Conflict: Vietnam, Impresiones (Xbox)

Después de 2 entregas de Conflict Desert Storm, está a punto de llegar a nuestras consolas Conflict Vietnam, un ambicioso que respeta la herencia de los dos primeros y aporta alguna jugosa novedad. Pasemos a especificar las impresiones que nos ha transmitido la última beta de esta experiencia bélica.

Kahler ha sido enviado a Vietnam en 1968, cuando se cumplen ya 18 años de conflicto en tierras Orientales. Parte creyendo que es una guerra moral, en la que EEUU debe ayudar a los oprimidos habitantes del sur de la península... pronto se desengañará. Ahora está solo, y es el momento de convertirse en un hombre.

Veremos durante nuestra estancia en el campamento (llama la atención que por megafonía, no solo suena música, si no que un soldado ameniza los momentos entre canciones contando anécdotas y chistes) como llegar hasta nuestros objetivos gracias a una utilísima brújula que mantendrá siempre señalada la dirección que debemos elegir, cómo recoger y usar objetos, cómo dialogar con los demás soldados, cómo disparar y, una vez que nos reunamos con nuestro grupo, aprenderemos a dar ordenes, cambiar de personajes, y seleccionar entre las armas y los objetos de nuestro inventario.

Una vez hecho esto, y cuando nos cansemos de escuchar la sensacional música que fluye entre las trincheras del campamento (muy del estilo a la que escuchábamos en 'La Chaqueta Metálica' de Kubrick, ambientada en el mismo conflicto) estaremos preparados para entrar en acción, y no tardarán en pedirnos que lo hagamos. Nuestro personaje es el responsable de curar las heridas, aunque como sucede en los otros títulos precedidos de la palabra 'Conflict', podremos seleccionar en cada momento al personaje que deseemos utilizar.

Como ya hemos comentado la forma de controlar a nuestros soldados no ha cambiado excesivamente respecto a los otros títulos. Siempre tendremos en pantalla los soldados disponibles y su estado de salud, y podremos dar las órdenes oportunas a cada uno de ellos. Podremos pedirles que ocupen una posición (incluso señalando el lugar que deben cubrir), que recojan un objeto por nosotros, que utilicen un arma fija o incluso que ataquen a algún enemigo en concreto.

A pesar de que las misiones (por lo que hemos visto) tienden a desarrollarse en la 'pura' acción, en ocasiones tendremos que echar mano del sigilo para permitir que nuestro francotirador nos allane el camino, utilizar la astucia para colocar explosivos, usar un lanzacohetes para ahorrarles daños en un enfrentamiento cuerpo-a-cuerpo a nuestros soldados y otras argucias que deberemos basar en las capacidades de nuestros soldados, y es que, al final de cada misión se concederá a cada soldado un número de puntos de habilidad para que mejoren sus pericias.

Esto por su puesto juega a favor de la capacidad adictiva que tiene el juego, aunque el gran reto para conseguir que ésta perdure será la elevada dificultad de este título. Contaremos en un principio con 3 niveles de dificultad, y recomendamos encarecidamente a los menos doctos en este tipo de juegos que comiencen jugando en el modo fácil; siempre habrá tiempo de jugar en los niveles más difíciles.

La música y el sonido son dos de los apartados a tener en cuenta, sobre todo cuando se trata de provocar una sensación inmersiva en juegos bélicos el sonido tiene una importancia capital. Ni que decir tiene que si disponemos de un sistema 5.1 la experiencia ganará mucho en realismo, y podremos disfrutar aún mejor de los temas musicales que nos acompañarán en buena parte del juego.

El juego está completamente traducido y doblado (de forma muy acertada, por cierto) al español, por lo que no tendremos que preocuparnos de entender las misiones que se nos encargan 'diccionario en mano'. Llama la atención el empleo reiterado de palabras malsonantes desde el principio del juego, que lejos de molestar, le da un toque 'peliculero' que se agradece.

La guerra de Vietnam parece haberse puesto de moda de nuevo, y este título viene a unirse a ese interés por una de las guerras más nefastas de nuestra historia reciente. Una forma nueva de enfocarla, más táctica, en la que no se nos pide que cumplamos objetivos que cambiarán el rumbo de una guerra que todos sabemos como acabó, si no que formaremos parte de un pelotón que quedó atrapado tras las líneas enemigas. Estará en nuestra mano escapar de allí con vida. ¡Suerte soldado!