Que dé comienzo la guerra táctica del anillo.

En el campo que nos abarca, hace ya tres años y junto con la llegada a los cines de la película 'Las Dos Torres' (segundo título de la trilogía) nos llegaba la propia adaptación de dicho film por parte de Electronic Arts, compañía que hábilmente se hizo con la licencia de las películas, así como la propia recreación del primer libro por parte de Vivendi Universal, que consiguió el permiso para mostrar los acontecimientos relevantes de la destrucción del Anillo Único a través de una adaptación de las propias novelas.

Al siguiente año, y ya en el 2003, la propia Vivendi cancelaba el desarrollo de su segunda aventura mientras que Sierra llevaba los hechos de El Hobbit (libro que sirve como precuela e iniciación a las aventuras de Frodo y compañía) a casi todas las plataformas, compitiendo mano a mano con la adaptación de la última película del cineasta de Nueva Zelanda por parte de EA.

El año pasado la batalla se tornó cuanto menos interesante: las tres películas que conformaban la trilogía ya se habían estrenado y el público reclamaba más material. Así pues, Electronic Arts llevó el mundo de Tolkien a un título de rol en el que controlábamos a una comunidad de héroes desconocida, así como a un juego de estrategia en tiempo real para PC que también tuvo que luchar con la propia adaptación de Sierra en el mismo género.

Pero como muchas veces ocurre en muchos mercados el más fuerte puede al débil: Electronic Arts consiguió hacerse con la licencia de los libros de J. R. R. Tolkien y con ello barrer a sus competidores. El primer resultado de este importante contrato es el título que analizamos: El Señor de los Anillos: Tácticas; pero próximamente también podremos ver reminiscencias a los propios relatos en otros tantos títulos como serán las segundas partes de La Tercera Edad y La Batalla por la Tierra Media. El Anillo Único sigue dando mucha guerra.

Introducción

Como en los últimos títulos basados en la licencia de El Señor de los Anillos, Tácticas se basa en todos y cada uno de los acontecimientos de la trilogía, tanto en los visualizados en las películas como en los propios libros, lo que es de agradecer a todos sus fieles seguidores. El juego cuenta con dos campañas claramente diferenciadas: la del bando que desea destruir el anillo, llamada La Compañía del Anillo; y la de aquellos que desean llevarlo de nuevo a su amo y señor, Sauron, con el nombre de El Anfitrion de Mordor, que se desbloquea una vez terminada la primera campaña, lo cual tampoco es muy difícil.

Cada una de las campañas consta de un total de 24 misiones, más algunas opcionales en las que podemos subir puntos de experiencia o conseguir nuevos objetos que nos faciliten los combates. Antes y después de cada misión se visualiza una serie de secuencias FMW de gran calidad, algunas extraídas directamente de las películas (incluso de alguna extendida) y otras realizadas con el motor del juego, que narran algunos acontecimientos importantes de los libros. La narrativa e introducción a las propias misiones es bastante pobre mostrándonos solamente una serie de objetivos principales a cumplir, lo que se suma a que encontramos ciertas incoherencias en la campaña de la Oscuridad.

Esto es debido a que, mientras que las misiones donde controlamos a Aragorn, Frodo y compañía, los hechos suceden tal y como todos los conocemos (con ciertas misiones cuyo guión está extraído directamente de los libros), las batallas del bando de Saruman, Sauron y sus huestes de orcos y Uruk-Hais son totalmente nuevas e innovadoras y nos obligan a realizar actos a los que más de un fan de la obra de Tolkien se llevaría las manos a la cabeza.

Por poner un ejemplo: una de las primeras misiones en esta campaña es matar a Frodo (el portador del Anillo Único). Una vez realizado lo normal sería que la campaña de Mordor diera fin ya que el objetivo del Ojo-Que-Todo-Lo-Ve ha sido cumplido. Pero no es así, ya que el hecho de que muera el personaje más importante de toda la trilogía no es relevante en este argumento, puesto que Sam (uno de sus más fieles amigos) coge el relevo del famoso hobbit de Bolson Cerrado en su tarea de destruir el malvado Anillo. Otras misiones tienen objetivos parecidos y cada uno de los mapas que jugamos en esta campaña también se dan en la compañía de la Luz pero, por supuesto, con fines totalmente antagónicos.

