Johnny Whatever

En el Londres de finales de los 70, Margaret Tatcher ha convertido a los ciudadanos en esclavos, ha declarado la música un crimen y ha creado un ejército de robots para imponer su ley y consolidar así su tiranía. Johnny Whatever és el líder de un grupo punk que se rebelará ante esta situación y se enfrentará al imperio armado con su guitarra.

Disfruta de Johnny Whatever en vídeo.

Y es que cuando toca unos acordes, la guitarra de Johnny escupe unos rayos que convierten a los ciudadanos alienados en punkis revolucionarios, como si la música de Sid Vicious tuviera más poder que el manifiesto de Karl Max. Es realmente divertido ver como un hombre de mediana edad y aspecto conservador cambia su americana por unos tejanos rotos, el cinturón de púas y una camiseta de The Addicts, al mismo tiempo que le crece una cresta desde la base de la nuca.

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Aunque hacerlo no será nada fácil, porque no se trata de machacar el botón como si fuera una pistola. Hay que hacer combinaciones de botones para crear potentes riffs y acompañarlos con el stick para aumentar el volumen de decibelios (que se marca en una barra) necesario para realizar la transformación.

Una vez convertidos, los punkis nos seguirán por las calles de Londres y nos ayudarán a enfrentarnos a los robots-policía de Margaret Tatcher. Podremos vagar libremente por la ciudad de Londres al estilo GTA, aunque hay unas misiones fijas que cumplir, entre las que hay rescatar a los cuatro miembros de nuestro grupo, que la mujer de hierro ha encerrado en distintos puntos de la ciudad.

Johnny is a punk rocker!

A medio camino entre la parodia y el homenaje, Johnny Whatever ofrece un retrato peculiar del Londres suburbial de finales de los 70, marcado por un fuerte malestar social provocado por el paro juvenil y la poca identificación de los jóvenes con el estamento político de la época.

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Tal y como se materializa en el juego, el punk apareció como una arma de expresión para los jóvenes, como un medio para lanzar un grito de rechazo al orden social. El punk está asociado a la ideología anarquista, al inconformismo, el espíritu crítico y también al nihilismo.

Todo ello se ve muy bien reflejado en el juego, ya sea con algunos detalles como los carteles revolucionarios que hay colgados por la ciudad, pósters de conciertos, portadas de discos y revistas de entonces. Además de la actitud de los personajes, todo un reflejo de la filosofía antidogmática del punk.

Todos estos nombres van a tener una gran importancia en el juego, ya que los enemigos más difíciles de batir los vamos a tener que superar con una especie de gran concierto donde pondremos a prueba nuestra habilidad con la guitarra. Como si de un duelo se tratara, el juego se ralentiza, aparece el título de la canción y una franja en la parte inferior de la pantalla en la que irán saliendo los botones a pulsar, al estilo Parappa The Rapper pero mucho más radical.

Si lo hacemos bien el escenario puede arder en llamas o chisporrotear por cualquier rincón, asando así al enemigo, y aparecen carteles del tipo: 'Oh Yeah!', 'Come on' o 'You rock'. A medida que avance el juego incluso podremos mejorar nuestra guitarra visitando a su creador, Roland Clockworks, un coleguita que viven en los bajos fondos de la ciudad que nos obsequiará con anécdotas varias sobre grupos de la época cada vez que vayamos a hacerle una visita.

A veces será mejor escapar por algún callejón si nos vemos rodeados. Si se juntan muchos enemigos nos pueden dejar tiesos en un momento, que somos punkis pero no superhéroes. Una vez más, los rayos de la guitarra podrán servir para despedazar vallas de madera o muros que esconden caminos ocultos por los que podremos despistar a nuestros enemigos. 

Warthog ha prometido más sorpresas (entre ellas otros personajes jugables) que se irán desvelando poco a poco. Tendremos que esperar al 2006, cuando está prevista su aparición para Xbox, y más tarde para Gizmondo. Así que ya lo sabéis, el año que viene tenéis una cita con Johnny. Será vuestro deber organizar una revolución social, derrotar a la malvada Margaret Tatcher y volver a instaurar… ¿la anarquía?

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