Kao The Kangaroo Round 2

Sonic y Mario son los más conocidos entre todos los jugadores como los reyes de la plataforma. Sí, esos juegos en donde hay que saltar cien o más veces para superar un nivel. Tradicionalmente han sido materiales de consola los más habituales, por ser la época dorada de los 16 bits quizá la que más y mejores ejemplares nos proporcionó.

Sin embargo, plataformas los hubo antes en los arcades y en los clásicos de 8 bits, así que no debe extrañar a nadie que de vez en cuando algunos programadores se acuerden del PC para hacernos recordar que los plataformas son algunos de los juegos más divertidos y sencillos de disfrutar.

Mario 64 fue en su momento una gran revolución. Fue el primer plataformas en tres dimensiones, y además durante mucho tiempo el que mejor supo adaptarse al nuevo entorno. En su época también aparecieron personajes carismáticos, como Nights, Crash, Croc o Banjo, y reaparecieron viejos conocidos tipo Donkey Kong.

Mario, además de sentar las bases en los mundos tridimensionales, forzó al mundo del videojuego a ir olvidando poco a poco aquellas viejas 2D, en un momento en que parecía que se alcanzaba la perfección en la animación 2D tradicional, con máquinas muy potentes capaces de mostrar muchos fotogramas y con paletas de miles de colores.

Hoy día, todos los plataformas que se editan son en 3D, y además cumplen una serie de parámetros esenciales: hay que recolectar algo, lo que sea. Estrellas, anillos, monedas, personajillos... Hay que tener una historia, y si los personajes hablan entre ellos, mucho mejor. Los escenarios tienen que estar ubicados en lugares como: una montaña nevada, una playa, una ciudad, un poblado perdido en el bosque, una isla en medio del mar o un castillo encantado. Así podremos rescatar a alguien de las fauces de algún malo malísimo, o salvar al mundo de una catástrofe.

Con semejantes estereotipos, es difícil encontrar un producto realmente original; y todavía resulta más complicado dar con el personaje que aúne carisma y simpatía. No voy a sorprender a nadie si afirmo que estamos ante otro título más, pero también es cierto que la sequía a la que están sometidos los usuarios de PC nos haga más permisivos con los tópicos, y nos fijemos mucho más en lo que realmente cuenta, la diversión. Y en efecto, Kao cumple sobradamente con las exigencias mínimas.

Gráficos

Un apartado muy cuidado. Cuando ejecutas por primera vez este Kao te vienen a la mente dos juegos: Rayman y Banjo Kazooie. Del primero toda la estética en general, incluido el sistema de control y de menús. De Banjo recoge una buena parte de la apariencia de los personajes, y ese deambular por cada escenario. Bien es cierto que la obra de Rare es peculiar, y tiene muchas diferencias cuando lo desglosas más en profundidad, pero es también cierto que la impresión inicial recuerda mucho a esas dos grandes obras.

Al principio te hallas en una isla, la de los castores. Allí se puede apreciar un poco lo que da de sí este juego. Están disponibles altas resoluciones (a 1024 y más), la definición de los personajes es bastante buena, y no se nota mucho el origen poligonal. Por contra, el carácter casi de dibujo animado impide unas texturas muy variadas y realistas, así que todo el "lucimiento" del motor 3D se limita a unos escenarios no muy grandes y algunos efectos de luces típicos en este tipo de juegos. Hay bastante variedad en lo que se refiere al "terreno", con interiores y exteriores combinados, casas, túneles, ríos, muchos saltos al vacío y variedad de enemigos. Si conoces otros juegos, sobre todo en consola, tendrás cierta sensación de "déjà vu", puesto que todo lo que vas a ver es casi un tópico en el género.

El juego, obviamente, está en enteras 3D. Puedes rotar la cámara libremente 360 grados, pasar a una vista "prismático" o volverla cenital. No pide mucho equipo, pero es cierto que para resoluciones elevadas, y sombras detalladas, necesitas una buena aceleradora. La gran mayoría del tiempo, el motor se mantiene estable, robusto, pero muy de vez en cuando tiene caídas, pequeños tirones que afortunadamente no entorpecen la jugabilidad.

Lo mejor sin duda es que mantiene la estética que se ha impuesto en el género con una suavidad notable, y que cuando se le exige mayor rapidez la ofrece sin problemas. En algunos planos, además, los grafistas han puesto especial esmero, y combinando un cielo añil con efectos de luz y agua, se han conseguido tomas estáticas realmente bellas.

Sonido

Pon a tope tus altavoces y disfruta. Los plataformas suelen ser juegos con una gran variedad de efectos sonoros, y esta no es ninguna excepción. Persecuciones, pisadas, golpes, la naturaleza, ríos, cataratas, todos ellos con una gran calidad. La música también está muy bien, acompaña dignamente la aventura, se acelera en los momentos de tensión e incluso se silencia cuando hay máxima expectación.

Además, y como nota curiosa, todas las voces han sido dobladas al castellano, con una calidad de doblaje muy buena. No es un hecho habitual, y menos cuando se trata de un título a priori catalogado "de segunda".

