Los piratas más pequeños y grandes

Como en el resto de plataformas, la superproducción americana de Disney ha pasado también por el mundo portátil. Nintendo DS no se podía quedar si su adaptación de la película Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo. Y finalmente, menos mal que la ha tenido, pues nos ha dejado un coherente juego de plataformas más que recomendable, sobre todo si se es amante de los filmes de la saga. Sparrow, Turner, Barbossa y demás personal de la fechoría de los mares caribeños se ven y disfrutan mejor que nunca en dos pantallas y en cualquier sitio.

Buscando la diferencia, los Piratas de la portátil de Nintendo abandonan la repetitiva acción de sus otras versiones para adentrarse en multitud de escenarios plagados de saltos, peligros, usos de todo tipo de objetos y combates a espada. Una agradable sorpresa que llega por mar al género de las plataformas de la portátil bipantalla y que no defraudará a los seguidores del género y Piratas del Caribe.

La vida pirata lo buena que es…

A diferencia de las adaptaciones de la película que encontramos en las demás plataformas, PdC; En el Fin del Mundo de Nintendo DS se centra en los acontecimientos de esta última entrega de la saga y no en lo más importante de ésta y la película anterior. Podemos decir, por tanto, que es un poco más fiel al nuevo film aunque también posee un argumento menos detallado o vistoso debido a la simplicidad con que se va llevando a través de los diálogos y los minimalistas vídeos y de que se aleja en cierto modo al original del film.

Una breve sinopsis introductoria nos hablaría del gran enfrentamiento que se está creando entre el colectivo pirata, en el que están Jack Sparrow, Will Turner, el Capitán Barbossa, Elizabeth y demás aliados, y los malvados Davy Jones, Beckett, Norrington y todos sus secuaces. Dirigirse al llamado Fin del Mundo es el objetivo común de todos ellos pero antes habrá que buscar mapas, compañeros y resolver las cuestiones de la política pirata.

Para ello recorreremos multitud de parajes a cada cual más insólito. Isla Tortuga, Singapur, Las Playas de Arena Negra y hasta el Fin del Mundo nos dejarán correr cientos de aventuras en cada uno de sus accidentados acantilados, bosques, arrecifes, ríos, alcantarillas, barcos naufragados… Los enfrentamientos contra los colectivos piratas de otras zonas serán constantes, culminando siempre en vitales combates a espada contra sus más altos representantes, como Sao Feng en el bando oriental.

Con una estructura de fases absolutamente lineal, deberemos ir recopilando información de los personajes que nos encontremos así como de las diferentes piezas de mapas con que nos vayamos topando y que, una vez reconstruidas, nos desvelarán nuevos espacios y misiones a realizar con el personaje que prefiramos para ello.

A toda máquina

La calidad gráfica y sonora de este nuevo Piratas del Caribe es sin duda uno de sus grandes puntos a favor. Lejos de mostrarnos unos niveles gráficos flojos bajo la excusa de que es un juego para una portátil, Disney Interactive ha sabido aprovechar el potencial de la misma y dejarnos unos notables resultados visuales, de control y auditivos. Un pequeño empujoncito al sistema de cámaras, el modelado de los personajes y la sólo correcta disposición de texturas le habría hecho sobresalir como pocos en cuanto a calidad visual.

Los escenarios son detallados, llenos de polígonos, decoración y color, y dejando claros los elementos y distancias entre éstos, factor importantísimo en todo plataformas 3D. Los personajes, enemigos y objetos sí que dejan algo más que desear pues su simplicidad es delirante lo que, también hay que decir, no afecta para nada a las correctas animaciones con que cuentan. Las explosiones, el fuego, el agua, humos y demás efectos gráficos dan la talla sin llegar a lo extremadamente vistoso. Todo ello se mueve con suavidad y con una apariencia sólida, totalmente tridimensional y detallada.

A nivel sonoro, como juego oficial de la película que es, PdC: En el Fin del Mundo llenará los altavoces de nuestra DS de las melodías originales de la película. Los efectos son adecuados, variados según la situación aunque sin llegar a sobresalir de lo esperado en un juego de calidad notable. Los diálogos no están doblados en ningún idioma aunque a veces, en plena batalla, encontraremos frases sueltas, en inglés, de nuestro personaje o los enemigos.

La doble pantalla de Nintendo DS cobra un papel importantísimo en la jugabilidad de este título. En montones de situaciones tendremos que hacer uso de la táctil o de las dos a la vez. La trama se va guiando con unos diálogos que se van ofreciendo al jugador para su lectura y unos, más bien sosotes, vídeos realizados con el motor gráfico del juego.

Dinámicas de un pirata hiperactivo

Como ya hemos dicho antes, la mecánica del sistema de juego es absolutamente lineal. Aunque podamos repetir cuando queramos las fases ya acabadas, las nuevas se irán abriendo una tras otra e irán aportando pequeñas novedades en cuanto a movimientos y objetos para usar. En cualquier momento podremos volver al barco que espera anclado en el puerto de cada "nuevo mundo", pudiendo así dirigirnos a otra zona, cambiar de personaje, o juntar las piezas que nos faltaban de algún mapa.

Y es que el juego está plagado de fragmentos de mapas que, para conseguirlos todos, nos harán meternos una y otra vez en los niveles ya superados, pues con los nuevos objetos podremos llegar a zonas que al principio nos eran inaccesibles. Una vez que tengamos todas las partes de un mapa, las debemos unir en el barco y desbloquear la nueva zona. En la primera vuelta al modo Historia esto funciona de manera casi automática pero si lo que queremos es acabar el título por completo y desbloquear sus numerosos extras, nos esperan muchas horas de buscar tesoros y mapas ocultos.

