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Pasaporte Japón: Nintendo World Tour

Nintendo no ha tardado en iniciar una gira con Wii por todo Japón para paliar la ausencia de la consola en el TGS. Primera parada: Nagoya. Dos de nuestros corresponsales estuvieron el viernes en el arranque de este Nintendo World 2006

Del mismo modo con el que Nintendo dio a conocer al público japonés las virtudes de DS allá por las postrimerías de 2004, con varios eventos que recorrieron el país bajo el nombre de Nintendo World, Wii recoge en esta ocasión el testigo de su hermana pequeña convirtiéndose durante este mes de noviembre en el núcleo central de un evento con el que se calientan motores de cara a su lanzamiento.

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En esta ocasión, el Nintendo World abrió sus puertas al público por primera vez en la ciudad costera de Nagoya, a unos 350 kilómetros al suroeste de Tokyo. Nagoya es el cuarto núcleo urbano más importante de Japón, por detrás de la capital, Osaka y Kobe. La ciudad es famosa por ser la cuna del pachinko, la tragaperras japonesa por excelencia Nagoya se siente orgullosa de su legado a la sociedad nipona y alberga en uno de sus museos la historia de tan adictiva recreativa, que mantiene hasta los topes los salones de juegos de norte a sur.

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Aquellos que han visitado Nagoya recomiendan siempre la visita a su castillo, que en su época fue de los más importantes del Japón feudal pero que tras ser objetivo de los bombarderos que devastaron la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial se ha convertido en una mera reconstrucción que trata de emular la gloria que conoció antaño. Toda la magia se esfuma al cruzar las puertas del castillo y encontrarse con un ascensor que facilita el acceso a sus diferentes niveles.

Visita obligada

Sin embargo, Nagoya es también famosa por ser el lugar donde reside uno de los objetos más místicos de la mitología japonesa, que nutre su gran caudal de fábulas y leyendas : la espada Kusanagi. El templo Atsuta alberga en su interior uno de los símbolos más preciados del sintoísmo, junto con el espejo custodiado en Ise y las joyas del palacio imperial que conforman los tres tesoros sagrados del Emperador.

¡Basta de cultura! ¿Y Wii?
Camino al Port Messe

Obviando los detalles anteriores, Nagoya es una ciudad que de todos modos no destaca por su belleza y que no cuenta con un colorido especial que la haga merecedora de las visitas del turista ávido de emociones. Sin embargo, gracias al Nintendo World, que tuvo lugar en el recinto ferial del Port Messe, una ciudad que normalmente pasa desapercibida para el viajero se convirtió el sábado pasado en objeto de todas las miradas de la comunidad nintendera, atrayendo a numerosos peregrinos.

Primeros pasos
Como su propio nombre indica, el Port Messe es un complejo ubicado en el mismo puerto de Nagoya y que se encuentra a unos 30 minutos en tren de su estación central. Al subir a la línea que nos acerca a sus pabellones, una ya familiar sensación de que no vamos a estar solos nos invade al ver a una tromba de chavales armados con sus DS. No es de extrañar el presagio de que el Port Messe se llene hasta la bandera: por primera vez, Nintendo va a poner en manos del público los juegos que acompañarán a Wii en su lanzamiento, junto con las esperadas novedades del año que viene. Es cita obligada de todo fan de la compañía de Kyoto que se precie como tal.

Colas casi interminables

Y, efectivamente, la muchedumbre que se agolpa a la entrada del tercer hall obliga a la formación de unas colas zigzageantes que retrasan nuestra entrada al recinto 20 minutos. 20 minutos que resultaron ser fatales.

¿Te hace un Mario Kart?

Sayonara Twilight Princess

Qué afortunado

No hubo piedad. Los asistentes que estuvieron haciendo cola desde primeras horas de la mañana antes de la apertura de puertas, a las 9, se lanzaron de cabeza al stand especial que Nintendo le había dedicado al juego que más expectación ha creado desde su anuncio, el nuevo Zelda. Jugar al Twilight Princess hubiera supuesto hacer cola durante más de 3 horas y perder la oportunidad de probar un buen número de betas.

A las 11 de la mañana un cartel anunciaba que ya se había cubierto el cupo de personas en cola hasta el cierre. Y eso que el evento concluía ¡a las 4 y media! La decisión fue difícil, pero nuestras primeras impresiones con el canto de cisne de la Game Cube y el baluarte de la nueva era para Nintendo tendrán que esperar. Habrá una nueva oportunidad en la edición del Nintendo World preparada para el Makuhari Messe, que se celebrará durante dos días a finales de este mes.

Nadie más, por favor.

Amarga Revancha
En el instante en que fuimos conscientes de que si con el nuevo Zelda la cosa estaba mala con el Mario Galaxy podría estar peor, corrimos como alma que lleva el diablo para adelantarnos a todos los que, como nosotros, acudían a la igualmente seductora repesca. Y en este caso hubo un poco más de suerte: sólo dos horas nos separaron del que se perfila como uno de los bombazos para el año que viene.