Por todos estos motivos, agradecemos el esfuerzo que JoWood ha hecho para traer localizado íntegramente a nuestro idioma este título, aunque hay que resaltar que es una tónica y no una excepción en muchos de sus productos.

Jugabilidad

Tampoco se trata de ser injustos, un juego basado en un canguro, cuyo hábitat es un bosque, la nieve, la montaña... no es que sea muy novedoso, pero lo realmente importante es que divierta. Y sí que lo hace. Lo primero de todo es procurarse un buen pad. En mi caso, utilizo un adaptador USB y un pad de PlayStation 2, pero hay en el mercado unos cuantos para PC de una calidad similar. Desde luego, no puedo concebir una tarde manejando a Kao con el teclado.

Metidos en faena, manejar al canguro es bastante simple. Salto, puñetazo, coletazo y, ¡ey! El movimiento de Mario, que rompía las cajas con el trasero. Bueno, se puede perdonar, al fin y al cabo, ya lo habíamos visto antes "plagiado" (¿alguien dijo Croc, por ejemplo?). Para poder avanzar hay que reunir monedas y cristales rosas, que nos permitirán abrir nuevas zonas del mundo en el que nos encontremos. Contaremos con la ayuda de varios personajes: un loro, un castor, una luciérnaga, un oso y una tortuga. Un par de botones para la cámara, el desplazamiento lateral o "strafe" y el inventario, y adelante.

Muy importante, este juego consta de vidas infinitas. Cuando pierdes una vida, vuelves a la última campanilla que pudiste hacer sonar (checkpoint). Gracias a dios, porque incluso con el joypad, se me han atascado algunos saltos y he tenido que entrenarme un poco; en este juego pasa algo curioso, y es que cuando vas a saltar, a veces notas como si no tuvieras una referencia clara de a dónde vas a ir a parar. Con un poco de práctica, acabas pillándole el truco, pero al principio cuesta un poco. La mayor pega de todo esto es que si caes al agua mueres cual fulminado por un rayo, y evidentemente, los saltos más comunes se producen sobre cajas que flotan en el líquido transparente.

Para amenizar el desarrollo, y que no se convierta en un plataformas puro y duro, los diseñadores han introducido algunos minijuegos como la recogida del tejón, la persecución del oso, y tantos otros. Además, las fases de bonus se obtienen recolectando cincuenta cristales como mínimo, no estando todos localizables a simple vista.

Los enemigos son bastante divertidos: avispas que intentan clavarte el aguijón, grumetes con martillos de goma, cangrejos, bombas explosivas, escorpiones, pingüinos, arañas. Cada uno se vence de una manera diferente, hay que aprender cómo y mirar continuamente a la barra de energía, pues tiende a vaciarse con facilidad. Encontraremos diversos amigos durante el transcurso de la historia, quienes nos pedirán ayuda y de paso nos explicarán un poco de qué va todo esto.

Guión

Deberás unirte a Kao el canguro para encontrar al terrorífico cazador Barnaba y sus miserables secuaces, que no cesan de causar problemas. Además, ¡tienen secuestrados a los amigos de Kao!

Comienza tu aventura en el Bosque de los Castores y atraviesa la Montaña del Trueno hasta las Tierras del Océano terminando en la abandonada Isla del Tesoro. Tendrás que superar numerosas aventuras como saltar sobre tu tabla de snowboard y deslizarte a través del helado Cañón Sin Retorno, ganar una trepidante carrera de lanchas motoras y acompañar a tu amigo Carlos el Pelícano loco en su vuelo sobre el océano, hasta dar con el barco de Barnaba flotando a lo lejos en el horizonte.

Un total de veinte niveles distribuidos en cinco mundos diferentes, con siete técnicas de pelea para Kao y treinta enemigos diferentes.

Estrategia y trucos

Graba a menudo la partida. A pesar de que hay ciertos "check points", esos a los que cuando mueres vas a parar, está permitido grabar en cualquier parte. Ello no significa que retomes una partida en el punto donde la dejaste. Si sales del programa y vuelves a entrar en otro momento, tendrás que volver a empezar el nivel.

En algunos momentos, simplemente tendrás que volver una y otra vez a repetir el mismo trazado hasta que te salgas con la tuya. En un juego donde lo más complicado son los saltos, conviene tener pillado el juego de cámaras para encararlas de forma que la sitúes justo detrás. Es mucho más fácil saltar hacia delante y atrás que tener además cierta inclinación.

En la fase de la persecución del oso, mantén presionado el control o tecla de dirección hacia abajo. Esto hará que automáticamente el canguro tome la trayectoria correcta, y te centres en saltar cuando toca. La parte final es la más difícil, olvida los regalos y céntrate en no caer en el agua, con los globos que has cogido antes tienes suficiente para escapar del oso.

Comparándolo con...

Sin duda, su referente más "cercano" es Rayman 2, que es de toda la saga el primero en 3D y el que mejor sabor de boca me dejó. Comparte el buen gusto y la estética casi infantil de los decorados y animales, y el desenfado con que son tratados los enemigos. Rayman además también lanzaba sandías, en lugar de piñas, corría con misiles, no podía caer al agua, y era ayudado por seres muy parecidos a las luciérnagas de este Kao, aunque su propósito era recoger "lums" en vez de monedas y estrellas.