Gráficos

Para ESDLA: Tácticas, Electronic Arts ha confiado plenamente en el grupo de desarrollo Amaze Entertainment, un estudio de desarrollo ligeramente desconocido y cuyos títulos (Shrek Superslam (GBA/DS), Spyro: Shadow Legacy (DS), Lego Star Wars (GBA), El Espantatiburones (PC) y Crushed Baseball 2004 (PS2/GC)) no es que cuenten con un entorno visual muy llamativo. Por suerte para este título han utilizado el motor gráfico de La Tercera Edad (PS2/GC/Xbox) con excelentes resultados en todos los campos.

Para empezar, todos los escenarios cuentan con un alto nivel de detalle y son perfectamente reconocibles a los propios en los que se inspiran. Así pues, tan pronto nos encontramos batallando contra orcos y goblins en Las Minas de Moria que repeliendo las embestidas del Rey Brujo en Minas Tirith o luchando contra Boca de Sauron en La Puerta Negra.

También visualizamos algunos escenarios totalmente nuevos pero con una ligera falta de detalle, varios extraídos de las películas extendidas (como las puertas de la Llanura de Rohan) y otros de los propios libros (como es el caso de uno ambientado en el Bosque Negro). Poco hay que no esté en el juego y que haya aparecido en los libros y en las películas.

A nivel de personajes nos encontramos con unos héroes y villanos fielmente representados y con unas animaciones muy cuidadas. El tamaño de cada uno de los luchadores es bastante fiel al real y por ello observamos a gigantescos personajes como Sauron o el Balrog, que cuanto menos impresionan ante la limitada estatura de los hobbits y los enanos. Cabe mencionar que para los orcos, Uruk-Hais, jinetes de Rohan, defensores de Tirith y demás criaturas venidas de las más recónditas regiones de la Tierra Media, el diseño se repite bastante pero es algo que se podía esperar debido a tal titánica obra.

Todo esto se acompaña de un abanico de efectos especiales muy interesantes y dignos de elogios donde se incluyen brillos, efectos de calor y de luz, destellos en determinadas armaduras, sombras muy logradas y demás recursos habituales Los ataques especiales de determinadas unidades son también muy espectaculares destacando entre todos ellos el Rayo Negro de Saruman que resta el 50% de vitalidad a todas las unidades colindantes.

Por otra parte los menús están ligeramente vacíos, mustios por su oscuro aspecto y faltos de opciones de configuración. La cámara del juego es dinámica y según la fase del turno (que se explicará más detenidamente en su correspondiente sección) enfoca con más o menos amplitud, mostrando una perspectiva isométrica en el turno de movimiento, una perspectiva lejana a unos dos o tres metros del personaje en el de elección de disparo y acción, y una más cercana que muestra claramente los combates y sus consecuencias en la última fase: la de desarrollo de los actos.

Desgraciadamente durante el desarrollo del juego nos encontramos con un inestable framerate que puede molestar ligeramente los combates. No es algo que incomode en exceso pero contrasta mucho con el excelente aspecto del juego y con la alta fidelidad respecto a la magia que emana de los libros de Tolkien y la propia adaptación cinematográfica de Peter Jackson.

Sonido

La calidad del audio durante todo el título es bastante alta pero peca de optar por melodías bastante conocidas de las películas, lo cual tampoco es un punto negativo. Howard Stone, el excelente compositor de las tres adaptaciones cinematográficas, se vuelve a lucir con este nuevo título, demostrando que aún en altavoces tan pequeños como los de PSP piezas como Edoras Gates, Treason of Isengard o Forth Earlingas suenan igual de bien que en el televisor.

No obstante durante las batallas la música pasa a un segundo plano recayendo todo el protagonismo en los efectos especiales y los ruidos de cada unidad. No hay voces pero tampoco se echan de menos ni tampoco más variedad en las canciones elegidas. Un aspecto que podría haber llegado a más pero que cumple notablemente con los objetivos deseados en el titulo.

Jugabilidad

El desarrollo del juego es bastante interesante y con una gran adicción para aquellos acostumbrados a títulos de este género. Primero elegimos una misión en un amplio mapa de la Tierra Media, el cual es lineal al comienzo pero a medida que avanzamos se nos van descubriendo nuevas sendas.