Diversión intraestelar
Mario sigue en plena forma. El fontanero más querido por los nintenderos conserva a pesar de los años todos los atributos que hacen de los juegos que protagoniza unos superventas. En esta ocasión la mejor tradición plataformera saca provecho de las cualidades del wiimando por medio de saltos guiados, ataques giratorios a los enemigos y una búsqueda de objetos más intrincada que nunca. Cobra especial importancia, a su vez, la interacción que hagamos a través del mando con los elementos que pueblan los escenarios.

Dos horas... Sólo son dos horas...

Divertidísimo y fresco a la vez, aunque a estas alturas del desarrollo el control direccional de Mario va un poco lento al usar el nunchaku. Esto puede deberse a que fijar una dirección con el wiimando puede entorpecer un desplazamiento rápido por los escenarios al utilizar también el stick direccional. Si esto se pule, Mario Galaxy va a hacer que jugadores de todo el mundo se deshagan en elogios hacia un juego que evoca a la perfección aquella sensación de plenitud que brindara Mario 64.

Rastreo
Al librarnos de la presión que sentimos en el cuello al ver como peligraba también el jugar con Mario, el paseo por la feria se tornó más tranquilo. Así que lo siguiente fue darse varias vueltas por el pabellón que Nintendo había teñido del blanco de Wii para decidir a qué juegos darles preferencia en las horas restantes. La oferta, como podéis imaginar, era exagerada. La lista de títulos jugables superaba la veintena, y entre ellos, aparte de los dos mencionados anteriormente, se encontraban peritas en dulce del calibre de Metroid Prime 3, Red Steel y Dragon Quest Swords. Las únicas ausencias notables fueron las del Resident Evil Umbrella Chronicles, aún en un estadio temprano de desarrollo, del nuevo Smash Bros Melee y de Wii Music, que a pesar de todo se acabaron mostrando en forma de vídeo. Especialmente el Melee, que con la presencia de Snake ha ganado en expectación al título de Capcom.

Un Link chaquetero jugando al Dragon Quest
Títulos por doquier
¡Yo también quiero!

La feria, pues, estaba dividida en cuatro zonas claramente diferenciadas: la antes mencionada área dedicada por entero al Zelda, otra a las demos de Wii (que cubría un 80 por ciento del pabellón), otra para presentar futuros lanzamientos de DS (sí, aunque relegada a un segundo plano, la portátil también puso en liza lo más destacado del catálogo con el que contará para este invierno) y un área de presentaciones donde se mostraba al público asistente cómo utilizar el Wii Channel o como sacarle el máximo provecho al Wii Sports.

Wii Sports contó con un lugar privilegiado
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Precisamente Wii Sports fue el siguiente juego al que medimos con nuestro rasero, en concreto la opción de jugar un partido de tenis a dobles. Como no podía ser de otra manera, el proceso de adaptación es diferente para unos y otros, pero una vez le pillas el gancho, el control se vuelve muy intuitivo y realmente gozas de la sensación de estar disputando un partido real, con las risas y diversión que conlleva no moverse en un radio de un metro. A su vez, el golf y el boxeo se convierten también en reproducciones virtuales muy cercanas a la práctica tradicional de estos deportes.

Donde se ponga Wii Tennis, que se quite el Master Series

Nuestra siguiente parada nos llevó a las originales pruebas que propone My first Wii, llamado Hajimete no Wii por estas tierras, con el objetivo en mente de acostumbrar al jugador a las mil y una posibilidades que ofrece el wiimando. Desde carreras a lomos de una vaca (en donde has de poner el control de manera horizontal para ladearlo hacía la dirección adonde quieres que se desplace el bóvido), hasta el frenético ping-pong, el único juego en el que podemos asegurar con certeza que el mando reacciona de manera hipersensible a los movimientos del jugador.

Wii Channel contó con su propia presentación
Wii Play será el nombre occidental de esta selección de títulos

Y es que uno de los aspectos más cuidados del wiimando, a tenor de lo que pudimos comprobar con posterioridad, es su exquisita reacción, justa y medida, a cualquier movimiento que se realice con él. Aunque no todo es perfecto: en ocasiones, como pudimos comprobar con los juegos de lucha que comentaremos a continuación, al realizar golpes especiales y mover más de la cuenta el mando durante el momento más álgido del combo, todos aquellos que tengamos las manos grandes pulsaremos más de una vez y por accidente el botón Home, enfriando el combate sin remedio.

Luchando con Wii
Gracias al Nintendo World pudimos quitarnos otra espina clavada que nos quedaba tras el TGS: poder jugar al Bleach y al Dragon Ball Tenkaichi 2, ambos muy similares en cuanto al sistema de combate y sencillos de dominar desde un primer momento. Más jugable y directo resulta el arcade protagonizado por Ichigo y compañía, que además cuenta con un basto número de movimientos. En ambos títulos la interacción con el nunchaku resulta decisiva para desencadenar el golpe maestro que tumbe al rival.

