Dynasty Warriors: Gundam, Impresiones

Las batallas más multitudinarias de mechas de combate pesado ya han llegado a las PS3 de Japón y EE. UU. Este nuevo Dynasty Warriors supone diversas novedades no sólo visuales, sino también temáticas, jugables y hasta de manejo. Los grandes robots del anime japonés se dan cita junto a sus ejércitos para controlar cada una de las zonas de los niveles.

Como cabría esperar, Dynasty Warriors se ha sumado al salto generacional resultando ser una de las grandes sagas explícitamente beneficiadas por la potencia y tecnología de las nuevas máquinas. Las decenas de personajes en pantalla ahora se pueden contar por centenas y, lo que resulta más espectacular, cada unidad tiene un alto nivel de detalles, se mueve con suavidad y responde a una adecuada inteligencia artificial.

Esta nueva entrega abandona a los samuráis y demás marciales orientales dotando de total protagonismo a diferentes mechas de la licencia Gundam, lo que hará que podamos manejar a todos los protagonistas de Mobile Suite Gundam, en sus versiones Zeta, ZZ, y Wing, y Mobile Fighter G Gundam . En definitiva, toda la cúpula de la saga reunida en el Beat'em Up de Koei, de tan demostrada calidad.

Los nuevos protagonistas, enormes robots de combate controlados por humanos, no se alejan del maravilloso control que nos dejaban los samuráis y guerreros del Dynasty Warriors o Samurai Warriors originales. Tampoco se ha perdido suavidad en sus movimientos ni los brutales golpes tan expansivos que aquéllos propiciaban. Las espadas siguen siendo el arma base, sólo que ahora son de láser.

En el Modo Oficial deberemos desbloquear a los diferentes capitanes y ejércitos metálicos que después podremos utilizar en los modos Original y Versus. La estructura base del juego y el argumento se llevan a cabo mediante misiones y una mecánica general de ir conquistando diversas áreas aniquilando a todos los enemigos que se encuentren en ellas. Pero la guerra es cambiante y los enemigos más potentes no tardarán en volver a imponerse en las áreas ya conquistadas por nosotros y que en principio eran suyas.

Este planteamiento de la jugabilidad hace que debamos estar atentos en todo momento a nuestros aliados y a los avances o recuperaciones enemigas. Así, podremos movernos rápidamente con nuestro mecha y hasta utilizar ítems de transporte, potencia o restablecimiento de vitalidad. Por ello podemos hablar de un juego activo, frenético en la mayoría de sus situaciones y que nos hará machacar los botones como nunca para realizar los increíbles combos de espada, propulsores, pistola y cañón SP.

Las misiones no son excesivamente variadas aunque sí que resultan divertidísimas y adictivas en cuanto nos metemos en cada una de ellas. Deberemos proteger a nuestros aliados, llevar un número determinado de unidades hasta un lugar en concreto, derrotar a los capitanes de los distintos ejércitos, defender un área, recoger un objeto determinado, etc. Todas parecidas en su aspecto jugable aunque no por ello aburridas.

Los niveles tampoco son demasiado variados ni numerosos. Esto se empeora al hablar de su realización, muy mediocre para lo que cabría esperar. La regular calidad en el diseño y aspecto de los niveles es quizá el mayor punto a mejorar en Dynasty Warriors Gundam. Los poligonados son toscos, extremadamente sobrios y sin detalles. Los efectos de la lava, agua, fuego y luces parecen de PS2 y Xbox así como las texturas de las paredes y suelos, enormes paneles monocromáticos y sin interacción posible.

A cambio, la potencia gráfica del título recae en el modelado de los cientos de robots en pantalla, el movimiento suave y natural de éstos y las estrategias que siguen, sobre todo en los niveles altos, de dificultad considerable. Los mechas protagonistas son un despliegue de color y suavidad de animaciones. Los enemigos se despiezan cuando les atacamos, se cubren, se mueven rápido, caen al suelo de manera totalmente realista, etc. Pero de nuevo se quedan atrás las texturas y los efectos lumínicos. Apenas hay brillos o reflejos en las coloridas chapas de los robots, están muy detallados pero mediante placas de diferentes colores y formas.

