veremos amenizados por diálogos entre los personajes principales, o con el jefe de operaciones, mediante radio, cuyas expresiones son típicas de guión de acción.

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De hecho, la mala relación entre Graves y Lang estará presente en todo momento, desde las cinemáticas hasta las conversaciones o los gritos al abatir un enemigo. A pesar de ello, Conflict Denied Ops es un juego que no ofrece nada nuevo. Todo lo hace a base de los conceptos más típicos del cine de acción, mediante enemigos rusos o conspiraciones terroristas a gran escala.

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Pero al igual que se es capaz de ver una película de este tipo, sin buscarle ninguna profundidad, también se puede jugar a este título. Sin que vaya a pasar a los anales del género como digno representante, Conflict Denied Ops puede ofrecernos esa dosis de belicismo y violencia gratuita que todos ansían encontrar en el ocio durante algún momento de su vida.