La asistencia femenina fue muy elevada

Antes de marcharnos tuvimos que enfrentarnos de nuevo a la dura decisión de tener que escoger para un primer contacto entre dos de los juegos más esperados: el Metroid Prime 3 y el Dragon Quest. Sin embargo, las colas volvieron a decidir por nosotros. Este último tuvo menos aglomeraciones y nos permitió pasar un rato agradable, que sin embargo no palió el cansancio que supuso la inaguantable hora y media de espera. Jugablemente, sorprende el desarrollo en primera persona al estilo Red Steel, aunque recuerda más a un Oblivion con limos impacientes por recibir un espadazo con el wiimando.

Dragon Quest Swords

El papel de DS
La Double Screen continúa arrasando en Japón. Rara es la tienda en donde quedan unidades por vender. Ni siquiera la segunda mano garantiza poder dar con una. El Nintendo World sirvió de escenario perfecto para atestiguar la excelente salud de la que goza la portátil: por todas partes se veía a gente jugar con ella. Ya fuese en un descanso entre demos y demos de Wii o en las mismas colas, lo extraño era que de entre los asistentes alguien se dedicara a algo que no fuese jugar a la DS mientras esperaba su turno.

Cooking Mama, un éxito de DS llevado a Wii
Generaciones que se tocan

Y para que todos los asistentes poseedores de tal exitoso hardware tengan nuevas ganas de ahorrar para ampliar sus jugotecas, el número de títulos presentados para DS no se quedó en mera anécdota, ni mucho menos. La Touch! Generations sigue en su línea prolífica y ya deja asomar juegos de habilidad mental basados en costumbres tan japonesas como la memorización de los 100 poemas más celebres de la literatura nipona o la asociación de kanjis, en la línea del Brain Training.

Rosa con rosa, azul con azul
La secuela de Jump Superstar en todo su esplendor

Pero los dos juegos que realmente se llevaron el gato al agua, como no podía ser de otra manera, fueron el Jump Ultimate Stars y la última rareza de Square Enix, llamada Subarashiki kono sekai. No podemos dejar de mencionar el último juego del ninja más famoso de esta década, Naruto, que sedujo a los presentes con unos gráficos sin paragón en la portátil a día de hoy. Estad atentos a Shinobu Retsuden, no debería caer en saco roto en el futuro.

La consola del pueblo
Si hubo algo que nos llamó la atención sobremanera durante el Nintendo World Nagoya, (aparte de la maravillosa experiencia que supuso familiarizarse con el control de un mando que marcará un antes y un después en la historia del ocio electrónico), fue la media de edad de sus asitentes. La inmensa mayoría eran niños en edad de educación primaria. Y no faltaron a la cita pequeñajos con sus padres, que se dedicaron a pasar un día de ocio con Wii como si de cualquier otra actividad familiar se tratase.

Los niños, principales protagonistas

Todos estos niños iban en tropel, arriba y abajo, en numerosas ocasiones sin compañía alguna más que la que les proporcionaban sus DS. Fueron los auténticos protagonistas de la feria. Estaban por doquier, copando lugares privilegiados en las colas. Colas cuyo progreso ralentizaban una vez se ponían al mando de Wii, que por lo general no soltaban hasta que completaban la demo. Su pericia y habilidad con el revolucionario y nuevo control que ofrece Wii está fuera de toda duda, lo que no deja de maravillar a ojos poco acostumbrados a este tipo de espectáculos.

El mando es mío y punto

Muchos expertos dicen que Wii podría seguir una trayectoria de ventas paralela a la que tiene la DS. Esto significa que las unidades que salgan a la venta en diciembre en Japón van a agotarse en un abrir y cerrar de ojos. Tales cálculos se deben, en parte, a la excepcional respuesta que lleva recibiendo Wii desde que anunciara sus características, sobre todo por boca de los más pequeños de la casa. Respuesta que ha quedado patente durante el trascurso del Nintendo World Nagoya.

¡Ya casi es nuestra!

Todos estos niños que hacen posible que a día de hoy la búsqueda de una DS por Japón se convierta en una odisea puede que sean en breve el motor que impulse las ventas de Wii en detrimento de la PlayStation3, más segmentada al sector adulto. Y los padres de estos niños estarán encantados, porque se ha podido ver que el wiimando les hace disfrutar tanto o más que a ellos.

Wii puede esperar...

La sensación que nos queda tras lo visto en Nagoya es que Wii asume el papel de verdadera consola del pueblo o consola familiar. Con ella todos empezamos aprendiendo a jugar desde cero, todos acabamos disfrutando por igual. Con Wii Nintendo recupera el espíritu de la epoca de 8 bits, cuando dejó claras sus intenciones creando una consola llamada Family Computer, o Famicon, que finalmente no acabó siendo disfrutada por igual por todos lo miembros de la familia.

Cae la noche sobre Nagoya
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Wii es la perfección de aquel objetivo que Nintendo se marcara a principios de los 80: crear la consola que se acerca más al estándar de diversión familiar. La consola que puede reunir a una familia frente a algo distinto a una película o un programa de la televisión. En definitiva, y tras lo visto en Nagoya, todo apunta a que un único sistema de entretenimiento doméstico podrá, por fin, ocupar un lugar irremplazable en la vida de muchas familias... al menos en Japón.

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