Cuando hacemos clic en el lugar al cual queremos ir, entra en acción un menú donde aparecen los diferentes personajes de la contienda, pudiendo elegir en determinados casos si un luchador aparece o no. Después el juego muestra una vista área de los personajes rivales y de nuestro bando, seguidamente da comienzo la contienda.

Una vez en la batalla existen dos turnos de acción claramente diferenciados: el de movimiento y el de ataque. En el primero movemos nuestras tropas al más puro estilo de los RPG tácticos de toda la vida, pudiendo avanzar más o menos casillas en la cuadricula que conforma cada escenario dependiendo del nivel o habilidad del personaje.

En esta fase hay que considerar varias decisiones muy importantes ya que el resultado no será el mismo si ponemos al pie del cañón a un pobre hobbit que al resistente Aragorn. Por ello, además de tener en cuenta los diferentes terrenos (puesto que algunos limitan el movimiento a determinadas tropas y otros tantos ayudan a otras pocas) hay que pensar sabiamente que héroe o villano vamos a mover y en que dirección.

Por supuesto mientras el jugador efectúa sus movimientos, el bando contrario realiza los suyos por lo que también hay que contar con el posible rango de acción de estos. Una vez que se hayan elegido los diferentes desplazamientos el juego los efectúa dependiendo del nivel de cada tropa. En el momento en el que acaben todos ellos da comienzo la fase de combate: la más importante en el transcurso de las batallas.

En ésta debemos asignar una acción para cada unidad: primero comenzando por los personajes más poderosos, después por los más débiles y, finalmente, por aquellos que posean un arma de largo alcance en su arsenal. Entre las acciones a escoger existen las típicas del género: atacar, bloquear, realizar magias, curar, y otras más peculiares, como por ejemplo invocar o utilizar un ataque u objeto especial. Elegir adecuadamente cada acción y su objetivo es la principal finalidad en el título ya que es uno de los factores más importantes para su conclusión.

Cuando se hayan efectuado todas las elecciones de los ataques, el juego da paso a su fase más vistosa: la del resultado de nuestras acciones. Con una vista muy cercana podemos observar como cada personaje realiza sus golpes o defensas y con ello se vence paulatinamente a nuestros rivales. No existe ninguna forma de influir en éstas, ya que son totalmente automáticas, otorgando a ESDLA: Tácticas un desarrollo muy peculiar y cuanto menos original, alejado de otros títulos más típicos del género en el que se engloba, como pueden ser Final Fantasy Tactics u Onimusha Tactics.

Existen determinados fallos en la elección de esta forma de jugar, como por ejemplo que todos los personajes pueden bloquear los ataques y en determinados casos incluso los de las unidades más poderosas. Se da el caso de que en algunas batallas una figura tan despreciable y débil como Gollum llega a bloquear un poderoso ataque del fiero Balrog o de la mismísima Ella- Laraña. Son pequeños detalles que empañan un gran intento por innovar en un campo ligeramente estancado.

Vencer a las diferentes criaturas de la Tierra Media no es una tarea difícil aunque se puede volver ciertamente repetitiva debido a la inclusión de algunas fases que nos obligan a pelear contra unidades muy comunes y de las cuales es muy fácil aprender su estrategia. La forma más sencilla de vencer en las misiones es poner en primera línea de ataque a los personajes más poderosos, apoyados por unidades mágicas o de ataque a distancia.

Así, mientras vamos avanzando, es mucho más fácil eliminar a los enemigos con ataques o bloqueos de personajes más fuertes y realizando daño con una segunda fila de héroes. Valga decir que esta estrategia no sirve en todos los actos ya que en algunos tendremos que valernos de algo más que suerte para derrotar a nuestros enemigos. La curva de dificultad del juego está realmente ajustada y es algo que se agradece en este tipo de juegos.

El tablero está listo. Las piezas se mueven.

Como ya se ha mencionado anteriormente cada unidad posee unos ataques característicos. Existen algunos comunes para las diferentes razas del mundo de Tolkien y otros tantos únicos para determinadas unidades especiales. Por ejemplo, y como es de esperar, los elfos son muy hábiles con el arco pero débiles en el ataque cuerpo a cuerpo (a excepción de Legolas), los enanos son imbatibles en distancias cortas pero su limitado movimiento los hace lentos en combate; Aragorn, Gandalf, Sauron y Saruman son invencibles frente a cualquier unidad pero su capacidad para invocar o atacar cuerpo a cuerpo es ligeramente limitada, más frente a sus propios antagonistas.