Las explosiones, disparos láser y megacombos de los personajes sí que son un auténtico deleite visual. Los rayos y las explosiones parecen de película así como la firmeza y rotundez con que los usan los personajes. Pero, como comentábamos antes, tanto los escenarios como las carrocerías de los enemigos se quedarán prácticamente impasibles ante tal despliegue de luces y destellos, reflejando únicamente cierta luminosidad o aclaración de los colores.

Por tanto, en lo que respecta a su aspecto gráfico nos encontramos ante un juego que aprovecha correctamente las capacidades que le brinda la nueva generación pero que no la llega a explotar. Sí hay que señalar, en su defensa, que, gracias a la Alta Definición, las batallas nos dejarán boquiabiertos. Ver un horizonte plagado de cientos de enemigos con sus respectivas "barritas" de vida sobre la cabeza es un espectáculo digno de disfrutar en los mejores y más grandes televisores, pues DW Gundam soportará los 720p.

Como viene siendo habitual en la saga, la mejor estrategia ante las hordas enemigas consiste en colocarse en una posición preferente ente las unidades y comenzar a dar espadazos a todo lo que se mueva alrededor. Los combos circulares y de expansión son muy numerosos de manera que nunca nos sentiremos desmesuradamente agobiados. El "efecto dominó" y las sobresalientes físicas harán que podamos abrirnos paso entre las unidades con total tranquilidad.

El número de combos disponibles para cada personaje irá en aumento a medida que hagamos una especie de subidas de nivel y recojamos ítems. También, al lado de la barra de vida encontramos dos niveles de energía que, al estar rellenos, nos permitirán disparar los cañones especiales, volar, movernos más rápido y, si estamos junto a un aliado, desencadenar un brutal combo final con efectos devastadores sobre el ejército enemigo.

El manejo de este Dynasty Warriors tan especial sigue siendo el habitual, tan intuitivo y que tan buenos resultados ha dado. Con los botones equis, cuadrado, triángulo y círculo realizaremos todas las combinaciones y movimientos de ataque y disparo de nuestro protagonista. Con la cruceta o joystick analógico nos moveremos y el resto servirán para saltar, elevarnos y apoyar ciertos ataques especiales.

Cada personaje, o mejor dicho su robot-mecha, tiene unas características especiales y diferentes niveles de Disparo, Defensa y Ataque rápido. Los hay equilibrados, otros más lentos aunque también más devastadores, algunos muy rápidos en la ejecución de los golpes pero con poca potencia de daño, etc. En cada misión del Modo Oficial se nos asignará un personaje mientras que en el Modo Original tendremos que elegirlo nosotros antes de comenzar.

En una de las primeras misiones del Modo Original, por ejemplo, se nos manda a defender un Mausoleo, una enorme cueva llena de salas y lava que está siendo conquistada por un ejército enemigo. Nuestro capitán, un hombre rudo y desconfiado nos dará órdenes del tipo "derrota a todos ésos" o "ven rápidamente a ayudarme". Cada escuadrón del ejército enemigo vendrá encabezado por uno o varios capitanes de los que deberemos deshacernos rápidamente si no queremos pasarlo verdaderamente mal al acabar con el resto del numerosísimo equipo.

La lucha contra estos capitanes y junto a nuestros mechas aliados es otro de los grandes puntos fuertes del juego. Serán batallas encarnizadas en las que todo vale. Lo ideal es retirarse del conflicto masivo de los ejércitos si no queremos que nos molesten continuos disparos y espadazos de los enemigos, aunque estos capitanes rivales no serán tontos y rápido se colocarán en el núcleo de sus hordas para disponer de una mayor posición de batalla.

A todo esto, hay que sumar una cuantiosa Galería de extras y marcas de tiempo que desbloquear, lo que dará longevidad al título. Abrir todos los robots y extras disponibles no será una tarea fácil ni corta. El juego principal, aunque no muy largo, será rejugable ya que podremos realizar de nuevo las misiones pero vistas desde otros puntos de vista argumentales y jugables con los nuevos robots desbloqueados.

Como conclusión, podemos decir que nuestras primeras impresiones con Dynasty Warriors Gundam han sido muy favorables, sobre todo en lo que respecta a su jugabilidad y manejo. No obstante, algunos detalles gráficos y el diseño de los escenarios decepcionan en gran medida y resultan incomprensibles en un juego que podría haber sido una estrella más en el firmamento creado por las anteriores entregas de este Beat'em Up japonés.