Por tanto, nos encontramos ante un juego largo en su modo principal. Los niveles están plagados de saltos, plataformas móviles, zonas de exploración, pequeños puzzles y enemigos. El movimiento por ellos es totalmente libre y en cualquier dirección, dentro de los límites del propio escenario y de la imposibilidad de salvar alguna situación de una manera distinta a la propuesta por el juego. Para salvar, por su parte, Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo utiliza un sistema de autoguardado cada muy poco tiempo y en cada punto de control. Muy cómodo e idóneo para un título de una portátil.

Los objetos a utilizar, tanto en batalla como para llegar a nuevos lugares o pasar por zonas imposibles, irán en aumento en nuestro inventario. Al principio empezaremos sólo con una brújula para buscar objetos de valor y tesoros, pero pronto nos haremos con una pértiga, una antorcha, unos garfios o hasta un gancho para colgarnos en sitios. Con estos instrumentos, podremos saltar más lejos, encender cañones, colgarnos de redes, etc. permitiéndosenos así tener que pensar qué objeto utilizar en cada ocasión y de qué manera.

También habrá herramientas que nos ayuden en las batallas, tales como bombas de luz, un potente látigo, una daga envenenada, etc. Según qué tipo de enemigo tengamos enfrente nos compensará más usar una de estas armas especiales u otra. Pero no podremos hacerlo de manera ilimitada, pues un indicador azul en la esquina superior izquierda nos muestra la capacidad de hacer uso de estas armas especiales que nos queda. Justo al lado de este indicador veremos nuestro nivel de vida y el arma que llevamos equipada.

Todo esto, sumado a que iremos mejorando nuestros niveles de salud y empleo de armas especiales hace que el título cobre cierto carácter de RPG. Además, en las cajas, vasijas, cofres y enemigos derrotados iremos recogiendo dinero y Gotas de Calipso, las que nos permitirán subir de nivel hasta llegar a un máximo de 12 ascensos.

Pasos tradicionales con estocadas táctiles

El control clásico, por botones y cruceta, será el encargado de dejarnos guiar a los personajes por los escenarios. Podremos saltar con B y utilizar el objeto que llevemos encima o empujar cosas con A. El botón Y es para desenfundar y pegar con la espada, o espadas si controlamos a Elizabeth, y los gatillos L y R nos servirán para bloquear o utilizar el arma especial respectivamente. El Start abrirá el menú de Pausa y la cruceta moverá al personaje.

Pero este control tan tradicional en los videojuegos se verá acompañado por la innovación jugable que propone DS. La pantalla táctil se usará en todo momento para cambiar de objetos en el inventario y mover los menús. Pero es que además, varios minijuegos opcionales y misiones o tareas obligatorias para el desarrollo del juego principal dependerán cien por cien de ella.

Pero este control tan tradicional en los videojuegos se verá acompañado por la innovación jugable que propone DS. La pantalla táctil se usará en todo momento para cambiar de objetos en el inventario y mover los menús. Pero es que además, varios minijuegos opcionales y misiones o tareas obligatorias para el desarrollo del juego principal dependerán cien por cien de ella.

En diversos puntos de los niveles tendremos que enfrentarnos con un jefe final y esto se hace mediante un honorable duelo a espada. Según el trazo que realicemos en la pantalla táctil, haremos un movimiento u otro que variarán en su potencia y duración al ejecutarlo. Pero también tendremos que bloquear los ataques rivales y lo haremos con la cruceta o los 4 botones principales. Por tanto, la postura en que cogeremos la DS en estas partes del juego es con una mano en el Stylus y la otra en los botones direccionales o los principales A, B, X e Y, según seamos zurdos o diestros.

Pero la pantalla táctil tiene más usos en este Piratas del Caribe. A lo largo de los escenarios encontraremos diversos cofres que sólo podremos abrir mediante un trazo muy preciso a través de la cerradura de éste. Otro uso para el sistema táctil es el que debemos hacer al girar engranajes que abran diferentes portones Son simples y rápidos eventos que no esconden ninguna dificultad pero que resultan muy divertidos y acertados.

También, y en relación a más usos de la pantalla táctil, podremos jugar con otros piratas a El Mentiroso, un minijuego basado en predecir si nuestros oponentes dicen la verdad o no con respecto a un lanzamiento de dados. Tendremos que apostar dinero y arriesgar bastante si queremos ganar a nuestros rivales.

Multijugador

Independientemente del prolongado modo para un jugador, Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo nos deja conectar nuestra DS con la de un amigo que también tenga el juego mediante red local para retarle a un duelo de espadas o al minijuego de El Mentiroso. Podremos elegir personajes, espadas y escenarios de entre los desbloqueados. No es un modo muy extenso pero siempre es de agradecer su inclusión.

Conclusión

Los Piratas de Disney han hecho su mejor parada en Nintendo DS. Con un juego que combina a la perfección entramados de plataformas en absolutas 3D, momentos de acción, pequeños puzzles y minijuegos táctiles, la agradable sorpresa jugable y de calidad que nos deja ha sido la excepción de la sigilosa travesía del título por el mercado del los videojuegos.

La portátil de doble pantalla se hace con un plataformas más que gustará a los amantes del género y encantará a los seguidores de Sparrow y compañía. Pese a algunos defectos que enturbian el apartado gráfico, el modo multijugador o pequeños aspectos jugables, la calidad final del título ha sido notable. El mejor Fin del Mundo acaba en DS, lo que hace que lo puedas jugar hasta yendo en barco. Seguramente no te marees…