Respecto a los ataques de cada unidad nos encontramos con algunos que afectan a una sola entidad y unos pocos que dañan a varias o a una serie de cuadrados limítrofes, como es el caso del mencionado Rayo Negro de Saruman o la Invocación del Ejército de los Muertos, de Aragorn. Al elegir cada acción podemos observar una pequeña descripción de la misma que nos sirve de gran ayuda en determinados momentos.

Por otra parte, al terminar cada misión recibimos una serie de puntos de experiencia y monedas de oro. Los primeros se reparten equitativamente entre las unidades que hayan sobrevivido y las segundas las podemos utilizar para comprar nuevas habilidades muy poderosas, subir algunas características de nuestros héroes o adquirir objetos que nos sirven de gran ayuda: desde las típicas pociones a ataques especiales, magias poderosas hasta un largo etcétera de ítems interesantes.

Un punto importante en el desarrollo del juego es que, al terminar cada misión, si un héroe ha muerto resucita automáticamente en la siguiente excepto en los casos puntuales en los que el objetivo de la fase anterior sea matar a éste. Esto, que ya lo pudimos observar en el último título de EA para PC basado en esta franquicia no es algo que moleste, más sabiendo que los personajes muertos no reciben experiencia ni dinero.

En las diferentes tiendas y armerías del juego es tan alta la variedad de elementos interesantes que muchas veces tendremos que salir de la misma, acabar algunos mapas para subir nuestra riqueza y nivel y volver a ellas para adquirir una pieza cuya cuantía excedía de nuestro presupuesto. Por supuesto cada raza tiene sus características armas y armaduras y siempre son las más caras o las más difíciles de encontrar las que añaden más fuerza, poder mágico u otras características.

Además de las diferentes armas, armaduras, magias u objetos, en las tiendas y a medida que subimos niveles adquirimos algunas habilidades que sólo se pueden utilizar durante la batalla y hacen aumentar los puntos de vitalidad, magia, fuerza o defensa. Existen algunas que sólo actúan en pocos turnos y otras que ayudan durante el resto de la contienda. Desgraciadamente se ha perdido la originalidad de sus nombres ya que, en el caso de Gimli, nos encontramos con los típicos Token de Valor, Token de Vitalidad y Token de Fuerza.

Ahora bien, la inteligencia artificial de las tropas rivales está bastante ajustada aunque hay algunas fases en las que falla ligeramente. Como por ejemplo, muchas serán las misiones que nos obliguen a proteger a determinada criatura o a defender una bandera. Por supuesto nuestros enemigos van directos a por su objetivo, pensando poco en todo lo que les rodea o en la vida de sus compatriotas. Los tres niveles de dificultad, la gran variedad de objetivos y los propios mapas ayudan ligeramente a que ESDLA: Tácticas no sea un juego repetitivo pero tampoco se convierte en una gran innovación en el género.

Como era de esperar la opción de salvar el juego sólo se encuentra en el menú del mapa del juego, pudiendo guardar o acceder a partidas anteriores con cierta facilidad. Por desgracia, toda esta carga gráfica limita bastante la duración de la batería, llegando a durar menos de dos horas en algunos casos. No es algo que moleste debido al autoguardado de la consola pero será en más de una ocasión la que se apague la Portátil con la miel en los labios por derrotar a un temido villano.

Mención aparte se merece el modo multijugador, para un máximo de cuatro jugadores, que ofrece una gran flexibilidad en escoger las tropas de cada ejército, el mapa (la gran mayoría se desbloquean a medida que los superamos en el modo Historia, aunque también hay algunos inéditos) y el tiempo de la contienda, ya que no existen los típicos objetivos del otro modo principal.

El Señor de los Anillos: Tácticas (PSP)

El resto de puntos hay que gastarlo en tropas más o menos poderosas, pudiendo hacer una horda de insignificantes pero molestos orcos, una escuadra de poderosos personajes o incluso un batallón de Uruk-Hai y Rohirrim comandados por Sauron y Aragorn. Las posibilidades son infinitas pero también es cierto que el título es mucho más divertido de jugar contra la propia máquina que contra otros jugadores.